La carrera de Seagal fue lo que fue, chapucera y repleta de títulos muy pobres. Con decir que exceptuando su rol secundario en "Machete" toda su filmografía está suspendida en FilmAffinity. Y el título que traigo hoy y "Decisión crítica" sus dos únicas obras salvables. Y eso que en la segunda le fulminan antes de comenzar la acción como elemento sorprendente y que, quizás, venía a indicar la clara decadencia de Seagal que, tal y como llegó a ser héroe de acción, bajó al barro con un nivel de películas infames.
Pero "Alerta máxima" es otro asunto. Con sus limitaciones de la época, es una de esas películas noventeras que merece la pena disfrutar sin pensar en exceso en los pequeños detalles. Un acorazado norteamericano, el USS Missouri, en su último viaje, es secuestrado por unos terroristas con dos zumbados al mando interpretados por dos ilustres: Tommy Lee Jones y Gary Busey. Dos actores con los que algunos crecimos y que dan nivel a la película. Los secundarios, son de cierto caché. Como lo podría ser la estrella femenina procedente de "Los vigilantes de la playa". Aquí la Eleniak está para lucir palmito, enseñar los pechos y ponerse la gorra de manera elegante para sus fans. Y ser un estorbo para Seagal... Eso sí, lo del beso final Seagal-Eleniak tiene su aquel.Pero ¿Y la premisa? Que en un momento terrorista peligroso con villanos zumbadísimos al aparato el único capaz de poderles hacer frente y pararles los pies (¿Dónde están los SEAL?) sea el cocinero, tiene su miga. El personaje interpretado por Lee Jones dirá la frase de que sus hombres están entrenados para acabar con "veinte marines y cien cocineros". Poco después, al ver de lo que es capaz el bueno de Seagal y el cv que se gasta, dirá que a ver porqué no habían podido contratar a ese figura.
Porque Seagal en el Missouri supera en nivel de muertes al Willis de "Die hard" con la que comparte básicamente todo. Porque ambos son Rambos perdidos entre terroristas, en un lugar sin salida y teniendo obligatoriamente que hacerles frente. Cogiendo esa premisa y la temática militar ya vista en "Soldado universal" damos con los ingredientes de "Alerta máxima" una de esas películas que mi tío (que había estado en la Guerra del Golfo en una fragata) tenía en VHS como algo venerado. Y con ella crecí y disfruté. Pues en unos años sin apenas cine bélico, "Alerta máxima" era lo más bélico que podías ver en una sala de cine o el videoclub.Puedo entrar a mostrar sus errores, como el de matar dos veces al mismo tipo (de la misma manera), o licencias como acabar con un submarino como acaban. También que una vez se junta con más colegas pierde el efecto mágico que únicamente recuperará en ese Tour de force final a cuchillazos navajeros contra Bad Billy (Lee Jones) y esa manera de acabar apagando el fuego in extremis, como buena película de acción que se precie.
Pero prefiero hablar de lo que mitifica a la película. Con un cocinero que, encerrado en la cámara frigorífica acabará liándola a diestro y siniestro. Por la manera en que mata a sus víctimas, mezcla de cámara lenta de vergüenza ajena para hoy en día, con alguna muerte un tanto macabra para una película de este estilo; hablamos de ese dueto casi cómico y romántico con Eleniak. Y el carisma. Reconozco que me vi algunas de Seagal en los noventa y me parecieron muy flojas (siendo generosos) pero con "Alerta máxima" no me pasa eso. Es como si Seagal naciera para el personaje y como cocinero mataterroristas tiene su aquel."Alerta máxima" es una película disfrutona para quienes crecimos con ella. He estado muchísimos años sin verla creyendo que me avergonzaría del seis que le tenía plantado. Pero nada más lejos de la realidad, sabiendo lo que es y en qué liga juega, Seagal nunca lució tan bien y aquí todo parece en estado de gracia gracias, en gran parte, a contar con Tommy Lee Jones (y Busey! Y Busey!) en su reparto. Un Jones que, un año después estrenaba "El fugitivo", donde lograría el Óscar al Mejor Secundario. Título dirigido por Andrew Davis, director de esta "Alerta máxima" y cuya carrera en condiciones se reduce y resume en estas dos películas consecutivas. Con decir que fue quien dirigió por primera vez a Seagal, está todo dicho.
Y de Seagal... Su carrera a nivel Hollywood duró realmente poco, y es una de esas viejas glorias rodando cutreces de tres duros que le dan de comer. Eso cuando no le da a la guitarra como cantante Country. Sin duda, un personaje con guitarra y que reparta como repartía él antes de entrar en carnes bien merecería una película noventera.Nota: 6
Lo mejor: Lo que nos recuerda a los nostálgicos, con el cocinero liándola pardísima.
Lo peor: Que es lo que es, y en ocasiones de vergüenza defender este cine con tantos defectos.
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