Hutton ya había dirigido otro título bélico de éxito: "El desafío de las águilas", y en esta ocasión volvió a contar con Clint Eastwood, si bien aquí era, por fin, el cabeza de cartel de un grupo que incluía dos de los "Doce del patíbulo": Telly Savalas y Donald Sutherland. Detengámonos un momento en este último como en tanquista Oddball.
Cómo definir a Oddball para quien no la haya visto.Imagínense un hippie de aquellos convulsos años con Vietnam de fondo. Con la barba seguramente repleta de pulgas, que se dedica a ser extremadamente positivo en contra de su compañero Moriarty, que es el de las malas vibraciones. Todo eso con risas, sarcasmo y con ganas de pasárselo bien. Porque no hay un solo momento de la película donde puedas tomarte en serio a Oddball. Es, sin duda, uno de los personajes míticos del género para quienes adoren esta película.¿Comedia o bélica?: Muchos me dijeron cuando hice la #guerradecinebélico Especial Comedias o algún ranking con el subgénero que había obviado u olvidado a "Los violentos de Kelly". Para mí, la película es bélica sin duda alguna, pero toma prestado el humor que ya vimos en fragmentos de "La gran Evasión" o "Doce del patíbulo" alargándolo algo más y siendo más amable y menos dura. Pero una comedia al uso no se recrearía en el horror y la muerte como lo hacen estos muchachos cuando pierden compañeros en el campo de minas y posterior ataque alemán.Soy consciente, no obstante, que meten humor en situaciones extremas como la del inicio, cuando Kelly secuestra un oficial alemán para sacarle información. La musiquilla (que se repetirá en otros momentos del largometraje), ese "Burning bridges" a todo trapo, y las conversaciones con 'Bárbara' o entre Pequeño y Gran Joe son indicativas de que hemos venido a pasarlo bien, y la trama es una excusa bélica para ello.
Los rostros de cada uno de los personajes cuando les muestran el oro son otro de los puntos de la película, con mención a Karl Otto Alberty, el tanquista alemán que abrirá el boquete en la puerta. Vuelvo a pararme en este punto porque si hay una escena mítica para mí, es esa. Música de Spaghetti Western en honor a la estrella de la película, y uno a uno, los tres ases de la función (con permiso de Buscavidas, que es quien tiene la idea) deciden acostarse a negociar, lentamente, como buenos cowboys del subgénero parido en Italia. El resultado de la escena, para aplaudir con las orejas.La película tiene más momentos divertidos o míticos, sin duda, como el reclutamiento de la banda militar para construir un puente y atravesar un río o la escena posterior, donde Kelly y los suyos se las arreglan para 'abandonar' a esa cuadrilla subcontratada por Oddball (tremendo cómo llega estilo Napoleón, el bueno de Sutherland) mientras el General interpretado por Carol O'Connor (parodia del general Patton) escucha atentamente a esos héroes que han decidido iniciar una ofensiva por su cuenta.
El espectáculo en las casi dos horas y media está garantizado si aceptamos el humor como medio de transporte para una cinta bélica. Y vista su posición en la #ligadecinebélico (fue 13a), no cabe la menor duda de que "Los violentos de Kelly" es muy querida. Y eso que Eastwood tengo entendido que renegó de ella. Una lástima.Oddball aparte, que es quien roba el protagonismo, la película sabe en qué división juega y emplea sus armas perfectamente. No hay apenas escenas bélicas de relumbrón (únicamente la del campo de minas) camino del pueblo ocupado por los alemanes, pero cada escenario y cada plano acaba teniendo sentido y no está de más.
Vas conociendo a algunos de los personajes y les tomas cariño a la par que disfrutas de esta road movie bélica. Un largometraje que es Top del género y que bebe de las misiones suicidas de las que "Doce del patíbulo" es un título de cabecera por el humor y la acción. Y una vez acabada, no se os quitará de la cabeza "Burning bridges".
Nota: 8'5
Lo mejor: Oddball en toda su esencia y esta versión divertida de "Doce del patíbulo"
Lo peor: Que es fácil no tomársela en serio.
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