La película, estrenada en 1953, es un remake donde se fusila la original de principio a casi fin. Las poses de su protagonista (también sargento), el tipo de personajes que van haciendo aparición a lo largo del viaje. El propio viaje, el enemigo, el agua, el que va a buscar a la caballería... Todos los puntos y pasos de la película son un calco al original. Digo más, sin haber revisionado recientemente la película ambientada en la II Guerra Mundial, numerosos diálogos diría que son exactamente los mismos. O las maneras de morir de algunos personajes.
Cambian, no obstante, algunos elementos. Como el hecho de incluir un personaje femenino en la propuesta, que en esta ocasión sobreviven algunos más y el final no es tan trabajado y original como en "Sáhara". Pero claro, tocaba justificar la labor de la caballería y era muy peliculero hacerla aparecer a toque de corneta. En ese sentido, me parece un punto negativo que tras ser un calco descarado del original, el final sea tan debilucho.Tras las cámaras está Andre de Toth, director que realizó alguna que otra incursión en el cine bélico como con "Mercenarios sin gloria" con Michael Caine. Pero aquí estamos ante un de Toth ligado a lo que tiene entre manos, que no es más que un refrito sobre algo ya realizado. Se limita a, con los pocos medios que maneja la producción, realizar una calcomanía poco trabajada. Quedando un remake al uso sin mucho provecho, únicamente disfrutable para quienes no hayan visto la original o resten importancia a un reparto con tan poco fuste.
Destacable es, eso sí, que aparezca el mítico Lloyd Bridges ("Hot shots!")que pese a su rol secundario cabe destacar como curiosidad que también participó en "Sáhara" una década antes. Pero el personaje principal acaba siendo un actor intentando hacer de Bogart y ese sargento duro pero entrañable, y este de marca Hacendado no alcanza un nivel no digo semejante, sino aceptable. Quedando ese reparto como parte de la culpa de un western fallido."Los últimos comanches" acaba siendo una película muy digna para alguno de esos canales que emiten la de vaqueros por la tarde y que la mayoría de las cintas que manejan son de acabado cutrecillo. Porque la película está lejos de ser un western con todas las letras. Y su único salvoconducto posible, y es cierto que lo tiene, es la historia que nos cuenta. Al final, ser discípula directa de un clasicazo como "Sáhara" le da puntos a favor. La historia es la misma, no sólo de base, sino en numerosos apartados, y aunque los villanos sean más cutres, y los propios aliados, su escasa duración hace que el espectador medio en el sofá pueda pasar el rato sin mayores pretensiones.
Pero, a la hora de valorar la película, en este caso no vale con que entretenga. Hablamos de un calco excesivamente poco trabajado, de unos medios y unas actuaciones un tanto pobres y, por ende, de una película prescindible a todas luces. Eso sí, se saca la sonrisa si se ha visto la producción de Korda, por recordar cada momento del mencionado clasicazo. Incluido un final que en 1944 tenía su razón de ser en enviar el mensaje recordando a los caídos que lucharon por liberar el mundo del fascismo. Que en 1953 en una de guerras indias se lance el mismo discurso o parecido es, directamente, guasa. Por no decir un inoportuno atentado a la inteligencia.Nota: 4
Lo mejor: Que en el fondo es entretenida como pudiera serlo "Sáhara".
Lo peor: Que hacer un remake no es un pecado, pero mantener tantas similitudes y líneas de guion es no querer trabajar un comino.
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