
Curiosamente es uno de los apartados que se tratan en este film rural/bélico donde la guerra es protagonista únicamente en su último acto, donde el cabo Alvin York llega a ser condecorado como héroe de guerra. El film dedicado a la memoria de un hombre que fue a Europa a luchar, no era sino un intento de Hawks por promover la conciencia pública americana vendiendo, nuevamente, que la guerra era necesaria. La película fue un exitazo de taquilla, aprovechándose indirectamente del boom post Pearl Harbor (A pesar de su estreno en septiembre). Fue el film más taquillero de 1941, doblando lo logrado por el siguiente de la lista: "Murieron con las botas puestas".
Sinopsis
Alvin York (Gary Cooper) es un joven que vive en una granja junto a su madre y hermanos. Él, el mayor, tira de la familia durante el día, matándose a trabajar... pero por las noches le sale la vena juerguista y es el "liante" del pueblo, del que todos hablan, ganándose muy mala fama entre los vecinos, para desgracia de una madre que no para de escuchar cuchicheos acerca de su hijo.

Ahí comienza a buscarse la vida trabajando de día y de noche, vendiendo cosas y sacando dinero de donde puede. Plano a plano, Hawks nos demuestra como va avanzando los días y los ingresos, y como a una semana de llegar al objetivo apenas alcanza los 45 dólares... dejando claro lo imposible de conseguir recaudar la cantidad necesaria, a pesar de haberse matado a trabajar (y a no beber). Alvin va donde el hombre con el que hizo el negocio y le promete que "El martes no tendrá el dinero, pero el sábado conseguirá el dinero con el concurso de tiro".

Vuelta a la vida nocturna, Alvin se emborracha nuevamente para ahogar penas en una noche de tormenta. Volviendo a casa un rayo le cae encima y él aturdido pero vivo, lo ve como una señal de Dios, y decide entrar en la iglesia, donde el cura del pueblo da misa cada noche para los fieles feligreses donde se incluye la madre de Alvin. Nadie puede creer lo que ve, pero abrazan a un York que ha comenzado a cambiar, como nos demostrarán los siguientes planos donde le vemos hablar de Dios, abrazar la biblia y perdonar a cuantos enemigos pudiera tener, hasta el punto de pedirle a su mayor enemigo trabajo en la que ahora será "su granja". Todo ello con vistas a un futuro prometedor con Gracie.
La guerra
Pero la guerra irrumpe en la apacible vida en la vida rural hasta entonces inalterable. Alvin debe alistarse voluntariamente o le irán a buscar y, a pesar de las alegaciones suyas (y del cura del pueblo) por conseguir que no vaya a combatir por su renuncia "a matar" según el mandato de la biblia, finalmente no le quedará más remedio que ir. En el campo de entrenamiento demostrará su habilidad con el tiro y será propuesto para ascender a cabo y enseñar al resto a disparar. Él duda y el Mayor al mando le entrega un libro sobre la historia de Estados Unidos, diciéndole que por mucho que la biblia diga una cosa, este país ha crecido según... (pongan aquí las palabras patrioteras que quieran).

York y los suyos asaltaron un puesto enemigo, y tras conseguir hacer prisioneros a unos cuantos alemanes, se vieron sorprendidos por las ametralladoras alemanas que, desde la colina, disparaban. Los pocos supervivientes aguardaban lo peor cuando York consiguió escabullirse, asaltar las posiciones enemigas, matar a unos cuantos enemigos y, él solito, hacer prisioneros al resto antes de volver con los suyos y ver morir a su mejor amigo del pelotón.

La secuencia
Rodada como un drama rural típico de aquellos años (al estilo de "Qué verde era mi valle"), "Sargento York" se diferencia claramente en dos películas. La primera, la del drama rural donde se nos muestra como es un trabajador innato y como se emborracha (pelea de bar del Lejano Oeste incluida), como se enamora y pelea por su amada... y como muestra sus habilidades con el tiro en competiciones con el resto del pueblo.
Esa apacible vida contrasta con la instrucción y entrenamiento para el combate y con la guerra, mostrada en apenas 25-30 minutos pero donde se ve a las tropas aliadas avanzar por la tierra de nadie rumbo al enemigo. En pocos minutos se nos enseña también como se vive en las trincheras (escuetamente). Y, sobretodo, hay tiempo para el acto heróico, sin duda alguna, la secuencia cumbre de la película.

Poco después se ve una trinchera donde numerosos alemanes disparan a la ofensiva aliada al otro lado. Pocos minutos antes, durante el entrenamiento, York enseña al resto como se caza a patos que están volando: "primero hay que disparar al de atrás" porque así el resto seguirán el trayecto sin asustarse en exceso... y así, uno a uno, acabas con todos. Así de sencillo y eso mismo hizo con los alemanes, disparando al que más cerca tenía, uno a uno, el soldado que tenían a su lado se daba cuenta pero antes de que pudieran hacer nada, ya estaban muertos... y así hasta que finalmente el resto deciden rendirse.
Sí, se cuenta que mató a unos 20 soldados alemanes él solito allí arriba, e hizo un porrón de prisioneros, como vemos en esa secuencia donde él y otros 7 soldados acompañan a unos 100 prisioneros alemanes hacia las líneas aliadas. Y ahí nadie se queda con tantos prisioneros, hasta que un oficial de alto rango se sorprende al comprobar que tan pocos hombres han sido capaces de hacer prisioneros a tan amplio número de alemanes. Con gente así, sin duda, la guerra estaba ganada.
Valoración

La historia dramática se sigue con interés porque Hawks, como buen director de Westerns que llegaría a ser, rueda una de vaqueros sin tiros, la del granjero que intenta ganarse la vida. El montaje ayuda mucho para ir viendo pasar el tiempo y conociendo más al personaje y lo que le rodea, biblia incluida.

A pesar de que podamos tildarla de un tanto fantasma (no pondremos en duda que sea verídico lo que pretende contar), el hecho es que toda la secuencia de combate está rodada con un acabado notable, muy bien trabajada en todo momento y dejando claro que el director sabía lo que hacía. Cooper está sensacional como demostraría que con este film lograría su primer Oscar.
Nota: 7,75
Lo Mejor: Gary Cooper, la vida rural y un montaje muy conseguido para la época
Lo Peor: Que el mensaje eternamente patriótico le pase algo de factura con el paso de los años.
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