Tropas de asalto 1917 (Stosstrupp 1917, Hans Zobberlein, 1934)

Dentro de mi pasión por descubrir títulos escondidos de la Gran Guerra, una búsqueda por algunas rarezas de la filmografía alemana me llevó a "Stosstrupp 1917", título presente en una plataforma de vídeos famosa. Eso sí, en su alemán original con subtítulos en inglés. Aunque su escasez de diálogos hace que se pueda seguir medianamente bien con chapurrear la lengua de Shakespeare.

Lo primero que toca saber de "Tropas de asalto 1917" es que fue estrenada (se supone) en 1934, ya con Adolf Hitler en el poder del país teutón y, por lo tanto, se trata de una película auspiciada o con el beneplácito del Tercer Reich. El mismo que quiso borrar de la faz de la tierra "Sin novedad en el frente" o la obra alemana de Pabst "Cuatro de infantería", films que mostraban al soldado alemán como abatido, crítico con su país y la guerra. Rasgos que "Tropas de asalto 1917" mantiene lejos de su trinchera.

Sin embargo, otras versiones apuntan a que la película podría haber sido estrenada en 1932 o 1933 y que la versión de 1934 tiene algunos recortes. Podría ser el caso, ya que se habla de un metraje original cercano a las 2 horas, mientras que la película que la gente ha podido ver y está por internet no alcanza los 90 minutos. La pregunta es ¿Qué había en el material perdido? Quizás algo más de chicha contraria a la guerra o el Kaiser y que no merecía llegar a los oídos de la población de una nueva y más poderosa Alemania.

El caso es que lo que aquí debo comentar brevemente es lo que sí he podido ver. La obra de la que se tiene conocimiento y que, en efecto, se aleja del amargo regusto que deja la guerra presente en la novela de Remarque, la obra de Milestone o la película de Pabst. No obstante, tampoco parece cercana a la beligerancia pura y el patriotismo barato. "Stosstrupp 1917" se basa en las memorias de su propio director, Zöberlein, y consituye más un ejercicio de traslado del entramado bélico, que una crítica a la guerra. 

La gran mayoría de la película son bombas y más bombas. Fuego de artillería por doquier y ataques de trinchera a trinchera. Una guerra inamovible reflejada en un reparto coral donde es difícil empatizar con nadie. Como si de un documental se tratara, el director no deja mucho tiempo para moralinas ni camaradería. Existe, sí, en las breves conversaciones que preceden a cada tormenta de fuego. Alguna, incluso, parece abocar a la paz, si bien acto seguido se critica a las naciones europeas por su odio a Alemania. En cualquier caso, no hay mucho rasgo de una obra de propaganda nazi.

Es probable que su año de producción (bien sea 1932 o bien 1934) sirve para suavizar cualquier altercado. La misma película en 1938 o 1941 hubiese sido contada claramente de otra manera. Por ello, considero que está bien avisar que aquí no se verán cosas que avergüencen a quienes no casen con el mensaje y no acepten que toda película es hija de su tiempo. Eso sí, se nos regala una producción 100% bélica. Sin mujeres, sin dramas, sin civiles. Simplemente hombres en guerra luchando y muriendo, sin preguntarse en exceso porqué. 

Esa sí es la radical diferencia con la mayoría de cine sobre el conflicto, centrado en criticar a políticos, militares y todo lo que se precie. Sin ser soldados en lucha que no se preguntan qué hacen allí, pero sin todo lo  contrario. La película acaba siendo un pseudodocumental que probablemente impactaría en las salas de cine de la época. ¿el motivo? Asistimos a todo un arsenal de balazos y explosiones, rodado con el beneplácito del ejército, que puso militares, e incluso aprovechando para ello maniobras militares reales. De este modo, se puede observar en algunos momentos auténticas explosiones.

Que la película no resulte todo lo nazi que uno quisiera ver en una película de propaganda de 1934 no quit que sí hay detalles llamativos. El más importante el como se trata diferente a unos franceses que deben caer mal al público alemán y en ello se centran, y unos británicos que, más cercanos, no parecen tan diferentes de los alemanes como muestra ese tramo final. Un final que, junto a los muertos bajo los escombros sí parecen indicar y verter cierta luz de paz sobre una obra beligerante.

Porque aunque la película acaba siendo la muestra de la guerra pura y dura sin entrar en moralinas ni soldados pensando en sus familias y parejas, no es menos cierto que algunas escenas por su crudeza y realismo o algunas frases (de las pocas que hay) parecen indicar cierta preocupación por la palabra guerra. El resultado final no acaba siendo del todo satisfactorio a los ojos de un espectador del SigloXXI, ya que no acaba siendo ni el producto de propaganda que se quería, ni la crítica a la guerra que acostumbra el subgénero. En esa tierra de nadie deambula una película fácil de olvidar, sin escenas que pasen a la historia.

Me ha resultado curioso, no obstante, haber descubierto y visualizado un título diferente, donde se nos enseña la crudeza de la guerra sin titubeos, únicamente con la mirada de los soldados, casi siempre en planos generales, de las ruinas, cascos y explosiones. Ni Zöberlein, ni unos personajes planos, ni unos actores un tanto olvidables ponen mucho esmero en que la película merezca la pena. Pero cuando se ponen a jugar a los soldados y a dejar eso hecho un solar, "Tropas de asalto 1917" se erige como un espectáculo pirotécnico posiblemente sin igual en su  época.

Nota: 5'5

Lo mejor: Ser una curiosidad y el bombardeo constante a los ojos del espectador.

Lo peor: Ni trama, ni actuaciones... Acaba siendo casi un documental difícil de seguir en términos cinematográficos.

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