Vivimos hoy (Howard Hawks, 1933)

Vamos acabando con el homenaje a la Primera Guerra Mundial y hoy tenemos la antepenúltima película analizada: "Vivimos hoy" (Today We Live), también conocida como "Vivamos hoy", dirigida por Howard Hawks, especialista en el cine de la Primera Guerra Mundial, y sobretodo en el aéreo, y protagonizada por Joan Crawford y Gary Cooper.

El tándem Hawks-Cooper ya lo habíamos visto con "El sargento York", y al bueno de Gary, incluyendo su pequeño papel en "Alas" le hemos llegado a ver con esta en cuatro de las 24 películas analizadas como homenaje por el 100 aniversario del final de la Primera Guerra Mundial. Vaya por delante que me ha costado escoger esta película, pero mi empeño en querer ver y analizar alguna que no hubiera visto antes me ha hecho decantarme por ella tras muchas dudas.


Volvemos, por lo tanto al cine de la Primera Guerra Mundial y de aviación. Pero aquí también vemos el cine marítimo que tan escaso fue en la Gran Guerra, y del que únicamente analicé "El espía de negro". Mar, aire y una historia de amor a tres bandas y con un hermano entre medio. Sin duda cuatro intérpretes con mucho peso en esta película basada en una novela de William Faulkner.

Sinopsis
Diana (Joan Crawford) es una mujer que en 1916 pierde a su padre, capitán que combatía en Francia a los alemanes. Justo en ese momento viene de alquiler un norteamericano, Bogard (Gary Cooper)  que quiere conocer el país pero que caerá rendido a los encantos de la protagonista femenina del film. Ella también se sentirá atraida por el apuesto americano, pero mientras tanto mantiene una relación con Claude (Robert Young) amigo desde la infancia y que combate en la guerra como marino a bordo de una lancha torpedera.

También en el combate tenemos a Ronnie, hermano de Diana, que combate codo con codo con Claude, inseparables amigos los tres desde la infancia. La guerra llama a las puertas de todos ellos y también Diana irá al frente como enfermera, a pesar de tener a Bogard en Inglaterra. Diana le contará a su hermano que está enamorada del americano y prometen decírselo a Claude, pero a Bogard, que se ha alistado en la aviación, le dan por muerto en el campo de entrenamiento y ella marchará a Francia afianzando su relación con Claude.

Sin embargo, Bogard no está muerto. Aparece por casa y la sirvienta le informa de que están todos en Francia, a donde irá como piloto de un bombardeo. La dureza de la guerra la vemos en una breve secuencia donde cae herido su artillero, el tercero en dos semanas... que morirá en el hospital. En ese mismo hospital Bogard se reencuentra con Diana, pero es demasiado tarde... ¿o no? Porque el mundo de Diana vuelve a desmoronarse al ver que quien creía muerto está vivo y sigue enamorado de ella.

Circunstancias de la vida, Bogard se enterará de que Claude es el prometido de Diana, cuando le lleva a su casa borracho perdido. Su ira y rencor le harán ir a la noche siguiente a donde el chaval y "Reclutarlo" para la aviación como artillero para ponerle en peligro y enseñarle lo que es la guerra, puesto que en opinión de los pilotos americanos, los ingleses estaban ahí de paseo, sin correr peligro. Claude se muestra como un auténtico héroe como artillero en la secuencia bélica más conseguida del film, y vuelven sanos y salvos a pesar de llevar en todo momento una bomba colgando que no se ha desenganchado al bombardear el objetivo.

Diana le contará a su hermano nuevamente la situación y prometen contárselo a Claude. Pero antes se vengan de Bogard llevándole a la lancha torpedera para enseñarle que ellos también se juegan, en el mar, la vida. De primeras el sistema de lanzar el torpedo falla (un sistema un tanto rudimentario el de la época),y cuando vuelven a encarar el objetivo (un buque alemán) Claude cae herido y es Bogard quien toma las riendas lanzando el torpedo y hundiendo el buque. Claude quedará ciego, mientras Bogard se despedirá definitivamente de Diana, sabiendo que ha perdido el amor de su vida.

