#ClásicosEscondidos XII: "Cowboy del Pacífico"

Último #ClásicosEscondidos. Al menos de este 2020, a la espera de saber si continuaré en 2021 otorgando un pequeño espacio mensual a este juego para que vosotros, lectores de TodoSobreMiCineBélico y del Twitter @micinebelico podáis descubrir títulos menos conocidos a través de una serie de pistas que os pueden indicar el título real de la película.

Como ha sido habitual este año, volvemos al cine marítimo que me ha deparado unos cuantos títulos de los #ClásicosEscondidos. Aprovechando, al mismo tiempo, una de las secciones estrella de este año, las #AventurasSubmarinas, hoy toca hablaros de "Cowboy del Pacífico", un título ambientado en la II Guerra Mundial en el Pacífico.

Como pista importante antes de hablaros más a fondo del argumento y realizar la crítica, toca hablar de la estrella del proyecto. Un actor con un amplio cv, sobretodo en los Westerns, pero que no pasaría a la historia como actor, ya que fue un segunda fila con un puñado de Serie B, donde se debería incluir esta cinta en cuestión. Años más tarde, dicho ¿actorucho? Tendría fama y repercusión como político. Por si esta pista no fuera suficiente, recalcar que el propio Almirante Nimitz realizaría un pequeño cameo ofreciendo la introducción a la película de hoy.

Destino: Tshushima
La película de hoy tiene por protagonista al oficial de un submarino norteamericano durante la II Guerra Mundial. En una misión sobrepasará las órdenes y enviará su submarino a la costa de una isla. El grupo de asalto, tan típico en el cine de submarinos de la II Guerra Mundial, volará por los aires la isla entera (o casi) y se darán a la fuga. Pero serán descubiertos por el enemigo japonés que hundirá el sumergible. 

El oficial al mando, uno de los supervivientes, llegará entonces a ser investigado por sus órdenes. A pesar de haber rechazado la propuesta de ascenso de su segundo de a bordo, provocando un rifirrafe entre ambos, este no le acusará abiertamente durante la vista previa. La Armada de los Estados Unidos decidirá no castigar al oficial, y darle un nuevo submarino junto a su segundo y la tripulación superviviente, para volver al mismo Estrecho de Tshushima donde habían perdido la vida 60 almas americanas poco antes.

Es 1945 y toca asestar el golpe definitivo a Japón. Numerosos submarinos conseguirán volver a dicha zona y en junio de ese año destruir el mayor número de barcos de abastecimiento japoneses. Con el submarino tocado, el oficial al mando, nuestro Cowboy de profesión (antes que político, recuerdo) llegará a desenredar una red que se ha enganchado a las hélices e impiden al submarino maniobrar con soltura. Serán sorprendidos por un buque japonés que les obligará a sumergirse. El segundo de a bordo, pese a dudar de las órdenes de su superior (recordemos que está enganchado a las hélices) acabará cumpliéndolas y cogiendo las riendas del submarino.

Una vez destruido el buque enemigo, desde el periscopio observarán como el Capitán ha podido sobrevivir, se había desenredado a tiempo para evitar ser descuartizado por las hélices. Un Happy End en toda regla, que permitirá al protagonista principal volver con su amada enfermera.

Ingredientes típicos
Un duelo entre oficial y suboficial tan típico y manido en las películas de submarinos, con "Torpedo" a la cabeza, pero que ya venía de los rifirafes entre Tyrone Power y Dana Andrews en "Tiburones de acero", y que ha llegado a nuestros días con títulos como "Marea roja" como gran referente al respecto. También tenemos a la clásica enfermera y la historia de amor de turno. Amor y submarinos, además de en la mencionada aventura de Power y Andrews, la tenemos en "La flota silenciosa" con John Wayne de protagonista. 

No puede faltar, tampoco, la acción de comandos que choca con las labores de cualquier miembro de un submarino. Toca recordar que estos hombres eran marinos, y no expertos en infantería. Eso importó poco en (nuevamente) "Tiburones de acero" con esa escena bélica final en una base nórdica, y aquí lo tenemos en una isla en Japón tras atravesar el estrecho de Tshushima. También no pueden faltar los buzos al más puro estilo "Luchas submarinas" (The Forgmen) para desactivar las minas de turno. En definitiva, en 77 minutos tenemos de TODO el cine submarino rodado.

Crítica
Pero, pese a seguir a rajatabla muchos de los ingredientes del cine submarino de los años 40 y 50, "Cowboy del Pacífico" patina en su intento de entretenernos. No es horrorosa para aquel que adore y abrace el género y casi todo lo que éste haya parido. Pero estamos ante una Serie B en toda regla, que se inenta disimular pero acaba viéndose todo el cartón piedra. Rodada en una época en la que ya tendríamos "Duelo en el Atlántico", éste título está en las antípodas en cuanto a Efectos Visuales.

Dichos efectos, junto a la trama en cuestión, hacen que la película, rodada bien entrados los años 50, parezca rodada en plena II Guerra Mundial. De haber sido así, se le hubieran perdonado muchos de sus defectos, junto a la escasa duración y lo poco conseguidas de las escenas bélicas. Sin embargo, hay que visualizarla como lo que es, un clásico perdido en el tiempo y olvidado por méritos propios. Una película rodada aprovechando que el subgénero estaba de moda y se realizaban títulos cada pocos años, pero que no acaba de conseguir, ni de lejos, la memorabilidad de cualquier otra de su especie.

Pese a aprovechar hechos reales y contar con el mismísimo Nimitz para promocionar y vender bien la película, ésta no logra captar la atención del espectador, que rápido ve por donde van los tiros. No ayuda encasquetar la enésima historia de amor tan manida como poco trabajada. Todo para aumentar metraje de una película sencilla en cuanto a su esqueleto. Una escaleta de guión que no llega a mayor profundidad porque no lo pretende, y porque el carisma de sus protagonistas no daba para tanto.

Un churro tan irregular que sólo es recomendable para amantes de las hazañas bélicas acuáticas, de las #AventurasSubmarinas, que podrían encontrarla algo interesante en algunos tramos. Pero después uno ve la torpeza de la escena en la que el capitán acaba enredado en la hélice cual Gregory Peck en "Moby Dick" pero en formato parodia, y acaba dándose cuenta de que todo resulta tan poco trabajado y conseguido que hace que la película sea fácil de olvidar.

Nota: 4
Lo Mejor: Es tan corta que no llega a aburrir. Y lo que nos cuenta, es aceptable.
Lo Peor: La torpeza en algunas secucencias bélicas y lo poco logrado de los efectos, que parecen de una década anterior.

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