Para comenzar, en esta ocasión tenemos como atractivo que asistimos al primer gran juicio, en el que estaban los grandes mandamases con Hermann Göring a la cabeza. La mera presencia del gran Russell Crowe ya es suficiente para pagar la entrada y prestar atención. Y bien merece la pena cada instante del neozelandés en pantalla.
El largometraje quizás peque de no saber desde qué lado observar la obra. De esta manera es la relación entre Göring y su psiquiatra allí (interpretado por el oscarizado Rami Malek) la que mayor peso en el metraje y la trama tiene; pero eso no quita que de manera paralela se nos da una clase de historia mostrando los preparativos del juicio.Quien espere dos horas y media de juicio pinchará en hueso; y es que "Nuremberg" nos propone ir más allá, conociendo un poco a aquel que le trató y conoció en persona al segundo hombre más importante en el escalafón del Tercer Reich, y que llegaría a pretender vender (sin éxito) un libro narrando su experiencia; pero, sobre todo, nos permite conocer algo más a Göring.
Resulta espeluznante asistir a un Crowe que recuerda a su mejor momento en la actuación. Los premios no se acordarán de él porque ya está olvidado y por ser un largometraje que viaja de manera subterránea por los mismos, pero lo que realiza aquí tiene mucho mérito. Coge un personaje que deberíamos odiar, un auténtico monstruo nazi, y le da cierta humanidad. Incluso, nos llega a caer simpático.Cada frase suya podemos creérnosla por su manera de ser. La templanza que muestra en cada escena nos deja helados. Incluso se llega a observar esa amistad entre las dos personas, el psiquiatra que mejor llegó a conocer el interior de ese hombre que llegó a ser de los promotores del holocausto.
En efecto, el holocausto vuelve a estar presente y, de hecho, llega a sobrecoger con las imágenes explícitas que nos muestran. Donde muchos opinarán que no era necesario hoy en día gastar metraje alguno en recordarnos de qué trataba, yo considero lo oportuno del reportaje que se muestra con pelos y señales. De esta manera el director nos traslada y transporta al mismísimo 1946 y a esos juicios, y a una de las primeras veces donde lo que era un rumor a voces se hizo real.La barbarie perpetrada no se debe olvidar. Y en ese sentido el espectador queda golpeado como el propio psiquiatra, con Malek teniendo que salir de la sala al contemplar como su 'amigo' fue capaz de dejar que sucediera todo aquello e incluso pretender escurrir el bulto recalcando que desconocía lo que sucedía allí.
"Nuremberg" mantiene el ritmo en todo momento y acaba resultando un notable drama histórico que toca muchas puertas, quizás pocas con suficiente contundencia. Pero para eso tenemos a Russell Crowe como alma de la producción. Es verle con esa pose, esa templanza, y llegar a temer. Cine efectivo, como los trucos de magia sencillos que realiza el bueno de Malek. Pero, bendito abracadabra, que nos recuerda que el ser humano puede llegar a ser un demonio, ya que ha sido capaz de serlo antes. No olvidemos ese mensaje.
Nota: 7'5
Lo mejor: Crowe, inmenso como Göring.
Lo peor: Por momentos, no saber por dónde quiere ir.




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