Hermanos de armas (Lewis Milestone, 1927)

Este 2018 se cumplirán 100 años de la finalización de la Gran Guerra (I Guerra Mundial). Para rememorar dicha efeméride, en Todosobremicinebelico analizaré cada mes dos películas sobre la contienda. Desde grandes clásicos como "Senderos de gloria" o "Sin novedad en el frente", hasta films menos conocidos para el público, como es el caso que hoy nos toca: "Hermanos de armas", comedia de aventuras dirigida por el doblemente oscarizado Lewis Milestone.

Two arabian knights
Con un título en inglés mucho más bonito (Dos caballeros árabes) que muestra mejor la realidad del film en su último tramo, puro cine de aventuras para rescatar a una damisela, "Two Arabian knights" es el primer gran film de Lewis Milestone, que le valdría su primer oscar como director, aunque en una categoría que apenas existió en los Oscars: Mejor Director de comedia.


Fue en la primera gala de los Premios de la Academia, por lo que no hubo mejor estreno para un Milestone que en 1930 dirigiría su obra cumbre, también sobre la I Guerra Mundial: "Sin novedad en el frente", que lograría los dos premios gordos: Mejor film, y mejor dirección. En esa ocasión, sí, en la categoría principal.

En "Two arabian Knights" podemos distinguir tres partes diferentes. Por un lado está una primera parte que nos muestra las mejores virtudes de Milestone como director. Un soldado (William boyd) y su sargento (Louis Wolheim) acaban en medio de un hoyo en tierra de nadie durante un asalto a las trincheras alemanas. Dentro de las trincheras, ambos, que se llevan a matar, comienzan a pelearse como si la guerra que hubiera alrededor no fuera con ellos.

He aquí mi plano preferido de la película, y un plano que debido al desconocimiento del film puede haber pasado desapercibido pero merece la pena mencionar como punto favorable de la película. Vemos como alrededor de ese hoyo, de esa fosa, aparecen numerosos soldados alemanes con las bayonetas a punto rodeando el hoyo por fuera. Se nos muestra primero el plano cenital, viéndose la pelea abajo en un plano bonito. Después, el plano subjetivo de quienes están en el hoyo (nuestros héroes) que ven todas las bayonetas rodeándoles, haciendo un círculo. Esta vez, en un plano nadir, en contraposición al plano anterior.

No acaban aquí las virtudes del Milestone director, que mantiene durante el primer tramo de la película un ritmo muy acertado y logrado. Desde que son hechos prisioneros hasta esa loca evasión, el film es una comedia ligera que se ve agradablemente a pesar de que el paso de los años y el cine mudo se hacen, en algunos momentos, difíciles de digerir si no se ven en pantalla grande. Vemos planos de pies caminando que podrían recordar a una de las más célebres secuencias de "Sin novedad en el frente" que ya se analizarán en su momento; y el film se acerca a esos clásicos de evasión pero con el toque de humor para entretener al público de la época, sin caer (tampoco) en la torpeza ni la parodia excesiva.

Sin embargo en esa loca evasión que acabará con nuestros personajes camino de Arabia por una serie de desafortunadas desdichas, empieza el film a flojear. Tras unas secuencias aceptables en tren, se llega a un viaje en barco que marea al espectador, le deja aturdido. El cine romántico de la época, visto casi 100 años después, chirría. Pero hay historias de amor bonitas y bien llevadas y otras que son excesivamente simples, sencillas, de andar por casa. Como si de una comedia romántica se tratara, el film entra en unos senderos pantanosos que generan el bostezo. Se pierde la gracia, la chispa, y ese toque de aventuras que estaba cogiendo la película poco antes.

Buen desenlace

Llegados a la tercera parte a la película le cuesta volver a coger el ritmo, tras dejarnos groguis en el barco. Sin embargo, el último cuarto de hora se vuelve a ver cine del bueno de Milestone. Una película de aventuras a la vieja usanza (por entonces no tan vieja) en plena Arabia, a golpe de espada (y alguna pistola), donde la banda sonora, perfectamente llevada a lo largo de todo el metraje coge especial protagonismo en el duelo final.

Duelo final (o semifinal, para quienes vean el film sin destriparles toda la gracia del asunto) que genera un buen momento de tensión y clímax reconociendo que se acerca el final. Un final ansiado tras una segunda parte del film un tanto fría, pero que nos despierta de nuestra butaca para presenciar justo a tiempo el desenlace. Un desenlace que no por manido pierde su interés. Recordemos que el film es de 1927 y por lo tanto lo que hoy en día pudiera parecernos muy masticado, en su momento no lo era tanto.

El dúo "cómico" formado por Boyd y Wolheim cumple. No es fácil la tarea de ejercer en cierto momento de bufones y cómicos, pero al mismo tiempo deber recordar que deben ser héroes de una historia de aventuras. Un poco como sería Indiana Jones. En este tipo de films comienza a nacer ese gérmen para hacer buen cine de aventuras con tintes cómicos. Pero aquí, una historia de amor (Mary Astor de protagonista) y el bajón del ritmo a mitad del film lo dejan en un aceptable viaje para el que el tiempo no ha sido generoso. Una pena porque en su primera media y el cuarto de hora final había material para un buen clásico.

Nota: 5,5

Lo mejor: Su primera media hora, donde se muestra como una comedia de cine carcelario/evasión lograda; y la tensión del duelo final.

Lo Peor: la historia de amor y el nudo de la película, que nos deja aturdidos en el sofá deseando acabar la película.

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