El título escogido para encabezar este mes con la sección "La película del mes" es un clásico en ocasiones injustamente olvidado dirigido por el grandísimo William A.Wellman en 1949: "Fuego en la nieve" (Battleground).
El proyecto fue una idea del productor Robert Pirosh, que se encargaría de elaborar un guion en base a sus experiencias durante la II Guerra Mundial donde había formado parte de las tropas que llegaron al rescate de los 'bastardos de Bastogne'. Inicialmente dicho guion estaba en manos de la RKO, y el productor de la película sería Dore Schary. Sin embargo, la llegada del multimillonario Howard Hughes y sus excentricidades al frente de la RKO (recordemos que fue a pique) provocó que el proyecto quedara en segundo plano y Schary dimitiera.
Dore Schary entonces marchó a la Metro, consiguiendo llevarse consigo el guion y derechos de una producción que parecía que no vería la luz. Era 1948, la IIGM había concluido tres años atrás y tanto Hollywood como el público se habían cansado del conflicto en el cine. Esos detalles provocaron que el mandamás de la Metro no confiase en el proyecto, ni tan siquiera cuando optaron por un director de la talla de William A.Wellman, que durante el conflicto había rodado "También somos seres humanos".
Finalmente la película se pudo hacer, incluso con menos presupuesto del inicial, gracias al empeño de Robert Pirosh. Pese a ser casi toda la acción en exterior (en el bosque), se rodó casi íntegramente en estudio. Para dotar de realismo se trajeron numerosos árboles para poblar un bosque dentro del estudio de la Metro. Eso y numerosa nieve falsa para meter al público de lleno en aquel infierno. La película, contra los pronósticos iniciales, fue un éxito entre crítica y público y acabaría siendo nominada a 6 Oscars incluyendo Película y Director. Obtendría dos: Guion y Fotografía en blanco y negro.
La Película
"Fuego en la nieve" está protagonizada por un amplio elenco de estrellas de la Metro, liderado por Van Johnson en el papel de soldado con toque de humor o James Withmore en el de sargento duro que le deparó una nominación al Óscar por el papel. La acción nos traslada a la batalla de las Ardenas, centrándose en todo momento en un grupo de soldados de infantería en el fragor de la batalla.
Esa búsqueda de realismo, pese a la época en la que se rodó y las limitaciones técnicas posibles de un clásico, son la nota predominante de una producción que logra su cometido alzándose como uno de los productos del género mejor valorados históricamente de cuantos fueron rodados en la década de los 40. "Fuego en la nieve" apareció, además, en una era donde el cine bélico había desaparecido, volviéndole a darle esplendor, pero variando ciertas características.
El tono de la película es mucho más amargo que el que se hubiera hecho años antes. Asistimos a un grupo de soldados que lucha, comparte vivencias y sobrevive, en el mejor de los casos. En el peor, muere. Vemos como diferentes miembros del grupo van cayendo en diferentes situaciones, con especial mención a esa muerte por congelamiento debajo de un vehículo tras haberse escondido del enemigo al acecho. También la parte del bombardeo a Bastogne por parte de los alemanes será otro de los momentos álgidos en lo que respecta a la dureza del film.
Asistimos a una victoria en base a la resistenciaz pero únicamente la aparición del sol y, con él, de los refuerzos necesarios salvarán una situación dramática desde la media hora de película en adelante. Ni los chascarrillos de Van Johnson (más numerosos en la primera media hora) apartarán al espectador del duro invierno belga al que deben hacer frente los soldados protagonistas.
La producción, además, cuenta con alguna que otra escena que resulta mítica, como la del interrogatorio a los alemanes a golpe de humo de tabaco, con la dura mirada de los norteamericanos, y como el hombre al mando les recalca lo que el General ha espetado a la petición de rendición por parte de los alemanes: "Nuts" (algo así como "un cuerno", aunque se traduzca aquí como "estáis locos"). También, obviamente, la escena en la que aparece el pelotón alemán camuflado de norteamericanos se guarda en la memoria. Si bien muchos recordarán más dichos momentos en "La batalla de las Ardenas".
Únicamente el discurso con apariencia religiosa para el rezo donde se habla de la importancia de combatir el nazismo y que, precisamente por ello, están luchando, se acerca al mensaje de una película rodada durante la Guerra. Es el único momento donde el film se aleja en cierto modo del mensaje realista de hombres atrapados en la nieve y por un enemigo que les tiene rodeado. Aunque queda justificado porque sirve para no bajar la moral debilitada de quienes se preguntan porqué están luchando en ese lugar de Europa cuyo nombre desconocen, ya que inicialmente pensarán que van hacia Francia y, al final, uno de los protagonistas dirá que creía que estaban luchando en Luxemburgo.
