Hoy os traigo en la Sección de #AventurasSubmarinas de Todosobremicinebélico, un título menor, menos conocido dentro del cine clásico y con la marca y firma del cine británico: "Operación Tirpitz", film basado en hechos reales y que formó parte de los grandes títulos que Gran Bretaña dedicó a recordar con heroísmo la II Guerra Mundial durante la década de los años 50.
La Estrella
Para hablar de "Operación Tirpitz" tocaría hablar primero de su gran estrella, John Mills, reputado actor que protagonizó numerosos proyectos bélicos durante las décadas de los 40, 50 y 60. Entre dichos proyectos, toca destacar aquellos que tuvieron lugar en Alta Mar, ya que estamos con la sección de #AventurasSubmarinas.
Su bautismo en la temática tuvo lugar antes de iniciarse la II Guerra Mundial, en 1935 con el film "Cachorro de mar" ambientado en la Gran Guerra. Pero el gran éxito vino a partir de "Sangre, Sudor y lágrimas" (David Lean, Noel Coward), película analizada en el blog a bordo de un buque de guerra británico. Apenas un año después de dicho estreno, en 1943, Mills subía a bordo de su primer submarino en "We Dive at dawn", también descubierta en este blog y que guarda bastantes similitudes con "Operación Tirpitz". Entre medio, otra incursión submarina con "Salida al amanecer". En total, tres películas donde capitaneó un submarino. Completan su aportación al subgénero títulos como "Dunkerque" y "The Valiant".
La historia
El Tirpitz fue un acorazado alemán que aterrorizaba a la Marina Británica. No tanto por su aportación durante el combate, ya que fue estrechamente vigilado, si no por precisamente dicho "Marcaje" que tenía a parte de la Marina británica pendiente de dicho buque. Por ello, se ideó un plan para acceder al fiordo noruego donde estaba anclado, para hundirlo. Primero se intentó enviar minisubmarinos tripulados por dos submarinistas, del estilo a los que se nos mostraba en el film "El enemigo silencioso".
Dicho plan fallaría y, por ello, el siguiente plan consistía en emplear los submarinos de bolsillo X. Tres submarinos serían enviados hasta cerca de Noruega para, una vez allí, acceder al puerto donde se encontraba el Tirpitz, colocarle cargas explosivas, y que este volara por los aires. La misión resultaría un éxito, si bien lo que no nos muestra del todo la película es que dicha "avería" no acabó con el barco, que acabaría siendo reparado. Sería hundido meses después al ser alcanzado por la aviación británica.
Hazañas submarinas
La película, como la mayoría de su especie, se centra mucho más en las hazañas bélicas y en las misiones suicidas típicas de la época que en el cine claustrofóbico. El momento de mayor tensión lo tenemos cuando en la red que une el minisubmarino con otro submarino más grande se enreda una mina marina y uno de los miembros con su pierna intenta desviar el peligro antes de que hiciera contacto y hundiera el mini-sumergible.
Una vez en la misión final, toca destacar el destino de cada submarino por separado. Uno de ellos acaba condenado a estar bajo el agua y decide no salir a flote para no desbaratar la misión, acabando condenados a estar en el fondo de esas frías aguas nórdicas con fatal desenlace para ellos. Exceptuando esos dos momentos que nos recuerdan lo difícil que es estar a bordo de un submarino, la película se centra, como digo, mucho más en las hazañas bélicas.
Tenemos a un "comando" submarino formado para la ocasión. La Marina británica no confía en el proyecto y deciden suspenderlo, pero el oficial al mando (John Mills) lanza una "ofensiva" sorpresa que consiste en, saltándose las reglas, con nocturnidad colocar con los minisubmarinos cargas falsas en los buques británicos. El éxito de dicha incursión nocturna provocará que reactiven la operación. Por suerte para el espectador, la película acaba no centrándose en exceso en los preparativos y va al grano.
Dicho grano, tras un fallido intento con esos sumergibles tripulados por buzos, consiste en meternos de lleno en una de submarinos. Los X con cuatro miembros de tripulación cada uno, van al fiordo. Tenemos la escena para pasar las redes submarinas. En esta ocasión no tenemos el ingenio de Cary Grant para entrar en la bahía de Tokio y es todo más rudimentario: De uno de los submarinos de bolsillo saldrá un buzo para abrir un agujero en las redes submarinas.
