Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964)

El Western de hoy es historia del género se mire por donde se mire. A pesar de que muchos reniegan del Spaghetti Western, en 1964 tuvo lugar un hito: Una de vaqueros italiana, con reparto internacional, fue un gran éxito siendo distribuida internacionalmente. Su título: "Por un puñado de dólares".

Tras las cámaras, un director que hacía sus pinitos y quiso lanzarse en solitario a un género tan particular, al que impuso su estilo visual: Sergio Leone. Y de protagonista principal, el actor que pudo contratar; un Clint Eastwood que no había logrado éxito en EEUU y que llegó a caer al nivel de tener que protagonizar un Western italiano, rodado en España.

Junto a él, Gian Maria Volonté y un reparto internacional tan variopinto que supuso un caos en cuanto a los diálogos de la película, ya que cada actor hablaba o bien inglés, o italiano, o español o alemán. Pese a esos problemas que provocaron que el film saliese a trompicones, la sorpresa para muchos (Eastwood el primero) es que fue un éxito.

Fue tal el éxito que el propio Eastwood siguió en los dos siguientes proyectos de Leone, rodados consecutivamente en años venideros. En 1966, con "El bueno, el feo y el malo" se cerraba una trilogía que es historia del Western, que puso a Leone como un gran director pero, sobre todo, sirvió para catapultar a Eastwood a nivel de estrella.

La película tiene una base sencilla, con un cowboy que llega a un pequeño poblado en la frontera entre México y Estados Unidos, donde hay dos familias o clanes que controlan el pueblo y todo lo que pasa por alrededor. Poco a poco, ese cowboy irá ingeniándoselas para enfrentar a ambos clanes entre sí.

El resultado, lo define a la perfección una carta enviada por Akira Kurosawa a Sergio Leone: "He visto tu película. Es una gran película. Desgraciadamente es mí película". Kurosawa tenía toda la razón, ya que el argumento de "Por un puñado de dólares" es claramente el de uno de sus éxitos: "Yojimbo", dirigida en 1961. Y los tribunales darían la razón al director japonés, que se benefició del éxito del largometraje. Alguno se preguntará por "Los siete magníficos", pero el western de Sturges sí había pagado los derechos de "Los siete samuráis" antes de iniciarse el proyecto.

"Por un puñado de dólares" no fue el primer spaghetti Western, pero sí cimentó las bases del género. Y aunque prácticamente ninguna película se acercó en misticismo a cualquiera de las tres que rodó Leone, durante la siguiente década se hicieron westerns en Almería y otros lugares de España como churros. Muchos realmente deficientes; alguno que otro, bastante logrado. 

Adentrándonos en la película lo más llamativo de este Western barato y sucio en las formas, con personajes bastardos, es el montaje efectista del que hace gala Leone. Esas miradas, el juego con los primerísimos primeros planos de los ojos, marca de la casa, son lo mejor de un Western sencillo en argumento pero muy efectivo.

Otro punto a favor es, sin duda, la Banda Sonora de Morriconne. Una genialidad superada por el propio maestro en las secuelas (la melodía de "El bueno, el feo y el malo" es el culmen del compositor en el género. Todavía hoy la musiquilla más mítica de un Spaghetti Western y, permítanme mojarme, de un Western en general. Había nacido otra estrella en esta película.

Aunque se abusa de la misma tonadilla, se nos queda grabada a fuego y acompaña al protagonista principal en su andar. Un héroe olvidado a su suerte, un cowboy (ese hombre sin nombre) hecho a imagen y semejanza de un Eastwood creyéndose la estrella que no era y que llegó a ser, y su carisma impregnando la pantalla, acompasado por una Banda Sonora única y con una edición en la sala de montaje que hizo milagros con el material. El resultado se disfruta en apenas noventa minutos.

Lo mejor de revisionar la que es, por calidad, la peor de las tres películas, es que entran ganas de pegarse un atracón a costa de esas tres estrellas. Si añadimos que en "La muerte tenía un precio" el villano es Lee Van Cleef, y que en "El bueno, el feo y el malo" contratan a Eli Wallach para la causa, mejor aún. "Por un puñado de dólares" es el ejemplo de que con pocos medios y condenados probablemente al anonimato, se puede hacer arte. Un gran Western, casi único en su especie.

Nota: 7'5

Lo mejor: Leone, Eastwood y Morriconne. Estaban destinados para ello.

Lo peor: Que no es 'una película de Leone'.

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