Flyboys (Tony Bill, 2006)

Siempre he reconocido ser amante del cine de aviación de la Gran Guerra. Un subgénero quizás un tanto repetitivo en algunos aspectos y con poco margen de maniobra o sorpresa, pero unos combates aéreos que me parecen una locura en comparación con los de "Top gun" o "Águila de acero". Hoy comentaré una bastante moderna, olvidada porque pasó sin pena ni mucho menos gloria por las salas de cine. De hecho, no tengo recuerdo de que pasara por salas en España, supongo que sí. Su título, "Flyboys", y su subtítulo "Héroes del aire".

Dirigida por Tont Bill en 2006 y protagonizada por James Franco y Jean Reno, la película nos muestra a la Escuadrilla Lafayette, formada por norteamericanos voluntarios cuando EEUU todavía no había entrado en la contienda. La variedad de los personajes es la nota marcada de un grupo de pilotos que irán viendo como sus compañeros mueren en la crudeza de la guerra. Toca destacar que William Wellman ya dedicó a dicha escuadrilla una película: "La escuadrilla Lafayette ", que contó con Clint Eastwood de secundario y que, por desgracia, abarcaba más el pasteleo amoroso que una contienda bélica marginada a su escena final.

En este ocasión el romance se mantiene, con la relación del personaje interpretado por James Franco con una francesa que le salva la vida. Pero no es el nucleo central de una producción que procura mostrar a los diferentes miembros de la escuadrilla. Si bien Franco es claramente el líder espiritual y, por lo tanto, quien abarca más fragmentos del relato, el director y el guion intentan verter un poco de luz sobre diferentes pilotos que formaron parte de esa familia.

La espectacularidad de las escenas aéreas de antaño da paso aquí a un exceso de CGI no del todo bien utilizado. Se logran más explosiones que en clásicos como "El barón rojo", "Las águilas azules" o "Alas", auténticas obras cumbre de la temática, pero a cambio se pierde mucho realismo de la sensación de estar a bordo de uno de esos aparatos voladores. Es parte de esa magia del cine que los nuevos tiempos han sustituido por croma verde y más croma verde.

Tampoco considero del todo bien ejecutadas algunas escenas bélicas, e incluso alguna no bélica. Hay todo tipo de situaciones en la película, incluyendo un avance alemán como Pedro por su casa, un piloto yendo en solitario con nocturnidad a realizar dos raids de rescate o algunas piruetas dignas del maravilloso mundo del circo, con mención a ese as del aire que en 1917 realizaba tirabuzones para despistar al enemigo que ni Maverick o Topper Harley juntos. Pero quizás le supere ese tramo final donde (aquí va un spoiler gordo pero necesario) llegamos a ver un duelo aéreo con los contendientes disparando a la vez bocabajo, y con ese desenlace digno de Cowboy donde por supervivencia se salta por la torera las normas nobles del combate aéreo. Pero poco importa si es para ejecutar al malo de turno.

Porque en "Flyboys" tenemos malo maloso, y bien distinguido. A diferencia del as Von Ritchtofen y su avión de color rojo chillón, aquí la gran mayoría de aviones alemanes son rojos. Triplanos rojos, que no aparecieron hasta verano de 1917 en el frente y, por lo tanto, en ese año no eran mayoría en los cielos, a diferencia de lo que muestra una película cuyo aspecto histórico no está ni mucho menos bien cuidado. Pero eso es lo de menos, esto es cine y se premia el espectáculo. Por ello hacía falta un malo, y como el rojo representa el Barón Rojo (aunque aquí destrozan no pocos triplanos rojos) pusieron al malo del color negro muerte y destrucción. 

Un villano de los que coges asco en apenas una escena y, por lo tanto, deseas su muerte desde ese mismo instante. Ese momento en que dispara a un piloto que ha abandonado su biplano tras ser averiado por el enemigo. Una canallada que provocará que en escenas posteriores uno esté pendiente de cuando vuelve a aparecer 'el avión de negro'. Convirtiendo así a "Flyboys" en una sucesión de hechos o sketches con batallitas aéreas con alguna muerte intercaladas con la relación romántica o pequeñas muestras de cada personaje.

Como si de un pelotón de película de la II Guerra Mundial se tratara, en "Flyboys" cada uno tiene su rol. Desde ese gran piloto cuya mascota es un león, a ese hombre que cae en un fuerte shock pero a la hora de la verdad volverá a combate. Como también vuelve el que ha perdido una mano pero ha sido rescatado en una de esas escenas suicidas donde uno deja su avión aparcado junto a la tierra de nadie y va a rescatar a su compañero con todo el regimiento alemán disparando con escopetas de feria. El heroísmo final mostrado por estos es otra de esas cosillas que tiene el cine.

El resultado es una serie de topicazos y momentos muy dignos del cine de Michael Bay. Pero sin el ritmo ni la espectacularidad en la parte de acción como para salir bien parados. Incluso su larguísima duración y una BSO bastante buena para una producción de su especie la hacen digna de un Bay o el Emmerich de sus buenos tiempos. Romance+Acción+Heroísmo intentando la epicidad en una de la Gran Guerra. Sin duda, ingredientes para entretener tiene la película.

Pero, no pocos elementos parecen estar de más, y algún actor como Jean Reno nos aparece incluso desperdiciado por momentos con pocas escenas para lucimiento de un grandísimo secundario que acostumbra a mejorar las películas en las que aparece. No ayuda esa manera de ejecutar, el acabado de algunas escenas bélicas en pos de la espectacularidad, e intentar pretender ser más importante de lo que se es. Poco le pega a la película esos elementos destinados a algún título mayor, y no claramente menor.

La salva que el estar basada en hechos reales, los combates aéreos empleando todo tipo de variedad de escenas que incluyen bombardeos, Zeppelines o trincheras y un conflicto realmente interesante como es la Primera Guerra Mundial el el mundo del celuloide. Además, muy poco cine de aviación sobre la misma se ha hecho en los últimos 75 años, y menos aún en los últimos 40-50, como para hacer ascos a esta cinta. Se deja ver, y si no fuera por su duración, incluso podría tener mejor nota.

Nota: 5'5

Lo mejor: Que entretiene por ser una sucesión de tópicos sobre el subgénero WWI en el aire.

Lo peor: Cada secuencia bélica, es más fantasma que la anterior y un villano, maloso cuál villano de Bond.

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