1942: La gran ofensiva (Igor Kopilov, 2019)

Quinta película del #FestiWar. Hoy toca el turno de la participante rusa: "1942: la gran ofensiva". Para arrancar he de decir que el cine bélico ruso fue para mí un gran descubrimiento durante la pasada década. Y es que sus películas no suelen llegar a salas de cine aquí, pero sí que comenzaron a llegar a televisión o streaming.

Títulos como "Stalingrado", "Los 28 de Panfilov" o "T-34" son algunos de los mejores ejemplos de una filmografía bélica que recupera sus heroicidades durante la IIGM o la Guerra de la Madre Patria, en algunos puntos con excesos a medio camino entre la broma Tarantiniana y la escasa credibilidad inconsciente. Un cine donde priman "su" espectáculo y el sentido patriótico de las obras.

En ese sentido "1942: La gran ofensiva" llega a esquivar el sinsentido y la ida de olla que sí tienen otras obras. En "Stalingrado" hay escenas cochambrosas y no puedes creerte nada de lo que se hace; y lo mismo puede decirse de la película tanquisya mencionada que, si bien me pareció divertidísima, no dejaba de ser increíble.

En esta ocasión sigue habiendo cosas contadas a "su manera" y el heroísmo soviético (o ruso) es innegociable, pero me parece una película más mimada y cuidada que el resto. Aunque se ha de decir que tiene las mismas premisas que otras: la resistencia de unos pocos contra un ejército de superior en número.

Igor Kopilov atiza, incluso, a los camaradas comisarios dejando entrever esa diferencia entre el buen ruso y el que estaba claramente politizado. Todo sea para que el 'presi' pudiera disfrutar en una sala de cine. 

La película, al igual que el resto de mencionadas arranca con potencia, con un asalto a un puesto alemán. Una escena bélica bien cuidada donde lucir presupuesto y efectos. Hechas las presentaciones, el film se estanca en esa posición postSubidón al igual que sus personajes. Es ahí donde la película parece seguir el ABC de una buena cinta de propaganda.

Solo hay que imaginársela en blanco y negro y en los años 40 para ver que sigue las pautas de esas producciones de héroes aislados condenados a sobrevivir ante las acometidas rivales. Pero pocos hay como Ford ("La patrulla perdida") o Korda ("Sáhara") y la película no deja de ser un entretenimiento de hazañas bélicas más, donde mostrarnos la camaradería, las posibles fechorías del enemigo y a un grupo de valientes dispuestos a aportar por la causa.

Obviamente los efectos Visuales y el sonido, con las imágenes a todo color, ayudan bastante a que la película nos entretenga y se disfrute gracias a sus escenas bélicas. No pidamos milagros a un guion sencillo y, obviamente, las pausas se hacen un tanto insoportables por momentos, no logrando ponernos en la piel de sus personajes (en eso el Hollywood de los años 40 le daría sopas).

Pero, como buena producción bélica rusa, dista mucho de ser una película reconocible o aplaudible pero, políticas aparte, es una buena cinta de acción bélica cuando se pone a sus menesteres. No inventa nada, como no lo hace el cine ruso post URSS (con lo que fueron), pero tampoco se eterniza en exceso y tiene unas cuantas escenas a destacar como esa introducción al fuego, el lanzamiento de propaganda alemana o la manera en que traían las ametralladoras.

Como en toda 'rusada', de mayor o mejor grado, los heroicos resistentes soviéticos se defienden cuál David contra Goliat, con piedras si hace falta contra toda la maquinaria alemana. Como sabemos quién ganó la guerra y que la película es rusa no creo que haga falta destripar su final para poder creer que es un más de lo mismo, pero no está mal.

Nota: 5'75

Lo mejor: Menos excesiva que otras producciones del estilo. Con algún momento destacable

Lo peor: Les falta ritmo y algo más de emoción. Por mucho que se quejen muchos de Hollywood, allí sí saben contar mejor este tipo de historias patrióticas y heroicas.

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