Arranco mi periplo por la Gran Guerra, una temática que será recurrente hasta que consiga alcanzar mi objetivo de las 100 de la Gran Guerra, con "La mujer enigma", título que se encuentra en Filmin y que apenas dura 77 minutos, lo que la hace atractiva para un ratito de sofá y tele. Eso sí, solo en VOSE.
La película está dirigida por Victor Saville, director poco conocido, pero protagonizada por Vivien Leigh ("Lo que el viento se llevó") y por Conrad Veidt ("El gabinete del Doctor Caligari"), una pareja protagonista que se deberá debatir entre el servicio a la patria y el amor.
La trama se centra en la relación entre una espía suiza que actúa de agente doble a favor de Francia y Alemania, teniendo engañados a los alemanes; por otro lado, tenemos a un capitán alemán que, dispuesto a desenmascarar quién es el o la espía que actúa desde Suecia, se hace pasar por un desertor para ser mejor visto en Estocolmo.
A partir de ahí se iniciará una historia de amor repleta de mentiras entre dos contendientes. El peligro se apoderará de la espía interpretada por Leigh a medida que avanza el metraje. Si bien la película abarca ambos frentes (el romance y el espionaje) con lo que acaba por momentos alejándose del cine bélico.
Eso sí, el tramo final tiene una secuencia bélica clave en el destino de sus protagonistas. Un clímax final bastante logrado para la época (y para una obra no tan conocida), y que supone una de las escenas de mayor poso. Eso sí, el momento previo del desenmascaramiento es la escena más lograda, sin lugar a dudas. En el mismo, los protagonistas se muestran su amor a la par que desvela cada uno la mentira del otro.
Delatados, con las cartas ya marcadas sobre la mesa, la película camina hacia ese final en alta mar, cerrando bastante bien el ciclo: en alta mar se conocieron al principio de la película, en un viaje destinado a capturar a un belga que se hacía pasar por holandés... Y en alta mar concluye con un encuentro entre diferentes buques.
Es difícil hablar de "La mujer enigma" sin entrar en detalles. Y más cuando merece la pena ver su tour de force final. Por un lado, con un capitán alemán que, por muy enamorado que esté, está dispuesto a atrapar a la espía francesa (que se hacía pasar por suiza) como sea.
Esa mujer, también enamorada del alemán, intenta huir con el truco de ser enviada en barco a Inglaterra como prisionera por haber sido espía alemana. El submarino alemán, con el capitán a bordo, aborda el barco donde Vivien Leigh está siendo enviada a Londres. Tras conseguir atraparla y querer llevarla al submarino hará acto de presencia un barco mercante.
Dicho barco es, en realidad, un buque Q, ya visto en otros títulos como "Mar de fondo" o "Morgenrot". Un barco "camuflado" de mercante pero con un cañón a bordo para intentar hundir submarinos alemanes. Como podréis intuir, hay una feroz batalla en la que sale escaldado el buque alemán, mientras llega a la zona un acorazado aliado.
Aunque el amor parece haber perdido ante la lucha por sus respectivos países, la espía francesa lanzará un mensaje a su amado: "te esperaré" mientras este está siendo llevado al acorazado para ser hecho prisionero. El amor vence en medio de una guerra que, ya en 1918, estaba languideciendo. El mensaje al espectador es claro: pronto volverán a verse los dos amantes.
Nota: 6
Lo mejor: La escena en la que se desenmascaran y su tramo final.
Lo peor: Me esperaba algo más de espionaje y no tanto una historia romántica al uso.
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