La cena (crítica)

El cine español ha tratado la Guerra Civil y la posguerra en infinidad de ocasiones. El melodrama ha sido, por motivos obvios, el género más utilizado para ello. Sin embargo, la gran obra maestra del conflicto fue una comedia bajo el sello Berlanga, "La vaquilla", donde el símil final con esa vaquilla muerta entre ambos bien reflejaba la España que quedaba.

También en clave Goya, una de las más premiadas de todos los tiempos fue otra comedia ambientada en la Guerra Civil, "¡Ay, Carmela!". Por todo esto, resultaba estimulante la llegada de una comedia como "La cena", con el trasfondo de la recién ¿acabada? guerra.

Manuel Gómez Pereira, director de míticas comedias de los 90 como "El amor perjudica seriamente a la salud" o "Boca a boca", vuelve al ruedo a lo grande con la que podría ser su obra más redonda. Especialista en comedia, recupera el buen tono para meternos de lleno en una comedia de enredo, de esas que entran más fresquitas que un tinto de verano en Verano.

La ambientación ayuda mucho, con un Madrid recientemente ocupado por las tropas del Generalísimo, pero con ese hotel de gran calidad donde tiene lugar gran parte de la propuesta. De maestro de ceremonias tenemos a un Alberto San Juan inmenso, que hace suyo cada plano en el que sale, engullendo claramente al resto del reparto.

Pese a ser una película coral, es inevitable ver en el duelo actoral entre San Juan y Mario Casas, las dos caras visibles de la producción. Y aunque Casas ha ganado muchísimo a partir de sus colaboraciones con De La Iglesia, llegando incluso a tener el Goya y sonar en la próxima carrera por "Molt lluny", en realidad queda totalmente eclipsado y a merced de un San Juan al que el papel le va como anillo al dedo, lo contrario que un Mario Casas que cumple, pero sin muchos alardes.

San Juan es la auténtica fiesta de la película y es el actor por el que merece pagar la entrada. "La cena" recupera esa esencia del cine made in Berlanga, del buen cine español de antaño, con una comedia sobre personajes y donde democracia, dictadura y guerra se confabulan para lanzar al espectador un determinado mensaje.

Ya hemos visto mucho cine sobre la Guerra Civil y, en ese sentido, "La cena" ni propone nada nuevo ni será muy recordada. Pero hay que reconocer que cumple holgadamente su función: entretiene a la par que nos lanza algunos guiños históricos. Con humor pausado, en algún momento cafre, pero sin llegar a ser tan desenfrenada como podría ser en su clímax (quizás algo mejorable), Pereira logra que su propuesta llegue al espectador y se divierta.

No puedo pasar por alto alguna que otra agradable intervención como la de Antonio Resines o Asier Etxeandia; ni que Franco llega a estar más divertido que casi nunca. En definitiva, "La cena" no es tan atevida como podría haber sido, ni será recordada, pero nos recupera, por momentos, la esencia de Berlanga, y nos devuelve el humor sobre un conflicto que parece no haber acabado nunca, tal y como en algún momento de la película se atreven a poner en duda.

Nota: 6'75

Lo mejor: Alberto San Juan en una película hecha a su medida, y el currazo en cuanto a ambientación y vestuario.

Lo peor: Que haya puertas que no quiera atravesar, no vaya a levantar más ampollas de las debidas.

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