Cine bélico en una sala de cine

Hoy me detengo a una de esos texto que pretenden abarcar un poco de biografía bélica mía y mostraros las películas bélicas que he podido ver en una sala de cine (así, para dar envidia). Como la lista puede ser enorme, pretendo dividir el texto en dos. Uno destinado a antes del nacimiento del blog. Y el otro a la última década.

Creo haber contado en alguna ocasión que mi primer recuerdo bélico relacionado con el cine es ver el cartel de "Stalingrado" fuera de un cine y pedir insistentemente a mis padres que me llevaran. Sería, supongo, 1993... Y aquel "Vendremos otro día" resultó ser una mentira a un niño (no hay derecho). Así que tuve que contentarme con verla tres o cuatro veces en Canal +.

Pasó el tiempo y recuerdo ir bastante al cine. Qué gozada aquellos noventa y que a mi madre le gustase ir a ver cine de acción como "Demolition man", entre otras ("Romeo y Julieta", "Titanic"...). Dentro del entramado bélico ninguna película en cines. Ni "El paciente inglés" ni "Marea roja" ni "En honor a la verdad". Lo más cercano, "Braveheart", sin duda lo que más disfruté en una sala durante mi infancia. Hasta que llegó Spielberg.

Era muy fan del director, sobre todo porque mi película favorita por entonces era "La lista de Schindler", film que vi con diez años en casa. Tres horas en blanco y negro, del tirón, con muchos soldados pero sin guerra. Era el tipo de película que no me convencería por dramón encubierto en cine bélico. Pero me cautivó. Por ello, en 1998, tocaba desembarcar en una sala de cine con mi tía para ver "Salvar al soldado Ryan". Disfruté como nunca en una sala de cine, y eso que fuimos "a la segunda" (no recuerdo bien bien el motivo de no verla el primer día que fuimos a por entradas).

A partir de ese estreno inicié mi contador de películas bélicas en sala de cine. La siguiente, obviamente, fue "La delgada línea roja". Me cautivó. Pese a hacerse larga en el epílogo toda esa filosofía en voz en off me sedujo tanto que a partir de ahí fui consciente del poder  de un director en su obra. Y no, no soy fan de Malick, pero ahí lo bordó. Salvo que me equivoque, cosa que pudiera suceder, "La delgada línea roja" fue mi primera película sin compañía en una sala de cine. Mi madre,eso sí, me acompañó a comprar la entrada ante la sorpresa de quien vendía una entrada para un drama bélico para un chaval de 12 años.

En 1999 también se estrenó "Tres reyes". Por aquella época mi padre me acompañó a alguna que otra película, no muchas (recuerdo "Muertos de la risa") y en este caso me acompañó a ver el thriller bélico ambientado en la Guerra del Golfo. En el 2000 era el turno de "U-571" y "El patriota", dos muescas más en cines. Y llegaría la remesa de 2001. La primera en llegar fue "Enemigo a las puertas", fui solo al cine y salí entusiasmado. Todavía hoy recuerdo sensaciones de la sala de cine y sigue siendo mi favorita dentro del género de cuantas se han rodado en el SigloXXI.

Después llegó el hype de "Pearl Harbor". Una película que seguí a través de Fotogramas. En cuyo mes me compré alguna otra revista, cuyo póster estuvo en mi habitación... Y que como mis amigos no podían ir el fin de semana del estreno, fui sin ellos. Una semana más tarde, sin haberles reconocido que había ido al cine, repetí. No es habitual en mí, ya que únicamente he repetido tres películas en mi vida, por diversos motivos: "Titanic", "Pearl Harbor" y "Mad Max: Fury road". La cosecha de 2001 la cerraba "Blackhawk derribado", aunque estrenada ya en 2002.

Ahí mi presencia en cines fue menguando. Al menos en lo que a ir solo a ver una de guerra respecta. De esta manera sí recuerdo ir a ver y decepcionarme, "Windtalkers", pero, al mismo tiempo, no fui a ver "Cuando éramos soldados" y eso que se estrenó no mucho después. El cine bélico sufrió un parón al boom post Ryan y, con el mismo, mis visionados bélicos en cines. 

La Universidad también influyó. O mi afición de golpe por la música que me hizo dejar algo de lado el cine. El resultado es que desde "Windtalkers" hasta el estreno de otra esperadísima obra como "Malditos bastardos" únicamente fui a ver "Largo domingo de noviazgo". Solo, en Bilbao (estaba allí durante la universidad) me dio por ir a verla al ser algo bélica y dirigida por Jean Pierre Jeunet, director del que me fascinaban "Amélie" o "La ciudad de los niños perdidos". Me gustó bastante la película pese a no acabar de pillar algunos aspectos con tanto nombre. Una película que recomiendo y que me ha gustado algo más en cada visionado posterior.

Si nos metemos, como con "El patriota" en el histórico-bélico, "El último samurái" o "Master & Commander" son de dicho periodo 2002-2008. Quienes echéis cuentas veréis que no fui a ver ni el doblete de Eastwood, ni "El hundimiento", ni "Expiación". Y eso que solía seguir antaño los Oscars y eran películas fáciles de conocer o ir a ver al cine. El grado Superior de realización que hice de 2008 a 2010 me devolvió a las salas de cine con mayor asiduidad. 

De ahí que viese "Malditos Bastardos" si bien por economía no acabé viendo "En tierra hostil". Para una bélica que le dan el Óscar... Y yo de parranda. Cierro el texto de hoy con otra de Spielberg, para concluir de manera cíclica. Con mi hermana fui a ver "War Horse" en pantalla grande. Aquí paro, y el segundo texto irá destinado a los títulos posteriores a 2012 (algo más que la década que he dicho).

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