Entre dos juramentos (Robert Wise, 1950)

El Western que os traigo en este mes de noviembre puede que pocos lo conocieran. Yo di con él el año pasado en mi búsqueda de películas sobre la Guerra de Secesión americana, al tener por protagonistas a miembros de ambos bandos: Unión y Confederación. Sin embargo, lo descarté entonces al tratar muy poco el conflicto Norte y Sur, cupo ya cubierto con "El honor del capitán Lex" o "Fort Bravo", ambas más centradas en el Western que en lo bélico. La película en cuestión: "Entre dos juramentos" trata las guerras indias en el Oeste norteamericano.

La película está dirigida por Robert Wise, autor de obras reconocidas como "Sonrisas y lágrimas" y "West side story", pero que tuvo que labrarse un nombre empezando desde abajo. Especialista en diversos géneros, su tercera película fue la aplaudida y de culto "El ladrón de cadáveres", y apenas un año después del título que estamos tratando realizó la obra cumbre de la Ciencia Ficción de los cincuenta: "Ultimátum a la tierra". En el western se prodigó muy poco, teniendo este título como el que mejor ha sobrevivido al paso del tiempo, gracias a contar con dos actores de la talla de Joseph Cotten y Jeff Chandler, ambos todavía 'por hacer'.

La película parte de un hecho real, el de los prisioneros de guerra confederados a los que Abraham Lincoln les ofreció su libertad si firmaban un armisticio con la Unión y pasaban a formar parte del Ejército, pero no para entablar combate con su propio ejército confedersdo, sino para luchar contra los indios en el Oeste, alejados (en la medida de lo posible) de una Guerra Civil presente en la parte Este de la nación. El regimiento (bueno, los supervivientes) del oficial interpretado por Joseph Cotten aceptarán la propuesta siendo enviados a Fort Thorn, en Nuevo Méjico, donde estará al mando un rudo oficial anticonfederados protagonizado por Jeff Chandler.

Como no podía ser de otra manera, está la presencia femenina de turno, interpretada por Linda Darnell, que es la viuda del hermano del oficial al mando, muerto en combate en la guerra. Las rencillas entre Norte y Sur son lo más interesante de un irregular western que no acaba centrándose tanto en las luchas contra los indios, presentes prácticamente al final, como en la difícil situación de convivir entre hombres de idearios tan opuestos. Unos pensando en poder huir y los otros pensando en todo momento, que los primeros huirán.

Es así como transcurre este drama fronterizo con dos juramentos, el que hicieron a su ejército sureño, y el que firmaron con el 'diablo' del Norte. Del mismo modo hay dos frentes, el de la guerra contra los indios que es a lo que han ido al Oeste, y la propia guerra, que languidece pero no aguarda ni deja prisioneros. En todo ello, un hombre de palabra, un caballero, que por encima de su corazón e idearios acabará abrazando lo que considera justo en ese desenlace de la película bastante bien trabajado.

Toda la película acaba quedando resumida en ese gran dilema, cuando en plena huída para intentar reunirse con otros hombres para abrir un nuevo frente que ponga patas arriba la guerra se enterarán que el fuerte que defendían ha sido rodeado por los indios de turno liderados por Satán (con ese nombre, pocas bromas). La difícil decisión queda relegada a muy poco metraje, pero resulta satisfactoria para justificar y condensar toda la película. El tour de force final, con el clásico asedio al fuerte y la lucha cuerpo a cuerpo contra el enemigo, en plan "El Álamo" acaba por satisfacer al que ha esperado una hora para los fuegos artificiales.

De apenas hora y media, "Entre dos juramentos" no deja de ser un interesante y entretenido (pero sin mayores pretensiones) Western dirigido por un grandísimo director que le dio a todo tipo de cine y de muy buena manera. Cuando digo todo, digo todo, pues al terror, ciencia ficción, Western o musical cabe añadir el bélico, ya que Wise dirigió las notables "Las ratas del desierto" o "El Yang Tse en llamas". Espero que disfrutéis del Western o de cualquier título de su filmografía.

Nota: 6

Lo mejor: El equilibrio en todo el metraje, sin resultar aburrido ni excesivo.

Lo peor: Como Western no pasará a la historia, ni mucho menos, pese a tener una buena historia de base.