
Proyecto
Uno de los hijos de Wayne, Michael, produjo la cinta, mientras que Wayne, ya entradito en edad se encargo de dirigirla (recordemos que ya se estrenó tras las cámaras con "El Álamo", película que obtuvo gran éxito y fue nominada al Óscar de Mejor film) y de reservarse el papel protagonista de la misma. Otro de los hijos de Wayne, Patrick, tuvo un pequeño papel en la película, con lo cual estamos ante una producción familiar. Como es lógico, llegaría ayuda del Gobierno para poder llevar a cabo la producción, por la cuenta que les traía.
El armamento propagandístico más importante estaba en marcha, tal y como el cine había hecho en la guerra Santa denominada Segunda Guerra Mundial, y tal y como haría también en cierto modo con Corea, más dedicada a narrar hazañas bélicas a posteriori debido a la escasa repercusión histórica de dicho conflicto. Pero, cuando Vietnam se convirtió en todo un infierno y la guerra se eternizaba, tocó llevar a cabo una producción de este estilo. Para ello, el guión fue bien básico, mostrando la guerra de Vietnam del mismo modo que se narraron las historias de hazañas bélicas de los años 40, con unos buenos y unos rematadamente malos... y como si de un Western de indios y vaqueros se tratase.
Sinopsis

Tras reclutar a un auténtico buscavidas y ascenderlo a sargento por sus dotes de mangante (Petersen), Kirby y su caballería son enviados a territorio comanche, de lleno al fregado de Vietnam, donde estarán al cargo de cuidar de un campamento de vietnamitas buenos, que son atacados a diario por los indios del Norte, auténticos indios malos que, por si fuera poco, recibían dinero y armas de los comunistas, justificando así su santa cruzada. A ellos se les sumará el periodista tocanarices, que quiere ver in situ como es la guerra de Vietnam y la labor yankee en el lugar. Poco a poco este personaje irá pasando del horror ante lo que hacen unos, para acabar abrazando el "U-S-A" y declarando que lo que hacen allí los americanos es claramente necesario.

Un ataque nocturno a traición deja algunas víctimas, como la del capitán del fuerte, y deja claro que hay un traidor entre ellos que sabe donde están los principales barracones. Al día siguiente el Sargento Mayor (Aldo Ray) acabará pillando al impostor, que será (en off) ferozmente ajusticiado para mosqueo del periodista. Pronto, como hemos dicho, cambiará de opinión, cuando llegan al fuerte aldeanos de una tribu cercana, cuyo gran jefe tiene una nieta herida. Curan a la nieta y vuelven a la aldea. Al día siguiente el séptimo de caballería irá a rescatarles, pero cuando llegan, el abuelo ha sido ferozmente asesinado y la niña, abandonada en la jungla... muerta. Ahí cambia de opinión radicalmente el periodista, que ve lo salvajes que son los indios del lugar para con ellos mismos.

Tras esta gran batalla, y restablecido el orden general, al Coronel Kirby se le encomienda la misión de ir a secuestrar al gran jefe indio de los ejércitos del Norte. Con ayuda de una joven vietnamita (cuñada del gran comandante vietnamita) conseguirán entrar en el cuartel general enemigo. Antes, eso sí, vemos como Rambo muere en acción, tras cargarse a cinco indios él solito a golpes, machetes, e incluso clavando a un enemigo de una rama (aplausos). Llegan, consiguen secuestrar al gran jefe indio y marchan, todo muy fácil. En su huida destruirán un puente para evitar ser perseguidos y, con toda la misión exitosamente completada, morirá Petersen víctima de una trampa en una de las muertes más salvajes jamás vistas en el cine bélico. Volverán a casa, y allí les espera el joven niño, que helicóptero a helicóptero buscará a su amigo... finalmente el Coronel Kirby irá a consolarle, y a prometerle que continuarán en la guerra por gente como él, que les necesita.
Anécdotas


Esa muerte con la labor realizada nos puede recordar a la que el propio Wayne tuvo en "Arenas sangrientas". Cuando el personaje nos cae bien y cae bien a su tropa, con la misión en el Suribachi realizada, es acribillado por la espalda, a traición, por un rezagado y traicionero japonés. No será el único momento que nos recuerde al cine de los cuarente, puesto que la barbarie en al aldea vietnamieta con un periodista totalmente enrabietado por las fechorías enemigas, podría recordar a la de "Objetivo: Birmania", donde tras ver a sus compañeros mutilados por el enemigo, el periodista que les acompaña dirá aquello de "Borradlos de la faz de la tierra".
Algunas de las frases manidas de la película para promocionarse y publicar a los cuatro vientos la gran labor americana son: "Es difícil de hablar hasta que no has estado allí y lo has visto" (Kirby); otras del estilo de "Un soldado va donde se le ordena y lucha donde se le ordena"; o una tan clarividente como "Haremos muchos campamentos. Daremos su merecido al Vietcong".
La Escena

Una vez dentro del campamento resisten como pueden. Y tras más de veinte minutos de intenso combate, que en la realidad han sido horas. Con víctimas como la del perrito que tiene el niño, o el sargento Provo (traicionado por vietnamitas que teóricamente eran aliados), se ven obligados a salir de allí no sin antes haber defendido con un cordón a los aldeanos para que pudieran huir. Una vez fuera, llega un avión a ayudarles y acribillan desde el aire a todos los vietcong, que se habían apoderado del campamento.
Crítica
"¿Los indios? Los cara amarillas son los indios". La frase la suelta Pedazo de Animal en "La chaqueta metálica" mientras Stanley Kubrick rueda un reportaje de la guerra de vietnam dentro de su propio acercamiento al conflicto. Pero nos sirve que ni pintado para hablar de "Boinas verdes", porque, en efecto, estamos ante un western de corte clásico en gran parte de la película, con los americanos siendo los buenos que ayudan a los nativos y a los colonos, a los indios que son el despiadado enemigo, y a un fuerte como lugar común para la gran batalla que debe tener lugar de un momento a otro.
En ese sentido, la película no es mala si consideramos que coge el ABC del cine de los años 40, con indios... o sin ellos. Porque el cine propagandístico de la II Guerra Mundial, al que se podría hacer extensible un título como "Arenas sangrientas" estrenado ya en 1949 pero con los mismos argumentos que hubiera defendido cuatro años antes, tiene claras las mismas pretensiones y puesta en escena. En ese aspecto "Boinas verdes" no desentona. Si la ponemos en blanco y negro y con japoneses en lugar de vietnamitas, y rodada veinte años antes, tendríamos un interesante ejercicio de propaganda bélica bien llevado a cabo.
El problema principal de la película es que llegó en 1968 para defender una cruzada particular del Gobierno de Estados Unidos que no tenía la misma repercusión santificadora que tuvo la II Guerra Mundial. Meter al comunismo de por medio para justificar la muerte de jóvenes americanos en una guerra fría que, como tal, siempre fue fría en el duelo directo USA-URSS solo sirve para querer echar más leña al fuego y eternizar un conflicto que no valía la pena eternizar.

Aún así queda una película resultona, para mi gusto algo larga en algunos momentos, y con una escena de acción final un tanto pobre, pero que tiene como puntos a favor una gran batalla bélica en el campamento, una buena dosis de humor y escenas simpáticas, reconocidos actores... y un final, con Wayne y el niño, realmente bueno a pesar del claro mensaje que intenta desprender. Es un aceptable film bélico, pero fallido intento de lanzar un mensaje a la población.
Nota: 5
Lo Mejor: La larga escena bélica
Lo Peor: Que pretendiera tomar por estúpidos a los espectadores de la época.
Comentarios
Publicar un comentario