Largo domingo de noviazgo (Jean Pierre Jeunet, 2004)

Tras un mes de enero dedicado al cine mudo referente a la Primera Guerra Mundial, con un clásico como "El gran desfile" y un film más desconocido como "Two arabian knights" toca dar un salto bastante grande en el tiempo. Se acerca San Valentín y este mes iba a ser dedicado al Romance dentro del género. Por ello hoy toca el turno de un film que, si bien no es tan romántico como su título parece indicar, es un bello ejemplo de amor en tiempos de guerra: "Largo domingo de noviazgo".

Dirigida por Jean Pierre Jeunet justo después de haber saboreado el éxito con "Amelie" se trata de un proyecto tan grande en presupuesto como ambicioso en muchos sentidos que no tuvo el mismo éxito (cosa lógica) que el fabuloso mundo de Amelie Poulain. Desde entonces, Jeunet apenas ha dirigido dos películas más sin apenas repercusión, una pena vista su trayectoria hasta entonces tanto con Mac Caró (Delicatessen y La Ciudad de los niños perdidos) como posteriormente.


Se trata de uno de los grandes directores europeos de finales de los 90 y principios de este Siglo, que llegó a coquetear con Hollywood sin gran resultado (Alien: Resurrection) pero que se trajo consigo dos bellas obras, una de ellas es la que hacemos referencia hoy. Repitió fórmula de Amelie al contar con Audrey Tatou para el papel principal, y en el amplio reparto destacan nombres como el de Dominique Pinon con los que ha contado en infinidad de ocasiones.

Una visión de la guerra
Lo primero que llama la atención de Largo domingo de noviazgo es su afán por resultar un drama-bélico diferente. Lo logra con creces, si bien en el fulgurante arranque donde nos explica de donde proceden los 5 condenados a muerte entre los que está el novio de Mathilde (Audrey Tatou). En el resumen de los personajes nos topamos con un guión y estructura narrativa totalmente calcada a la de Amelie. Entre ese detalle, que tenemos a la misma actriz y la Fotografía (tan sensacional o quizás más que la del film que le precede) es inviable no estar pensando en una repetición de la fórmula del anterior largometraje.

Pero las similitudes deberían quedarse ahí. A partir de esa introducción el largometraje nos abarca tres géneros diferentes sin pestañear. Desde el bélico que se alarga cual trinchera abarcando todo el film, el romántico en esos flashbacks que nos enseñan la relación de los personajes de Tatou y Gaspard Uliel (Manech, el prometido) y, no menos importante, el de intriga o suspense que genera toda la situación.

Para quien no conozca la película, sin destripar excesivamente la trama pero mostrando las señas de identidad de la misma; Largo domingo de noviazgo trata de una pareja rota por la guerra, y de como la mujer, algo más de un año después de acabar la contienda, se decide, totalmente esperanzada, por encontrar a su prometido que han dado por muerto en Tierra de nadie. Él y otros cuatro soldados fueron condenados a tal pena por automutilarse.

La película arranca, pues, en 1920, pero va alternándose con enero de 1917 cuando se perdió la pista y se dio por muerto a Manech. A partir de lo que conoce cada personaje salpicado por la guerra: Desde viudas de soldados, otros soldados que coincidieron en aquella maldita trinchera e incluso familiares del enemigo, Mathilde irá poco a poco conociendo nuevos detalles... pistas falsas, giros de guión. Quizás todo muy rebuscado, pero la manera de narrarlo, con un montaje muy bien ejecutado, es uno de los platos fuertes de la película.

Se nos muestra la esperanza, interpretada por Tatou, una mujer decidida a seguir hasta que no quede ni un mínimo atisbo de ese color verde. Su fe moverá montañas en la posguerra. Ayuda mucho, no solo la dirección de un Jeunet que seguía en estado de gracia y se atrevía con algo más arriesgado, la fotografía, el mencionado montaje, la dirección artística... todos los aspectos técnicos de Largo domingo de noviazgo son 100% destacables. Más aún si nos damos cuenta de que estamos ante un film de presupuesto europeo.

Guerra y Posguerra
El destino como arma que acaba uniendo a diferentes personajes, como el interpretado por Marion Cotillard, espléndida amante de uno de los condenados que busca durante todo el largometraje venganza. Una venganza que su querido, y eso que era un corso de armas tomar, le recordará demasiado tarde que no es la solución. Y es que de eso trata Largo domingo de noviazgo, de la devastación de la guerra no solo durante la misma, sino las consecuencias que acaba acarreando en la vida de no pocas personas.

y eso que aquí se centra, sobretodo, en tres o cuatro de los presos. Pero los hechos durante la guerra acabarán en 1920 mezclando a diferentes personas que no tienen nada que ver. Especialmente destacable es también, contemplar como ha crecido la hierba en ese campo donde tres años atrás todo era muerte y destrucción. Uno de los personajes llegará a decir que "no reconoce el sitio".

Jeunet realiza un homenaje muy logrado a las víctimas, directas o indirectas, de aquel conflicto, a la vez que enseña las penurias que había en aquella época, los diferentes mandos que se pasaban una patata caliente que nadie quería y acaba en papel mojado (literalmente). Critica la Aristocracia francesa con cierto toque de humor en ocasiones negro, y nos muestra un bello cuadro de la guerra, tanto en esa iluminación soleada de 1920 como en ese tono grisaceo que hay en la suciedad de 1917. Todo ello aderezado con ternura, como si estuviera contándonos un cuento, a pesar de que nos narra una pesadilla.

Largo domingo de noviazgo es una notable película altamente recomendable y, en opinión personal, el mejor largometraje que se ha hecho sobre la gran guerra desde los años 50 (cuando Kubrick realizó "Senderos de gloria" y Monicelli "La gran guerra"). Hacía años que no la veía, y aunque la disfruté en el cine he de reconocer que cada vez que la he visto me he acabado llevando una buena alegría. Film que no pierde con el paso del tiempo, todo lo contrario.

Premios
Sin tener la repercusión de "Amelie", la película de Jeunet cumplió expectativas sobretodo con la crítica. Dentro del cine francés logró hasta 12 nominaciones a los César, venciendo en 5 categorías secundarias; el BAFTA a mejor película de habla no inglesa o la nominación al Globo de Oro fueron otros premios destacados donde estuvo presente. En los Oscars no podía estar en la categoría de film de habla no inglesa pero la Academia le mencionó, a pesar de ser extranjera, en dos categorías: Fotografía y Dirección artística; merecidísimos ambos reconocimientos.


Nota: 8/10 

Lo Mejor: Bellísima fotografía y unos apartados técnicos impecables. Se nos muestra la suciedad de la guerra desde un tono más simpático del que cabe esperar, pero al mismo tiempo muestra lo agrio de la contienda.

Lo Peor: Quizás le falta cierta regularidad, o le sobre un cuarto de hora. El tramo final, cuando ya parece que todo va llegando a su conclusión, adolece de cierta falta de interés.


Otros títulos analizados para el 100 Aniversario del final de la I Guerra Mundial

El Gran desfile
Hermanos de Armas

Comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *