Con una actriz como Saoirse Ronan ("Expiación") en un rol de esos que podrían llamar a las nominaciones, con el horror de la guerra de fondo y un niño por protagonista, ¿qué podía salir mal? Pues, por desgracia, casi todo.
"Blitz" acaba siendo un quiero y no puedo en muchos aspectos, empezando por una nada épica duración y la sensación constante de haber visto esa película antes. Ya son muchos los títulos que han tratado en alguna escena o la totalidad de sus respectivos largometrajes el Londres y la Gran Bretaña bajo las bombas, y 'Blitz' no logra que casi ningún pasaje pueda resultar memorable.
Lo del infante viajando lejos de la ciudad ya lo hemos visto en un clásico mucho más eficaz como "Esperanza y gloria" título de John Boorman que, junto a la oscarizada "La señora Miniver" representan los hitos del subgénero, por llamarlo de algún modo. Y no es que no pueda resultarnos atractiva esa historia de esperanza con un niño perdido buscando a su madre (sí, decide escapar y llegar a Londres).Hay alguna escena que podría ser dura, como la de los niños en la estación de tren. La insensibilidad, por llamarlo de algún modo, del protagonista, contagia al espectador en una escena de esas que deberían quedar guardadas en nuestra memoria pero no acaba de estar del todo resuelta.
El tramo final de la película, ya en Londres y con bombardeos constantes acaba siendo un batiburrillo de cosas donde destaca ese metro inundándose. Pero algo hay en cada 'sketch' de esta película de episodios que no acaba de encajar. La sala de montaje, o la ausencia de algunas escenas parece dejar en todo momento el regusto de que la producción está incompleta.Quedan detalles bonitos, elegantes, como el de un niño en medio de la guerra contemplando un escaparate de una juguetería. Su inocencia y el hecho de que todavía es un niño que persigue sus sueños tiene como contrapunto el paseo por detrás suyo, a fondo de plano, de numerosos extras, la mayoría (bien sean hombres y mujeres) uniformados. La guerra está en casa, pero él no deja de ser un niño que quiere ver a su madre.
Ni esa madre interpretada por Ronan, ni un director que había tenido un momento álgido en su carrera (antes de ser nominado al Óscar había dirigido "Shame", película aclamada) logran elevar el tono de un largometraje que si no fuera por sus pretensiones bastante tendría con ser carne de sobremesa. Una lástima, pues los acontecimientos, el director, el presupuesto y todo parecía indicar que podía ser una gran película.Apenas dura dos horas y eso, por desgracia, es uno de sus puntos a favor. Ni un ilustre como Stephen Graham logra salvar en sus escasos minutos, la papeleta. Y eso que su personaje y sus malhechores, ladrones de poca monta beneficiándose de la situación, son otros de esos personajes a destacar. En este caso sí, mostrando un lado oscuro de la ciudadanía en aquellos oscuros momentos que no se había visto antes en el mundo del cine.
Quedáis avisados, "Blitz" me ha resultado incompleta, repleta de cortes extraños en sala de montaje y falta de ritmo. Le salva, vagamente, que es una película con recursos y algunos de los impactantes momentos bajo las bombas.
Nota: 5
Lo mejor: Alguna escena como la del agua en el metro.
Lo peor: Personajes desdibujados y la sensación de querer contar muchas historias personales sin ahondar a fondo en ninguna.




Comentarios
Publicar un comentario