Memorias de Mi Cine Bélico (PARTE I: Belicosero desde shiquetito)

Siempre me he preguntado dónde y cómo descubrí el cine bélico... si tengo un recuerdo concreto del mismo. Pero nunca he descubierto cuál sería la primera película o escena bélica que me tragué en mi infancia, pero debió ser muy, muy pronto. Lo que tengo claro es que con una madre que te lleva al cine de acompañante tenía ganado algo más que ver las películas Disney, que también me gustaban. Más claro aún tengo que la culpa de todo es de mi abuelo. 

A él le gustan los Westerns y el cine bélico por encima de cualquier otro género. Pero le daba a todo tipo de cine clásico. En casa, una amplia colección con dos armarios pequeños/estanterías, uno para el cine original y otro para las grabadas. Y como buen coleccionista que era cuando tenía tiempo, números a cada cinta y una lista a ordenador para poder encontrar los títulos. De alguien he tenido que aprender a coleccionar cine... y es, sin duda alguna, de él. 

Recuerdo ver a Paco Martínez Soria, Alfredo Landa, Cantinflas, Supermán o Los Siete magníficos. Le dábamos a todo. Los fines de semana, cuando iba a dormir a casa de mis yayos, o algún día entre semana en verano, yo me levantaba hacia las 9-10 de la mañana, cogía una película y al VHS al salón. Y cuando no podía ser en el salón, en el cuarto de mis abuelos ya he pasado ratillos viendo "Arenas sangrientas", "La patrulla del Coronel Jackson" y alguna que otra. 

Pero creo que he ido demasiado adelante en el tiempo. Cuando hacía eso de poder escoger películas yo ya era un belicosero de pies a cabeza. Puede que, sin saberlo, lo haya sido de nacimiento. Eso sí, cobarde como yo solo, que las emociones fuertes, dentro de la gran pantalla y justo-justo. El primer recuerdo belicosero de verdad no lo tengo yo, lo tienen otras personas, las que me recuerdan como un mocoso que apenas levantaba medio palmo del suelo se ponía a silbar cierta melodía.

Habéis podido adivinar por los silbidos que me refiero a la Marcha del Coronel Boogey de "El puente sobre el río Kwai". Si lo dicen es que algo de cierto tendría, con lo cuál mi primer recuerdo bélico es esa melodía silbada. No es casualidad que, aún hoy en día, considere a la película mi clásico bélico favorito. Tengo el recuerdo de pequeño de como llegaban al campamento, de Shears escapando, de cuando los prisioneros boikotean la construcción o de cuando reciben paquetes de la Cruz Roja... y, por supuesto, del final, único como él solo.

Mi pasión por el género bélico se trasladaría en mi infancia a todo lo que tuviera que ver con la guerra. No solo películas, si no juguetes, libros o cómics. Recuerdo algún que otro muñeco tipo Action Man (pero antes de que estos existieran) que acabaría colgado del techo del edificio de los Testigos de Jehová (¡Blasfemia!), o la de mañanas o tardes que pasé con los cómics de Hazañas bélicas.

Pero, por encima de todo ello me acuerdo de una anécdota para la cuál era lo suficientemente pequeño como para haberla podido olvidar. Un par de veces mi abuelo me cogió tebeos de "Historias de la puta mili". El hombre lo hizo con mucha naturalidad porque yo los pedí en la tienda. El caso es que nunca entendía una mierda de lo que decían porque a ver qué niño de (pongamos) siete años, es capaz de leerse eso con ese vocabulario. El caso es que no solo eran palabrotas, había también alguna que otra foto a página completa de mujeres ligeras de ropa.

Debo decir en mi defensa que yo pedía esos cómics únicamente porque salían soldados, y eso lo convertía en carne de carroña para un amante del cine bélico. Pero, un buen día, el dependiente avisó a mi abuelo del contenido de los cómics y acabaría jugando en mi contra. Por suerte, el descubrimiento de las "Hazañas bélicas" de Boixcar, que por 100 pesetas te daban dos tebeos (cada uno con dos historietas, a veces tres) sació mi apetito de algo ligero y fácil de digerir dentro del género. Y, mientras tanto, iba jugando a los soldados, como cualquier niño de esa edad.

Comentarios

  1. Sólo para comentarte que a mi me ha pasado algo simiar a tí con la pasión por las peiculas bélicas, solo que no tuve a un abuelo o a mis padres directamente, bueno mi papá trabajaba como vendedor de libros de una Editora El Ateneo, y tenia maquetas de presentación de uno con fotografias impresionantes que se llamaba Auge y caida del Tercer Reich de Shirer, luego cuando caia de visita a casa e una tía cuyo esposo era enfermero militar y que tenia un buen libro titulado Historia Ilistrada de la Segunda Guerra Mundial, de Kurt Zentner fue encontar el paraiso pues tenía unas fotos en blanco y negro que eran de archivos alemanes muy impresionantes, ya a la edad de 8 años conocia los términos de Blitzkrieg, Wehrmacht, Stalingrad, Frente del Este, Stukas, Panzer divisionen, Waffen SS, Holocausto, Auschwitz y demás, cada que llegaba lo primero que hacia era asegurarme tener ese libro entre manos, a los 15 mi tía me lo regalo como presente de cumpleaños ya te imaginas lo contento,y cómo con las peliculas? .. pues creo que con la serie americana de Combate de Vick Morrow de los sesentas ( y yo la veia en los 80's) y luego con la miniserie Holocausto que me impactó, aunque era muy dificil pues tenia que estar escondido pues era para un audiencia adulta, lo vi mucho despues completa ya de grande, junto con la de Yo, Claudio que no era bélica que pero paras er un niño me llamaba mucho la atención ... saludos !! gracias por tu gran aporte

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