USS Indianapolis: Hombres de valor (Mario Van Peebles, 2014)

La historia del USS Indianápolis daba para una buena película. Sin embargo, por diferentes motivos, no ha sido así. En su lugar hay dos Tv movies de medio pelo, una noventera bajo el título: "Mission of the Shark" y la que os traigo hoy, mucho más sugerente al tener en su reparto a Nicolas Cage y Tom Sizemore. Lástima que estemos hablando de 2014 donde las carreras de ambos se habían ido al garete a nivel Hollywood.

En resumen, del Indianápolis el mundo del cine dedicó un gran discurso, el de Robert Shaw en "Tiburón" y ya está. La pasión de Spielberg por la II Guerra Mundial tuvo que ver en ese guiño que resulta ser de lo mejor de la película. A partir de ahí, la historia del USS Indianapolis estaba contada. 

Centrémonos ahora en este largometraje cuya primera media hora me resulto mejor de lo que cabía esperar. Teniendo presente que estamos ante una Tv Movie, con su presupuesto limitado, con actores de nombre pero en horas bajas. Y aún así arranca como un drama bélico de época, con un vestuario y fotografía bastante adecuados a la propuesta y una trama que procura evitar caer en el ridículo de una Tv Movie. Incluso los efectos visuales no son tan dañinos a la vista como cabía preveer.

La historia se centra en el Capitán McVay y en un par de amigos con triángulo amoroso, además de algunas pequeñas historias sobre la tripulación del buque. Cae en la torpeza un tanto peliculera pero uno no puede dejar de pensar en "Pearl Harbor" de Michael Bay en esos tramos iniciales previos a la misión. Y el que aquí escribe tolera bastante bien el romanticismo de la película de Bay. Y pese a que aquí todo está más limitado y las interpretaciones tirando a flojas, todo el tramo inicial de la película no desentona ni se hunde.

De hecho, los planos a bordo del submarino japonés le dan cierto punto. Y Mario Van Peebles como director, pues bueno... Hace lo que sabe hacer (poca cosa) para no ocultar torpezas varias. Pese a ello y el bajo presupuesto el momento "Titanic" del Hundimiento llegan a saciar el apetito nuestro, a la par que dará inicio al banquete tiburonil, que es de lo que trata la película.

Ahí es donde definitivamente se le ven las costuras. No tanto en los mordiscos de tiburones que, en definitiva, es difícil conseguir realismo con los medios que disponía, sino en lo referente al ritmo y montaje. Con lo que quedan 40 minutos de película a la deriva, como sus personajes. Se van mostrando diferentes hombres en el mar, sin dar la sensación de que ahí haya 700 personas (poco más de 300 a los 4 días) desperdigadas.

La película concluye con un largo epílogo para mostrar los fantasmas que atormentan a su capitán y brevemente el juicio que tuvo. Para quienes no estén al caso, da mucha rabia (cometiera o no un error) que se escurriera el bulto en un tema peliagudo como el de ignorar la petición de auxilio para, a posteriori, culpar exclusivamente a su oficial de haber puesto en riesgo de torpedos su nave, culpándolo de aquella manera por la muerte del 70% de su tripulación (gran parte en el mar, pasto de los tiburones).

La película sirve para que quien no conozca mucho los hechos descubra esta historia de unos hombres que tras cumplir una peligrosa misión, acabaron siendo devorados por los tiburones. También para conocer un poco (apenas pinceladas) de los torpedos humanos kamikaze que se emplearon desde Japón. Por lo demás, un drama con tintes bélicos escaso de calidad, pero no tan malo como podía parecer.

Nota: 4'5

Lo mejor: Que no me saqué los ojos. Hay brotes verdes en su tramo inicial y en el Hundimiento.

Lo peor: La parte en el mar acaba siendo pesada, y el epílogo algo largo (aunque necesario).

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