Eso sí, muy en el orden del cine británico de aquella época, los alemanes eran unos meros secundarios con escasa inteligencia y muy mala puntería. Honra, no obstante, ver al oficial al mando del Tirpitz felicitando a los británicos capturados, una vez el buque ha sido alcanzado por las minas explosivas. Toda honra y orgullo del éxito de la operación, no obstante, acaba en drama con la explosión del tercero de los minisubmarinos: Ocho han sido hechos prisioneros, y cuatro no viven para contarlo. El final, con un buque que posiblemente vuelva a ser puesto en acción en un tiempo, y con los protagonistas (John Mills a la cabeza) con rostro serio, nos recuerda el inmenso sacrificio de una guerra, en ocasiones en balde.
De "We Dive at Dawn" a "Submarino X1"
"Operación Tirpitz" fue estrenada en 1955 y, como decía antes, no era la primera incursión de John Mills a bordo de un submarino. En 1943 llegaría "We dive at dawn", cuya sinopsis nos envía a bordo de un submarino de la Marina Británica (de los grandes), el Sea Tiger, que es enviado a la peligrosa misión de dar con el Acorazado Brandenburgo, que se esconde en un Báltico fuertemente defendido. La película se divide en dos partes: La caza del buque alemán, y posteriormente el intento de huida con una misión terrestre que consiste en conseguir combustible en territorio enemigo. Altamente entrtenida y con similitudes a "Operación Tirpitz".
Si bien, la que es un ¿calco? a esta película, si bien con menor nivel, es la americanada "Submarino X-1" protagonizada por James Caan en 1968, y que nos recupera estos minisubmarinos de bolsillo. No solo eso, los vuelven a enviar a los fiordos noruegos, a destruir el Lindendorf. Como detalle, misma temática, pero aquí la película de hazañas bélicas se queda ahí, al no contener ningún detalle histórico, con un buque enemigo ficticio. En cierto modo, se puede considerar un remake de "Operación Tirpitz".
Crítica
Dos premisas resultan atractivas a primera vista de la película. Por un lado, el hecho de narrarnos hechos históricos, en el mismo camino que seguiría otro clásico británico de la época: "Hundid el bismarck"; por otra parte, el mostrarnos los submarinos de bolsillo, toda una rareza, un arma "diferente" De la II Guerra Mundial que merecía su película. Todo ello, para enaltecer el espíritu británico y la contribución de la Marina en la Guerra en una época donde la Guerra Fría estaba en el ambiente.
En esos dos apartados, la película cumple con creces, sin duda alguna. Si le añadimos el contar con uno de los grandes actores británicos de la época para este tipo de películas: John Mills, tenemos un paquete bastante interesante en los poco más de 90 minutos de duración. Sin embargo, la tensión y la emoción no tienen el suficiente dramatismo para atraer al espectador. Al final resulta ser un producto de fácil digestión para narrar una de hazañas bélicas.
Todavía no eran los años 60, donde el cine made in Hollywood hacía este tipo de películas con mayor espectacularidad, y tampoco se trataba de films anti-nazis de los años 40. Pero a pesar de ello, la buena cosecha de los años 50 trajo títulos interesantes. "Operación Tirpitz" es uno de ellos: Interesante y entretenido, un pasatiempo que si te pilla en el sofá lo devoras con gusto si no lo has descubierto, pero que no sobrevive en exceso a un revisionado.
En gran parte, uno de los problemas de la película es su ritmo acelerado en la parte de los preparativos de la misión, algo que en el cine posterior se le da bastante importancia. La misión en sí es atractiva y peligrosa, pero el montaje de la última media hora, mostrándonos a los diversos minisubmarinos es un tanto caótico, por no decir "justito". Por poner un ejemplo, un minisubmarino sube a la superficie provocando que el Tirpitz se entere de la jugada. Y, a pesar de ello, cesan de lanzar cargas de profundidad demasiado pronto. No acaba de ligar ese tramo final con la ambientación de la película.
