Mi mula Francis (Arthur Lubin, 1950)

Hace un tiempo dediqué una entrada a "Mi mula Francis". En ella desgranaba algunos aspectos básicos de su argumento en 2-3 párrafos para, posteriormente hablar de la saga en sí, con varios títulos y donde aparecía algún ilustre como Clint Eastwood en su primer papel en pantalla grande.

Gracias a Filmin he podido volver a mi infancia y disfrutar de un clásico que mi abuelo tenía grabado en VHS. "Mi mula Francis" es el título de esta comedia bélica ambientada en Birmania durante la IIGM y protagonizada por Donald O'Connor (secundario en "Cantando bajo la lluvia") y está basada en un relato escrito por David Stern, que se encargaría del propio guion de la película.

La propuesta arranca con un norteamericano corriente que trabaja en un banco pero del que muchos piensan que está loco porque habla con una mula. A partir de una conversación con el director del banco asistiremos, en modo flashback a los hechos. Perdido en la selva Birmana acabará encontrándose con una mula parlanchina que únicamente quiere hablar con él.

Las desventuras se sucederán con el subteniente protagonista conversando con una mula militar que le pasará información relevante que le convierta en héroe. Sin embargo, cada hazaña que logran acabará con el protagonista en el 'loquero' al confesar que ha sido una mula quien se lo ha chivado.

Como si de una serie se tratara, asistimos a varios escarceos con el enemigo que erigen a este hombre en héroe. Sin embargo, el in crescendo que se espera varía radicalmente en su tramo final. Cuando uno puede esperar una misión peligrosa asistimos a un largo desenlace donde primero el General y después la prensa acabarán descubriendo el pastel para dejar de llamar loco al incomprendido subteniente.

Todo ello aderezado con una sencilla trama de espionaje resuelta con extrema facilidad por la mula Francis. En cualquier caso, estamos ante una película simpática, a mayor gloria del animal, donde el humor se pierde con el paso del tiempo y el visionado, pero no por ello deja de ser una interesante comedia con fondo bélico, peculiar, cuanto menos.

Entre las escenas que, en mi opinión, resultan míticas, destaca cada momento en que le toca declarar y acto seguido aparece en el psiquiátrico haciendo cestas. También entre las misiones, la que logran capturar a dos japoneses que estaban colocando un puesto de comunicación cerca de la base norteamericana. Y, como he comentado, ese tramo final donde el General acaba abrazando la locura pretendiendo que una mula le obedezca las órdenes o le conteste.

Una vez revisionada la recomiendo a quienes no la hayan descubierto. El humor es sencillo y pierde el factor sorpresa cuando recuerdas alguna de las bromas o momentos humorísticos. El amago de romance no pasa de amago y lo bélico, como es obvio, brilla casi por su ausencia si bien una hora y pico de metraje transcurre en Birmania. Pese a todo ello, en nada resulta un clásico aburrido ni mucho menos, y pasa cualquier prueba del algodón si tenemos en cuenta cuándo se rodó.

Su éxito derivó en una saga y aunque aquí apenas he llegado a ver esta película (olvidada de la mano de Dios, por desgracia), aquí se vieron los primeros pinitos de ilustres como Tony Curtis (presente en esta película) o, como he dicho, Clint Eastwood ("Francis en la Marina").

Nota: 5'5

Lo mejor: Francis, la mula parlanchina.

Lo peor: Que el paso del tiempo o los visionados no le hacen favor alguno.

Comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *