Solo ante el peligro (Fred Zinemmann, 1952)

Penúltima estación en nuestro viaje por el Far West en el cine. Después de varios títulos de lo más mítico hoy me detengo en otro gran Western memorable. Su título en nuestras fronteras: "Solo ante el peligro". Un largometraje dirigido por Fred Zinemmann que es de los Westerns más premiados de la historia.

La película tiene por estrella a un Gary Cooper inconmensurable, que por su papel de Sheriff en su último día de trabajo logró su segundo Óscar de su carrera. Su personaje es un sheriff que se casa y pretende irse de un pueblo del Lejano Oeste cuando escucha que tres forajidos están esperando la llegada de un cuarto en un tren que llega a las 12 del mediodía ("High noon" es, precisamente, el título original).

A partir de ahí la tensión irá in crescendo gracias a algo bastante novedoso para la época. Y es que el guion de Carl Foreman propone una película que ronda la hora y media y que arranca a las 10:30 de la mañana. Es decir, asistimos prácticamente a una producción que pretende transcurrir en tiempo real. De ahí la importancia de constantes relojes que nos recordarán la hora exacta y así poder calcular cuánto quedará para el desenlace.

Zinnemann rueda con nervio pero gran mérito de la propuesta, Cooper aparte, recae en dos elementos. En primer lugar el guion obra de Carl Foreman, autor perseguido durante la caza de brujas que azotó a Hollywood y que en "Solo ante el peligro" denunció la situación. Él acabaría siendo un apestado, lanzado a los leones y sin ayuda alguna, tal y como le sucedía al personaje de Cooper en este western. En el mismo, el sheriff que ha renunciado al puesto realizará una última labor por el pueblo al que defiende, y pedirá una ayuda que le será esquiva.

El segundo punto importante es la Banda Sonora compuesta por el compositor Dimitri Tiomkin. Tanto la canción original a la que pone música, como la propia banda sonora fueron reconocidas con el Óscar. Ayuda mucho su labor a engrandecer al héroe y a generar la tensión que requiere este drama. Al igual que los mejores westerns del momento la acción queda relegada a apenas cinco o diez minutos del tramo final, donde el clímax se apoderará de la pantalla.

Antes de ese momento asistimos a una carrera desesperada a contrarreloj en busca de ayuda. Una carrera que, pese a tener amagos de posibles ayudantes, siempre se le negarán, quedando Gary Cooper "Solo ante el peligro" contra esos cuatro forajidos. Forajidos donde, entre los secundarios nos topamos con Lee Van Cleef (que también sería ilustre esbirro del mismísimo Liberty Valance).

Más allá de ese duelo final que nos acostumbra el western, si hay una imagen icónica y poderosa en toda la obra de Zinemmann es el plano final antes de irse de allí, donde el héroe, no reconocido como tal y hastiado de la negativa del pueblo, acabará lanzando al suelo esa chapa de sheriff que ha colgado de su solapa en todo momento. Foreman denunciaba así la falta de ayuda y la espalda que muchos dieron, a la hora de la verdad, a los acusados de comunistas que quedaron, en efecto "solos ante el peligro".

La película fue un éxito que eclipsó a muchos westerns de su época, y serviría en cierto modo de inspiración a otro de los mejores westerns de todos los tiempos. En "Rio Bravo", Howard Hawks denunciaba o se 'metía' con el mensaje de "Solo ante el peligro". En boca de Hawks, y del propio Wayne, no era de recibo que un sheriff fuese mendigando ayuda. En "Rio Bravo" (y en el futuro remake encubierto del propio Hawks que fue "El Dorado") el sheriff no busca ni pide ayuda, está dispuesto a realizar su labor él solo. Sin embargo, pese a no pedirla sí dispondrá de cierta ayuda. Esa misma que Cooper, mendigando, no obtuvo.

De acuerdo o no con la idea de Hawks, y pese a que "Rio Bravo" me parece superior en forma y fondo a "Solo ante el peligro", es indudable que estamos ante un western mítico con todas las de la ley, una gran película donde Zinnemann puso todo de su parte, Foreman realizó un gran guion, Tiomkin compuso una de sus mejores partituras (,y eso que tiene muchas de gran acabado) pero, por encima de todo, si algo hace grande a esta película es el caminar de Cooper, su rostro ante lo que se avecina y esa flemática rabia interna en el momento de la verdad donde, asumido que está "Solo ante el peligro", decide cumplir con una última labor antes de olvidarse de ese sitio polvoriento del que pretende huir.

Nota: 8

Lo mejor: Cooper y la tensión que genera el largometraje.

Lo peor: Que haya quedado politizada la película y ello haga que ciertos sectores no la reconocieran.

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