Nota: 5,75
Lo Mejor: Lo atractivo de la historia, y mostrarnos los submarinos de bolsillo
Lo Peor: El montaje, un tanto justito y carente de emoción en el tramo final.
La Estrella
Para hablar de "Operación Tirpitz" tocaría hablar primero de su gran estrella, John Mills, reputado actor que protagonizó numerosos proyectos bélicos durante las décadas de los 40, 50 y 60. Entre dichos proyectos, toca destacar aquellos que tuvieron lugar en Alta Mar, ya que estamos con la sección de #AventurasSubmarinas.
Su bautismo en la temática tuvo lugar antes de iniciarse la II Guerra Mundial, en 1935 con el film "Cachorro de mar" ambientado en la Gran Guerra. Pero el gran éxito vino a partir de "Sangre, Sudor y lágrimas" (David Lean, Noel Coward), película analizada en el blog a bordo de un buque de guerra británico. Apenas un año después de dicho estreno, en 1943, Mills subía a bordo de su primer submarino en "We Dive at dawn", también descubierta en este blog y que guarda bastantes similitudes con "Operación Tirpitz". Entre medio, otra incursión submarina con "Salida al amanecer". En total, tres películas donde capitaneó un submarino. Completan su aportación al subgénero títulos como "Dunkerque" y "The Valiant".
La historia
El Tirpitz fue un acorazado alemán que aterrorizaba a la Marina Británica. No tanto por su aportación durante el combate, ya que fue estrechamente vigilado, si no por precisamente dicho "Marcaje" que tenía a parte de la Marina británica pendiente de dicho buque. Por ello, se ideó un plan para acceder al fiordo noruego donde estaba anclado, para hundirlo. Primero se intentó enviar minisubmarinos tripulados por dos submarinistas, del estilo a los que se nos mostraba en el film "El enemigo silencioso".
Dicho plan fallaría y, por ello, el siguiente plan consistía en emplear los submarinos de bolsillo X. Tres submarinos serían enviados hasta cerca de Noruega para, una vez allí, acceder al puerto donde se encontraba el Tirpitz, colocarle cargas explosivas, y que este volara por los aires. La misión resultaría un éxito, si bien lo que no nos muestra del todo la película es que dicha "avería" no acabó con el barco, que acabaría siendo reparado. Sería hundido meses después al ser alcanzado por la aviación británica.
Hazañas submarinas
La película, como la mayoría de su especie, se centra mucho más en las hazañas bélicas y en las misiones suicidas típicas de la época que en el cine claustrofóbico. El momento de mayor tensión lo tenemos cuando en la red que une el minisubmarino con otro submarino más grande se enreda una mina marina y uno de los miembros con su pierna intenta desviar el peligro antes de que hiciera contacto y hundiera el mini-sumergible.
Una vez en la misión final, toca destacar el destino de cada submarino por separado. Uno de ellos acaba condenado a estar bajo el agua y decide no salir a flote para no desbaratar la misión, acabando condenados a estar en el fondo de esas frías aguas nórdicas con fatal desenlace para ellos. Exceptuando esos dos momentos que nos recuerdan lo difícil que es estar a bordo de un submarino, la película se centra, como digo, mucho más en las hazañas bélicas.
Tenemos a un "comando" submarino formado para la ocasión. La Marina británica no confía en el proyecto y deciden suspenderlo, pero el oficial al mando (John Mills) lanza una "ofensiva" sorpresa que consiste en, saltándose las reglas, con nocturnidad colocar con los minisubmarinos cargas falsas en los buques británicos. El éxito de dicha incursión nocturna provocará que reactiven la operación. Por suerte para el espectador, la película acaba no centrándose en exceso en los preparativos y va al grano.
Dicho grano, tras un fallido intento con esos sumergibles tripulados por buzos, consiste en meternos de lleno en una de submarinos. Los X con cuatro miembros de tripulación cada uno, van al fiordo. Tenemos la escena para pasar las redes submarinas. En esta ocasión no tenemos el ingenio de Cary Grant para entrar en la bahía de Tokio y es todo más rudimentario: De uno de los submarinos de bolsillo saldrá un buzo para abrir un agujero en las redes submarinas.
Eso sí, muy en el orden del cine británico de aquella época, los alemanes eran unos meros secundarios con escasa inteligencia y muy mala puntería. Honra, no obstante, ver al oficial al mando del Tirpitz felicitando a los británicos capturados, una vez el buque ha sido alcanzado por las minas explosivas. Toda honra y orgullo del éxito de la operación, no obstante, acaba en drama con la explosión del tercero de los minisubmarinos: Ocho han sido hechos prisioneros, y cuatro no viven para contarlo. El final, con un buque que posiblemente vuelva a ser puesto en acción en un tiempo, y con los protagonistas (John Mills a la cabeza) con rostro serio, nos recuerda el inmenso sacrificio de una guerra, en ocasiones en balde.
De "We Dive at Dawn" a "Submarino X1"
"Operación Tirpitz" fue estrenada en 1955 y, como decía antes, no era la primera incursión de John Mills a bordo de un submarino. En 1943 llegaría "We dive at dawn", cuya sinopsis nos envía a bordo de un submarino de la Marina Británica (de los grandes), el Sea Tiger, que es enviado a la peligrosa misión de dar con el Acorazado Brandenburgo, que se esconde en un Báltico fuertemente defendido. La película se divide en dos partes: La caza del buque alemán, y posteriormente el intento de huida con una misión terrestre que consiste en conseguir combustible en territorio enemigo. Altamente entrtenida y con similitudes a "Operación Tirpitz".
Si bien, la que es un ¿calco? a esta película, si bien con menor nivel, es la americanada "Submarino X-1" protagonizada por James Caan en 1968, y que nos recupera estos minisubmarinos de bolsillo. No solo eso, los vuelven a enviar a los fiordos noruegos, a destruir el Lindendorf. Como detalle, misma temática, pero aquí la película de hazañas bélicas se queda ahí, al no contener ningún detalle histórico, con un buque enemigo ficticio. En cierto modo, se puede considerar un remake de "Operación Tirpitz".
Crítica
Dos premisas resultan atractivas a primera vista de la película. Por un lado, el hecho de narrarnos hechos históricos, en el mismo camino que seguiría otro clásico británico de la época: "Hundid el bismarck"; por otra parte, el mostrarnos los submarinos de bolsillo, toda una rareza, un arma "diferente" De la II Guerra Mundial que merecía su película. Todo ello, para enaltecer el espíritu británico y la contribución de la Marina en la Guerra en una época donde la Guerra Fría estaba en el ambiente.
En esos dos apartados, la película cumple con creces, sin duda alguna. Si le añadimos el contar con uno de los grandes actores británicos de la época para este tipo de películas: John Mills, tenemos un paquete bastante interesante en los poco más de 90 minutos de duración. Sin embargo, la tensión y la emoción no tienen el suficiente dramatismo para atraer al espectador. Al final resulta ser un producto de fácil digestión para narrar una de hazañas bélicas.
Todavía no eran los años 60, donde el cine made in Hollywood hacía este tipo de películas con mayor espectacularidad, y tampoco se trataba de films anti-nazis de los años 40. Pero a pesar de ello, la buena cosecha de los años 50 trajo títulos interesantes. "Operación Tirpitz" es uno de ellos: Interesante y entretenido, un pasatiempo que si te pilla en el sofá lo devoras con gusto si no lo has descubierto, pero que no sobrevive en exceso a un revisionado.
En gran parte, uno de los problemas de la película es su ritmo acelerado en la parte de los preparativos de la misión, algo que en el cine posterior se le da bastante importancia. La misión en sí es atractiva y peligrosa, pero el montaje de la última media hora, mostrándonos a los diversos minisubmarinos es un tanto caótico, por no decir "justito". Por poner un ejemplo, un minisubmarino sube a la superficie provocando que el Tirpitz se entere de la jugada. Y, a pesar de ello, cesan de lanzar cargas de profundidad demasiado pronto. No acaba de ligar ese tramo final con la ambientación de la película.
Nota: 5,75
Lo Mejor: Lo atractivo de la historia, y mostrarnos los submarinos de bolsillo
Lo Peor: El montaje, un tanto justito y carente de emoción en el tramo final.
Comentarios
Publicar un comentario