El auténtico Sønsteby llegaría a realizar numerosas charlas para contar lo que aconteció en la guerra. Por ello, John Andreas Andersen (director) alterna un casi presente (el héroe falleció la pasada década) donde da una charla con flashbacks donde veremos cronológicamente los hechos durante la guerra.
La película contiene las mismas virtudes históricas que otros títulos del estilo, con unos hechos históricos interesantes en los que escudarse y diferenciarse del resto. Si bien en la práctica acaba siendo películas planas en algunos aspectos, algo monótonas y donde acaba siendo difícil ser recordadas.Pese a ello, bien sea gracias a que Netflix ponga el dinero detrás de la propuesta o bien a la buena mano de su director, reconozco que "N°24" tiene más brotes verdes que otras interesantes en temática pero más aburridas propuestas del cine nórdico. Su ejemplo más claro está en el narrador de la historia, ese anciano Sønsteby que llega a emocionar.
El tono de falso documental buscando un actor caracterizado bastante igual al héroe y esos movimientos de cámara a modo reportaje le dota de rigor y sensación de autenticidad a la obra. Del mismo modo que cuando recuerda a amigos muertos, su rostro y un efectivo montaje ponen de su parte para que el espectador empatice con el narrador protagonista.Mención especial al momento en que toca ajusticiar a un amigo, ofreciendo un tramo final muy amargo con una misión difícil de cumplir pero justificada en lo necesario de un nuevo país libre de quienes pusieron piedras en el camino. Un tour de force final que mejora lo visto hasta entonces.
Como mucha parte de este cine, los nazis quedan relegados a pequeños momentos y la acción llega a brillar por su ausencia. Estamos ante héroes que colocaban explosivos o quemaban cosas de la manera más clandestina y nocturna posible. En ello, Andersen también logra que nos involucremos en sus andanzas e incluso el paso excesivo del tiempo (en par de horas abarcar muchos frentes) no la desgasta."N°24" sale bastante airosa de las limitaciones de este tipo de cine que acaba pareciendo un calco tras otro (por no poder salir mucho de la temática Resistencia) pero uno acaba viendo que al cine noruego ambientado en la II Guerra Mundial le sobran buenas historias y buenas intenciones, pero les falta algo más de acción o un montaje que genere más intriga.
No parece salirse en exceso del clásico biopic con la biografía de turno, de la que únicamente "El duodécimo hombre" logra salirse del molde debido a que toda su trama se centra en un momento concreto y una lucha por la supervivencia. No obstante, reconozco mayor interés y diversión en esta "N°24" que en otras comentadas en el blog.
Nota: 6'5
Lo mejor: El anciano Sønsteby y el tramo final.
Lo peor: No deja de ser un biopic bélico cortado por el mismo patrón que "Max Manus" y cía.
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