Directed By... Edward Dmytryk

Edward Dmytrik fue un director nacido en Canadá, pero cuyos orígenes eran ucranianos, al igual que el grandísimo Lewis Milestone. Fue uno de esos artesanos de Hollywood que realizó numerosos largometrajes y picó de todo tipo de géneros. Pero en lo que respecta al cine bélico, que es lo que trato en este blog, Dmytrik llegó a tener una filmografía tan amplia como para poder reconocerlo como uno de sus géneros fetiches. Si bien gran parte de dicha filmografía se trató en sus inicios en los años 40.

Historias durante la guerra
La II Guerra Mundial sirvió a Hollywood para lanzar numerosas películas propagandísticas. Y ahí encontraría Edward Dmytrik un filón para, siempre bajo encargo de la productora para la que trabajase en el momento. Tras "Mystery sea raider", dirigida en 1940 para Paramount Pictures, el director acabaría firmando por RKO a la que dedicaría la mayoría de sus largometrajes bélicos. Este primer film nos habla del espionaje, tan importante en algunas tramas de aquellos años. Y como un hombre y una mujer intentarán evitar un plan nazi para hundir un buque norteamericano.

Dicho título no ha llegado a ser explotado en nuestras fronteras, al igual que su siguiente película, de 1942, y con Columbia Pictures como productora: "Counter-Espionage". ¿Temática? Una de espías nazis y el hombre que intenta dar con ellos durante los bombardeos nazis en Londres. Al contrario que esas joyitas escondidas de la RKO de los años 40, las cuales sí han podido llegar al formato doméstico. Comenzamos con "A siete millas de Alcatraz", uno de esos títulos de clara Serie B de la productora realizadora de "Ciudadano Kane". Una película menor y con escaso presupuesto con dos presos de Alcatraz que tras darse a la fuga acabarán en un faro evitando un plan de los malvados nazis y acabarán convertidos en héroes.

RKO vio en él el director ideal para este tipo de películas, pero pronto le dio una labor mucho más propagandística que una mera Serie B con presos, espías nazis y demás. Y de ahí llegaría el doblete de 1943, destinado a avisar al público americano de lo feroces que eran sus enemigos. En "Tras el sol naciente" la propaganda antijaponesa es infame, vergonzosa, de verla hoy en día y no dar crédito a lo que se ve. Por si fuera poco la trama es pobre y grotesca. Un drama ambientado en el Japón preguerra y que concluye con el bombardeo a Tokio. En el mismo, se intercalan personajes americanos que van viendo como se las gastan los amigos japoneses... y japoneses viendo como se creen los amos del mundo. Para rematar, un hara-kiri con un japonés pidiendo por favor que EEUU les destruya para devolverles el honor (o algo así).

En esa misma línea llegaba "Los hijos de Hitler" pero, como adivinaréis por el título, centrada en mostrarnos las fechorías nazis. La diferencia es que en esta ocasión hay un poco de luz al final del tunel y no todos los personajes alemanes de la trama son nazis. Distinguiendo de este modo entre alemanes y nazis, mientras que en el Imperio del Sol Naciente todos son unos hijos de nipón de cuidado. Destacar que en la primera de las producciones, la japonesa, tenemos a un casi debutante Robert Ryan, uno de los ilustres del cine bélico (y del Western). Precisamente Ryan sería el protagonista masculino de "Compañero de mi vida" un drama con la II Guerra Mundial de nuevo como fondo, con Ginger Rogers de protagonista femenina. La película se centra más en la vida de las mujeres que aguardan a sus maridos en casa. 

Aquí ya se podría destacar que Dmytrik comenzaba a ser considerado para produciones de mejor status dentro de la productora, comenzándole a dar mejores presupuestos e historias. Aunque se especializó en el cine negro de la RKO, en 1945 llegaría su mejor película bélica de cuantas rodó durante el conflicto: "La patrulla del Coronel Jackson". Contó con John Wayne de protagonista y con Anthony Quinn de secundario, mostrando la heroíca resistencia en las Filipinas de quienes se quedaron allí aguardando el retorno de MacArthur y el ejército de los USA. Ese mismo año dirigía también "Venganza", que si bien apunta más al cine negro, tiene lugar en la Francia de la posguerra y con una vengativa trama donde unos fusilamientos acometidos en la Francia de Vichy son claros protagonistas de la misma.

Pasaron los años, y RKO acabaría siendo una productora claramente menor y Dmytrik trabajando para quien contratara sus servicios. Un auténtico artesano y superviviente del cine que en los años 50 tuvo su segunda vertiente bélica, posiblemente la más interesante, iniciada con la modesta "Ocho hombres de acero" donde en el reparto incluiría a un bastante novato Lee Marvin (tocaba ir apuntando el nombre). Una trama pobre en cuanto a lo bélico que nos sirve de excusa para ir recordando, poco a poco, fragmentos del pasado de los diferentes protagonistas que componen ese pelotón norteamericano por Europa.

Tras un breve paso por la Guerra de Independencia norteamericana con la desconocida "Motín", y el conflicto israelí con "Hombres olvidados" interpretado por Kirk Douglas, llegarían los dos grandes títulos en la filmografía bélica de Edward Dmytryk. Por un lado, en 1954 "El motín del Caine", con un reparto de campanillas con Humphrey Bogart, José Ferrer o Van Johnson. Ambientada en la II Guerra Mundial nos narra un tumultuoso viaje donde el oficial al mando, interpretado por Bogart, acaba volviendo tan loca a la tripulación del Caine, que estos acabarán amotinándose. Siete nominaciones a los Óscars incluyendo Película, Actor (Bogart) y Secundario nos habla a las claras del nivel de la película.

Mientras, en 1958 llegaba uno de esos dramas bélicos más grandes que la vida misma: "El baile de los malditos" (The Young lions). Marlon Brando, Dean Martin y Montgomery Cliff. ¿Alguien puede mejorar ese reparto? Sin duda, de los mejores tríos interpretativos del cine bélico para una trama que comienza en 1938 y concluye con el final de la guerra. También tenemos a Maximilian Schell por ahí entre el resto de rostros. Notable película que no llegó a pasar a la historia pero que toca recomendar, y que nos narra la vida de tres personas diferentes, cuyo destino acabará uniéndoles. 

Ahí podría haber acabado el CV bélico de Edward Dmytryk, pero a finales de los años 60 (1968), la productora Dino De Laurentiis quiso realizar una gran película bélica ambientada en la Italia de la II Guerra Mundial tras ver como Francia con "¿Arde París?" e Inglaterra con "La batalla de Inglaterra" podían hacer lo propio. El resultado fue la no tan buena (pero sí entretenida) "La batalla de Anzio". Robert Mitchum fue la estrella de un reparto nada estelar, con Peter Falk o Robert Ryan de por medio. Sería la última película bélica de Edward Dmytryk, y uno de sus últimos proyectos.

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