Cuatro de infantería (Westfront 1918, GW Pabst)

1930 fue un gran año para el cine bélico. Probablemente el primer año clave en el género, ya que con la llegada del sonido se aprovechó para dar mayor realismo al cine bélico que hasta entonces había tenido un buen puñado de películas, pero al que le faltaba ese "toque" para meter al público en la batalla. El destino quiso que "Sin novedad en el frente" pasara a la historia, al tratarse de una película norteamericana que hablaba de la dureza de la guerra, de como destrozaba vidas de jóvenes... y que cayera en el olvido un film alemán de temática parecida: "Westfront 1918", titulado aquí "Cuatro de infantería".

Obra de GW Pabst, uno de los grandes directores alemanes de la época. La película desprendería tanta tragedia y enviaba un mensaje antibélico que ya fue atizada en su época por la República de Weimar... pero sería vilipendiada totalmente por el Régimen Nazi de Hitler, que no veía con buenos ojos esa visión tan derrotista de la contienda, cuando lo que se requería era alabar la labor de los alemanes que en ella combatieron.
Resumen
La película arranca con un grupo de soldados alemanes en la retaguardia, en un pueblo francés, donde todos intentan ligar a la camarera. Lo hacen de malas maneras, por lo que ella no quiere saber nada d esos "babosos". Suenan las alarmas de un bombardeo y todos bajan al refugio, donde el "estudiante", el chico más joven del grupo, trata bien a la chica y sí consigue ligar con ella. Eso sí, llega el jefe del Regimiento para comunicarles que vuelven al frente.

Ya en el frente, vuelta al barro y al infierno, reciben el ataque de sus propias tropas. Un fuego corto provoca el pánico en el grupo, e incluso provoca desprendimientos que entierran vivos a algunos de ellos. Especialmente impactante resulta la secuencia donde tres soldados sin apenas oxígeno aguantan con sus cascos las vigas para no quedar sepultados totalemente, mientras el resto de compañeros intentan socorrerles.

El Teniente manda a un mensajero a avisar a las líneas de retaguardia que cambien las coordenadas del ataque, puesto que el fuego, demasiado corto, les está acribillando, pero este cae muerto antes de llegar a su objetivo. Finalmente, el "estudiante" decide presentarse voluntario para ir a avisar, llegará, no sin antes haberlas pasado canutas, y logra así evitar una masacre en su Regimiento. Justo después se toma un descanso y "desierta" provisionalmente para volver al pueblo en busca de su amada francesa.

En el Regimiento le dan por muerto cuando el otro gran protagonista de la película: Karl recibe unos días de permiso. De mientras, el estudiante, tras haber estado con la francesa, decide volver a su Regimiento, no sin antes ser salvado por unos soldados de permiso de una más que probable detención por deserción, y futuro fusilamiento. Entienden que el chaval está enamorado y que la guerra es demasiado dura como para ser duros con él.

Cuando vuelve a sus líneas se encuentra con Karl, a quien le comunica que ha conocido a una francesa... este, mientras, vuelve a su casa. En Alemania las cosas no van bien, largas colas para conseguir un poco de comida... la guerra perdiéndose, y allí llega Karl a su casa, su madre le ve pero no puede ir a por él por no perder su "sitio" en la cola, ya que la gente es muy estricta. Al subir las escaleras a encontrarse con su mujer, se la encuentra con otro hombre en la cama.

Del disgusto Karl hace marchar al hombre, pero no dirige palabra alguna a su mujer, decepcionado. No la culpa, pero tampoco le perdona... su madre llegará y le dirá que es normal lo que ha sucedido, ya que lleva año y medio lejos de casa. Aquí Pabst aprovecha para culpar a la guerra, y utiliza a la mujer como voz de la conciencia... ¿Cuando acabará todo? Lo mismo pasa en el otro lado con la chica francesa, apenada por la marcha de su amado "estudiante" al frente.


Infierno en la tierra
Mientras Karl desperdicia sus días en casa queriendo volver al frente (en una situación parecida en la que se encontraba el joven protagonista de "Sin novedad en el frente" cuando ve que no se adapta a su hogar, y que su verdadero sitio son las trincheras), sus compañeros sufren los ataques de los franceses... en uno de estos ataques el estudiante se enzarza con un soldado francés. Vemos como el francés le mete la cabeza en el agua de un charco en un agujero de obús... y ahí acaba el plano. Podemos intuir qué ha sucedido.

Karl vuelve al hogar en el que ha permanecido más de año y medio, y le comunican que el estudiante está desaparecido. Al mismo tiempo el Teniente de la compañía pide cuatro voluntarios para realizar un puesto avanzado para defenderse de un más que probable ataque francés. Karl se presenta voluntario y decide escoger a sus tres acompañantes. Un inseparable amigo (uno de esos "cuatro" que da el título, aunque la película realmente se centre en dos) le acompañará en este viaje a una probable muerte.

Por el camino encuentran el cuerpo de el estudiante, sin vida, nosotros no lo vemos, pero vemos la cara de horror de quienes lo contemplan y como Karl, con la pala, le lanza tierra. En el siguiente plano vemos como solo sobresale una mano de la tierra. Ahí yace un chaval con sus sueños, mientras en el pueblo francés la muchacha huye y el bar donde trabajaba está hecho ruinas. ¿Cuando parará la guerra? Esta sigue inexorable, y tras una batalla caótica, donde Pabst nos desangra por todos los costados sin saber por donde vienen las balas y los obuses, uno a uno vemos caer a los protagonistas.

A todos menos al Teniente, que de pie, rodeado por numerosos soldados muertos, comienza a gritar... Locura, la locura de la guerra se apodera de él antes de que en un plano veamos como un médico se lo lleva de allí. El Teniente llega delirando a un hospital improvisado en lo que antes era una Iglesia. Y ahí, en ese tramo final de la película, vemos todos los horrores de la guerra. Desde un amputado de piernas a quien el médico le dice con sarcasmo que "al menos tienes los brazos", un médico que necesita echar un cigarrillo mientras contempla como se les acaba el Éter para sedar a los moribundos...

y en medio de todo ello, con el griterío de quienes lanzan sus últimos estertores, muere uno de nuestros secundarios ilustres de la película y posteriormente, delirando y pensando que lanza mensaje a su mujer que le ha sido infiel, fallece Karl. A su lado, en medio de ese hospital alemán, hay un soldado francés, que le agarra la mano y llora la muerte de un enemigo que durante ese rato era su amigo más cercano. La guerra es dura y se lleva a todos consigo... y deja atrás a las mujeres, viudas, con los sueños rotos... y ahí, Pabst da por terminada la película con una pregunta: "Ende?!" (¡¿Fin?!)... el tiempo dejó claro que no, que no era el final.

Análisis Secuencias
La película, al ser rodada en 1930 con menos medios que esa versión norteamericana, ha perdido fuelle con el tiempo y parece carecer de grandes momentos. De hecho algún momento musical o un sketch con dos payasos de circo entreteniendo a las tropas (la parte más aburrida del film, la cual he omitido en el resumen) no ayudan. Eso sí, hay momentos que merece la pena repasar.

Comenzando por esa escena angustiosa en las trincheras, donde las vigas ceden y los soldados ahí presentes aguantan como pueden, manteniéndose erguidos, sujetando con sus cabezas y con lo que pueden, las vigas, respirando poco para no agotar el aire... aguantando la ayuda de sus  compañeros. Poco después un soldado que entrega a los oficiales la comida, guarda en un plato un poco para dársela al mensajero (El estudiante) que casi da su vida por salvar a todo su Regimiento y a quien nadie le ha agradecido su gesto.

Posteriormente llega la escena en casa, en una Alemania en las últimas... donde vemos a un soldado subir unas escaleras, con la esperanza de reencontrarse con su amor. Unos días después, pero apenas 15 minutos después de película vemos al mismo soldado bajar, cabizbajo, sin mediar palabra alguna, por esas escaleras, contemplando con indiferencia como su mujer llora arriba, sabiendo que ha hecho mal y que la guerra es muy dura.

El último gran tramo es el de la Iglesia. Como decimos, cinco minutos de locura, iniciados con el Teniente a gritos, con una cara desencajada mostrando el auténtico horror de la guerra. Con un hospital repleto de moribundos, con unos médicos que no dan abasto, y con un francés en una camilla junto a nuestro protagonista... simbolizando un toque de amistad, de paz... de confraternización con el enemigo. A fin de cuentas, todos son seres humanos.



Crítica
El tiempo no ha tratado muy bien a una película que ha podido caer en el olvido. Un mensaje que merece la pena contemplarse y una película diferente, hecha como si fuera a pedazos, a sketches, sin un protagonismo fijo... puesto que parece indicarnos que el protagonista es un joven soldado pero finalmente se nos muestra a otro... y ese final coral en el hospital.

Pabst, como amante del cine alemán de los años 20, de quien fue uno de los directores consagrados, nos muestra con una dirección caótica (pero con sentido) los horrores de la guerra.. Se pasa de la retaguardia a los obuses, de un hombre en su casa a sus compañeros muriendo en el combate, como si nada... y unos deseando estar en casa, y el otro deseando volver a las trincheras.

Nos enseña las vergüenzas de Alemania en los hogares, las penurias de la guerra, de la que no se libra nadie. Que dos mujeres tengan el peso suficiente como para no ser "floreros" es algo a tener en cuenta en la época. La francesa es mucho más que el amor de una noche de verano de el estudiante, es una voz que denuncia la guerra, del mismo modo que quien es infiel a Karl denuncia que se hayan llevado a su marido, puesto que ella lo necesita en casa. Del mismo modo que piensa la madre de este.

Por último, destacar los combates. Si bien alguno de ellos es una locura, con franceses y alemanes mezclados en la trinchera de una forma que el espectador puede perder por completo la noción de donde nos encontramos, la secuencia final con el ataque (con tanques) de los franceses es estremecedora. Iniciada brillantemente con el entierro de el estudiante, de quien solo vemos la mano, y cerrada con esa secuencia del hospital... pasando entre medio por un combate donde uno a uno son aniquilados los protagonistas.

El resultado es una notable película que merece la pena recordar y echar el vistazo para aquellos que no la hayan visto. Que no serán pocos, puesto que mientras que "Sin novedad en el frente" se llevó toda la gloria (y los Oscars) cuenta con 50,000 votos imdb; el film de Pabst apenas supera los 1,000 votos. Una pena que cine de buena calidad quede en el olvido directamente desde el año en que salió, y todo porque una película de mayor embergadura (también mejor, todo hay que decirlo) compartía demasiadas similitudes con ella.

Nota: 7,25

Lo Mejor: La desolación que desprende en sus protagonistas. Esa espiral a la locura que refleja, y ese final en el Hospital.
Lo Peor: algunos momentos que no casan y alguna secuencia un tanto caótica o atropellada, quizás víctimas del montaje.

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