El cine bélico de Howard Hawks

Dentro del amplio repertorio de directores belicoseros, no podía obviar a uno de los grandes del Western. Howard Hawks no será recordado por su filmografía bélica, pero tiene un puñado de buenos títulos que merecen ser comentados y, sobretodo, su experiencia como piloto le hace merecedor de un pequeño homenaje en estas líneas. Quien quiera conocer su cine bélico, que se adentre en el texto y revise o visualice algunos de los títulos que ponemos sobre la mesa.

El director de joyas del Western como "Rio Bravo" o sus remakes encubiertos, o del "Scarface" original llegó a enrolarse en el Ejército durante la Primera Guerra Mundial, si bien no llegaría a visitar Francia debido a que fue instructor de vuelo en Estados Unidos. Su experiencia como piloto serviría posteriormente para algunos títulos de su filmografía. A fin de cuentas, al igual que pasaría con William Wellman, era conocedor de la materia y, por ello, se puso manos a la obra.

"Por las rutas del cielo" (1928), "Águilas heroicas" (1936) o "Sólo los ángeles tienen alas" (1939) son ejemplos del cine de aviación marca de la casa. Junto A Wellman llegarían a ser pioneros en ese subgénero que tanto éxito deparó a finales de los 20 y durante la década siguiente. Pero mientras Wellman logró gran fama con "Alas", Hawks no tuvo tanto reconocimiento con su cine bélico aéreo, que también lo tuvo. De esta manera, en 1930 estrenaba "La escuadrilla del amanecer" (The Dawn Patrol). Un gran año para el cine bélico y el mismo en el que se estrenaba (por fin) "Los ángeles del infierno". 

Quizás este último motivo, y el salir a rebufo de la muda "Alas" dejó a "La escuadrilla al amanecer" algo por debajo en cuanto a fama. Buenas escenas de combate y un historia muy bien hilvanada, que no necesita de flirteos amorosos para salir adelante, mostraban el buen hacer de un director que apuntaba maneras como Hawks. La película mostraba el día a día de los pilotos en Francia, y como el jefe al mando sufría por cada pérdida. Se llevaría el Óscar al Mejor guión y como curiosidad, tendría un remake apenas ocho años después con Errol Flynn y David Niven de protagonistas.

El cine de aviación estaba estrechamente ligado con su siguiente película bélica (y en términos prácticos, en hasta tres de sus seis títulos propiamente del género). "Vivamos hoy", dirigida junto a Richard Rosson, nos muestra un triángulo amoroso en plena Gran Guerra, con los cielos de Europa como protagonistas y, además, con el cine marítimo también protagonista con alguna escena. Puesto que los dos hombres que se pelean por la misma mujer combaten para el mismo ejército pero en dos medios totalmente diferentes. Gary Cooper como piloto (ya lo había sido en "Alas" en uno de sus primeros papeles) es suficiente aliciente para ver la película.

La Gran Guerra sería, también, la protagonista de sus dos siguientes títulos bélicos. Uno de ellos rodado todavía en época de paz: "Camino a la gloria". Uno de esos títulos también olvidados a día de hoy pero que es altamente recomendable. Buen cine clásico con la Primera Guerra Mundial de fondo, con las trincheras, con la clásica historia de amor que no se puede quitar de la trama y una escena memorable con una trinchera volada por una mina. La tensión palpable en esa sucia guerra repleta de barro la hace posiblemente el mejor título sobre la guerra de trincheras rodada en Hollywood tras "Sin novedad en el frente". Al menos hasta que llegó su siguiente obra.

En 1941, en vísperas de Pearl Harbor y la entrada de Estados Unidos en la guerra, se estrenaba en Estados Unidos "El sargento York". Película patriótica donde las haya, mucho más centrada en un drama rural que en la guerra que apenas abarca su última media hora. El cabo (ascendido a final del film a Sargento) Alvin York fue interpretado por Gary Cooper. La película fue un exitazo, sobretodo con el ambiente prebélico que se vivía, incrementando sus ganancias tras el 7 de diciembre. El éxito alcanzó a la gala de la Academia, que la nominó a once categorías. Supuso la primera y única nominación de Hawks a los premios, y el primero de sus dos Óscars para Cooper.

Con este título, Hawks cerraba su incursión en el cine de la Primera Guerra Mundial. Sus dos siguientes experiencias puramente bélica, además de un thriller relacionado con el cine negro, tendrían a la II Guerra Mundial como terreno de batalla. El mar era protagonista de la desconocida en nuestras tierras "Corvette 255" (Héroes de mar), nuevamente con Richard Rosson de por medio. Hawks en teoría únicamente producía, si bien acabaría firmando como co-director de una patriótica obra por la causa.

Pero su gran título dedicado al Ejército en la II Guerra Mundial tendría que ver con el cine de aviación que tan buen rédito le había dado con anterioridad. "Fuerzas aéreas" es el merecido homenaje a la aviación americana en el Pacífico. Un homenaje que se inicia con Pearl Harbor y concluye con el bombardero protagonista poniendo rumbo a Tokio en el raid de Doolittle. Si bien se desconocía lo del portaaviones y en el film parten desde una base en Australia. Gran cinta bélica que tiene los tópicos de hermandad muy del Hollywood de la guerra. Además, sirve de recorrido ficticio por diferentes parajes de los primeros seis meses de la guerra del Pacífico.

Con esos seis títulos en liza se podría dar por concluida la aportación bélica de Hawks, que tras la guerra se dedicaría, sobretodo, al Western con grandísimos resultados. Sin embargo toca hablar de una película de 1944 que bebe directamente de "Casablanca": "Tener y no tener". Película protagonizada por Humphrey Bogart que en dicho film conocería a Lauren Bacall, la que sería su pareja hasta su muerte. La trama tiene que ver con la Resistencia francesa en una isla del Caribe donde la llegada de la guerra provocará el caos, con la Gestapo o la policía de la Francia de Vichy de por medio. 

Para concluir este texto, me gustaría añadir un título que podría ser considerado dentro del cine histórico-bélico: "Viva Villa", que llegaría a tener tres directores acreditados (incluido Hawks y Wellman). La biografía de Villa llevada al cine en una de sus numerosas versiones. Sin duda, uno de los icónicos personajes no yankees a los que Estados Unidos habrá dedicado mayor número de obras.

Comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *