Fuerzas aéreas (Howard Hawks, 1943)

Hoy toca repasar un título no muy conocido rodado en plena II Guerra Mundial. Uno de esos títulos propagandísticos de los USA, pero que viene con el sello de un grandísimo director como fue Howard Hawks: Fuerzas aéreas (Air Force), un título dedicado precisamente a las fortalezas volantes y a la pasión de Hawks a la aviación.

El director, que ejercería también de productor en su empeño por llevar a cabo su granito de arena por la causa, ya había rodado un buen puñado de títulos de aviación (algunos no necesariamente bélicos) donde destacan "La escuadrilla del amanecer" "Vivamos hoy" o "Sólo los ángeles tienen alas", entre otras. Ya que se hacía mención a las fuerzas aéreas, estas no tuvieron reparo alguno en colaborar con la producción aportando B-17 que serían los que saldrían en la escena de apertura. De hecho, en la base militar de Drew Field se rodaron las escenas que hacían mención a las diferentes islas del Pacífico (mediante decorados).

La película inició sus preparativos tras Pearl Harbor y dedicó su guión a ser un homenaje a esos convulsos inicios del conflicto en el Pacífico. De hecho el guión sería retocado sin problema alguno para añadir algunas de las últimas gestas en el combate como fueron la Batalla del Mar del Coral o el raid de Doolittle sobre Tokio, coladas in extremis en la producción. Destacar en el reparto el nombre de algunos ilustres de la época como John Garfield ("Destino:Tokio"), John Didgely o Arthur Kennedy, entre otros.

Érase una vez en el Pacífico...
La película nos muestra Pearl Harbor como tuvo que ser para algunas de esas fortalezas volantes que, hecho verídico, pusieron rumbo a la base aérea en las islas Hawaii en aquella noche del 6 de diciembre. Cuando estas llegaron, sin apenas combustible y sin munición, contemplaron horrorizados como Pearl Harbor estaba siendo atacada por los japoneses. Primera parada de la producción, y primer film que hacía mención tan directa al bombardeo japonés.

El siguiente paso de la tripulación del Mary Ann (nombre del bombardero) sería la isla de Wake, hoy en día muy olvidada en el mapa pero que supuso una carnicería para los americanos. Fue de las primeras islas en caer, pero allí resistieron como pudieron. El homenaje de Hawks radica en la inclusión de una mascota, un perro, que los soldados allí afincados pedirán al Mary Ann que se lleven antes de que los japoneses acaben acribillándoles. La memoria de aquellos héroes estará presente en el can, y su mera presencia en el bombardeo es algo así como una victoria, la supervivencia... y el orgullo de los EEUU.

Llegaremos a Filipinas, como no podía ser de otra manera. Nuevo revés en la lucha, con los japoneses avanzando y nuestro querido avión siguiendo su rumbo a Australia, único lugar visiblemente aliado que iba a quedar en pie por la zona. En las islas Filipinas tenemos el grueso de la película donde se incluye un aterrizaje forzoso cuando daban por hecho que perderían el avión y la posterior reparación a contrarreloj para poder despegar antes de que los japoneses lleguen a su posición.

Queda, por lo tanto, las menciones a otros dos escenarios del conflicto como son la batalla del Mar del Coral y Tokio. Destacar que aquí la película hace trampas en su guión, ya que el raid de Doolittle tuvo lugar en abril, y la batalla del mar del Coral, en mayo. Sin embargo, por exigencias de la producción, quedaba mucho más bonito tener esa batalla final para deleite de la tripulación, que triunfa en su ayuda a las tropas aliadas, y se deja el plano espectacular para acabar el film, con numerosos aviones despegando rumbo a Tokio. Esto último, el tiempo demostraría falso, puesto que el raid de Doolittle partió de un portaaviones y no de un aeródromo en Australia, como muestra la película. Pero el cine, es cine.

Enemigo japonés
Dos son los momentos a destacar dentro de la película en lo que respecta a la clásica propaganda del momento. En primer lugar, el detalle de que la tripulación escucha a bordo de su avión la declaración de guerra a Japón por parte del presidente Roosevelt. Uno de esos planos tan típicos con la tripulación atenta a la radio donde el espectador puede contemplar los rostros de los mismos.

Pero, el momento top de la propaganda es el de la clásica barbarie japonesa, y como Winocki (John Garfield) les pagará con su misma moneda. En un momento dado, cuando están reparando el avión, dos miembros de la tripulación pilotarán un biplaza para descubrir el paradero de los japoneses. Un Zero japonés les dará caza y, uno de los dos americanos, todavía con vida, salta en paracaídas y el japonés le acribillará en el aire. Atacados por la ira, Winocki y los suyos abatirán al japonés y, cuando este saltará en paracaídas repetirán la horrorosa escena, esta vez justificada por el donde las dan, las toman.

Comentario
Hawks construye un interesante relato de hazañas bélicas que homenajea a la perfección a la aviación norteamericana, mostrando al mismo tiempo esa camaradería y compañerismo muy al estilo "Destino Tokio" pero trasladnado la acción a un bombardero. En ese pequeño habitáculo transcurre toda la acción que irá teniendo sus pequeñas paradas en boxes en los diferentes escenarios del Pacífico.

De esta manera, Hawks homenaje a los caídos en Pearl Harbor, en Wake o en Filipinas, al mismo tiempo que ensalza la labor en el mar del Coral o ese ataque al corazón de Japón, con el raid de Doolittle. Todo ello cabe en una producción que alcanza el par de horas de metraje pero no cansará a aquel que (como yo) valore este tipo de producciones propagandísticas.

Queda un más que entretenido proyecto bélico que cumple con creces con su cometido, y en el que caben todo tipo de estereotipos de la época dentro de esa pequeña tripulación que acaba intentando ser un muestrario del soldado americano del momento. No está entre las míticas películas rodadas durante el conflicto, pero debería ser descubierta por mucha gente, puesto que merece quedar a una altura cercana.

Nota: 6,75

Lo Mejor: Sirve como relato histórico de los inicios de la guerra en el Pacífico, al contar con hasta cinco puntos determinantes de los primeros meses de la guerra
Lo Peor: No deja de ser una película un tanto olvidada y sin escenas míticas. Su reparto coral, sin un rostro visible a la cabeza, tampoco le ayuda.

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