Ronnie irá a avisar a su hermana de la catastrofe con Claude, y de que es mejor que no corte la relación con él. Entre lágrimas entiende que lo mejor es no hacer daño a ese chaval y mantener la relación, sin embargo Claude, a pesar de estar ciego, intuye la relación con el americano. Mientras tanto, en el Cuartel General, Bogard se presentará voluntario para hundir un barco enemigo en una misión casi suicida. Le da igual acabar con su vida.

Cuando Ronnie le cuenta a Claude todo, este decide que él no podrá hacer feliz a Diana, menos aún estando ciego, y que lo mejor es evitar que muera el americano, yendo ellos mismos con la lancha a hundir el barco. Y así, Ronnie y Claude, inseparables amigos, van a cumplir la misión para salvar a Bogard y, así, hacer feliz a Diana. El sistema torpedero (adivinen) vuelve a fallar y finalmente no queda más remedio que estrellar el barco. Ronnie intenta que Claude salte, pero es en vano, él morirá junto a él, como han estado toda la vida, unidos hasta la muerte. El sacrificio sirve para que Bogard y Diana, acabada la guerra, afiancen su amor. Pero el coste de la guerra se ha llevado al padre, al hermano y a la ex pareja de ella, en un claro final agridulce.

Secuencias
Aunque Joan Crawford era la principal estrella del proyecto, la película tiene a los cuatro protagonistas como pilares importantes. El primer tramo del film sí que cuenta con ella como principal reclamo en un drama romántico donde la guerra está en un plano muy lejano. Sin embargo, la anunciada muerte de Bogard trae consigo el cambio de roles y el protagonismo empieza a recaer, sobretodo, en Gary Cooper y Robert Young.

Ahí es donde vemos las secuencias bélicas. Más y de mayor duración de lo que me esperaba al ver la sinopsis y fotografías de la película. Hasta 13 minutos dura el primer gran combate, el aéreo, con buenas secuencias (para la época), donde se nos enseña como funcionaba un bombardeo (generalmente el cine de aviación hacía referencia a los aviones que llevaban únicamente un tripulante), y con la tensión incluida en ese aterrizaje donde Claude sabe que hay una bomba colgando pero Cooper y su copiloto no le entienden y desconocen el peligro que corren al aterrizar.

Después tenemos dos secuencias bélicas a bordo de una lancha torpedera, una rara avis en toda regla. El cine marítimo de la Gran Guerra se ha reducido a pocas historias con submarinos de por medio como "El espía de negro" o "Mar de fondo". Por eso, es un gran descubrimiento comprobar que en "Vivimos hoy" hay secuencias bélicas en alta mar, con lanchas torpederas hundiendo buques enemigos, y contándonos esa guerra un tanto desconocida.

Crítica
El paso del tiempo deja "Vivimos hoy" en una película un tanto pobre y prescindible en la filmografía tanto de Howard Hawks como de Gary Cooper. La historia de amor, muy de andar por casa, típica de la época donde el amor surge de buenas a primeras y los bandazos en la historia no ayudan gran cosa.

Eso sí, dentro de ese correcto y aceptable drama romántico, tenemos unas secuencias bélicas que levantan algo el film en la segunda parte. Si bien es un tanto irreal ver como podías coger a un marinero una noche de fiesta y llevártelo a tu avión como artillero, o hacer el movimiento contrario. Sin duda, muestra la guerra de una manera un tanto "gloriosa" y fácil de hacer.

A pesar de ello, las buenas secuencias bélicas y el hecho de contarnos la guerra por cielo y mar hacen de la película un proyecto interesante para aquellos que no la hayan visto. Quizá sobre un poco del tramo inicial para hacerla más interesante, y el final no acaba de dejarme contento del todo. Parece que Diana está feliz de tener al amor de su vida a pesar del gran coste de vidas que ha supuesto la guerra.

El mensaje, pues, parece claro: "Vivimos hoy" versa sobre la alegría de saber que se está sobreviviendo en la guerra y de que hay un futuro más esplendoroso y feliz en el horizonte, cuando la guerra termine. Una película interesante pero que le faltan ingredientes para ser reconocida o no haber caido en el olvido.

Nota: 5

Lo Mejor: La secuencia aérea de casi 15 minutos y que nos narre la guerra marítima.
Lo Peor: La historia a tres bandas da tantos bandazos que acabas pensando que la protagonista femenina no está nada bien de la cabeza.