El final, mítico también donde los haya, con las tropas norteamericanas de refuerzo yendo en dirección al enemigo mientras los apaleados bastardos de Bastogne se ganan su merecido descanso al tono y ritmo (con cojera incluida) del sargento, es otra de las señas de identidad de una película que cumple holgadamente su propósito. Muchos quizás la hayan olvidado, pero no está de más recordar que "Fuego en la nieve" es una de las primeras grandes películas sobre la II Guerra Mundial y que merece ser visionada, al menos, par de veces en la vida.
Nota: 8
Lo Mejor: El realismo con el que trata la propuesta, con el belicismo necesario pero centrándose en las personas sin caer en topicazos innecesarios.
Lo Peor: Que se note, pese a su buen intento, que está rodada en plató cuando es un título necesario para exteriores. Pero, igual que hiciera Raoul Walsh en "Objetivo: Birmania", cuela.
El proyecto fue una idea del productor Robert Pirosh, que se encargaría de elaborar un guion en base a sus experiencias durante la II Guerra Mundial donde había formado parte de las tropas que llegaron al rescate de los 'bastardos de Bastogne'. Inicialmente dicho guion estaba en manos de la RKO, y el productor de la película sería Dore Schary. Sin embargo, la llegada del multimillonario Howard Hughes y sus excentricidades al frente de la RKO (recordemos que fue a pique) provocó que el proyecto quedara en segundo plano y Schary dimitiera.
Dore Schary entonces marchó a la Metro, consiguiendo llevarse consigo el guion y derechos de una producción que parecía que no vería la luz. Era 1948, la IIGM había concluido tres años atrás y tanto Hollywood como el público se habían cansado del conflicto en el cine. Esos detalles provocaron que el mandamás de la Metro no confiase en el proyecto, ni tan siquiera cuando optaron por un director de la talla de William A.Wellman, que durante el conflicto había rodado "También somos seres humanos".
Finalmente la película se pudo hacer, incluso con menos presupuesto del inicial, gracias al empeño de Robert Pirosh. Pese a ser casi toda la acción en exterior (en el bosque), se rodó casi íntegramente en estudio. Para dotar de realismo se trajeron numerosos árboles para poblar un bosque dentro del estudio de la Metro. Eso y numerosa nieve falsa para meter al público de lleno en aquel infierno. La película, contra los pronósticos iniciales, fue un éxito entre crítica y público y acabaría siendo nominada a 6 Oscars incluyendo Película y Director. Obtendría dos: Guion y Fotografía en blanco y negro.
La Película
"Fuego en la nieve" está protagonizada por un amplio elenco de estrellas de la Metro, liderado por Van Johnson en el papel de soldado con toque de humor o James Withmore en el de sargento duro que le deparó una nominación al Óscar por el papel. La acción nos traslada a la batalla de las Ardenas, centrándose en todo momento en un grupo de soldados de infantería en el fragor de la batalla.
Esa búsqueda de realismo, pese a la época en la que se rodó y las limitaciones técnicas posibles de un clásico, son la nota predominante de una producción que logra su cometido alzándose como uno de los productos del género mejor valorados históricamente de cuantos fueron rodados en la década de los 40. "Fuego en la nieve" apareció, además, en una era donde el cine bélico había desaparecido, volviéndole a darle esplendor, pero variando ciertas características.
El tono de la película es mucho más amargo que el que se hubiera hecho años antes. Asistimos a un grupo de soldados que lucha, comparte vivencias y sobrevive, en el mejor de los casos. En el peor, muere. Vemos como diferentes miembros del grupo van cayendo en diferentes situaciones, con especial mención a esa muerte por congelamiento debajo de un vehículo tras haberse escondido del enemigo al acecho. También la parte del bombardeo a Bastogne por parte de los alemanes será otro de los momentos álgidos en lo que respecta a la dureza del film.
Asistimos a una victoria en base a la resistenciaz pero únicamente la aparición del sol y, con él, de los refuerzos necesarios salvarán una situación dramática desde la media hora de película en adelante. Ni los chascarrillos de Van Johnson (más numerosos en la primera media hora) apartarán al espectador del duro invierno belga al que deben hacer frente los soldados protagonistas.
La producción, además, cuenta con alguna que otra escena que resulta mítica, como la del interrogatorio a los alemanes a golpe de humo de tabaco, con la dura mirada de los norteamericanos, y como el hombre al mando les recalca lo que el General ha espetado a la petición de rendición por parte de los alemanes: "Nuts" (algo así como "un cuerno", aunque se traduzca aquí como "estáis locos"). También, obviamente, la escena en la que aparece el pelotón alemán camuflado de norteamericanos se guarda en la memoria. Si bien muchos recordarán más dichos momentos en "La batalla de las Ardenas".
Únicamente el discurso con apariencia religiosa para el rezo donde se habla de la importancia de combatir el nazismo y que, precisamente por ello, están luchando, se acerca al mensaje de una película rodada durante la Guerra. Es el único momento donde el film se aleja en cierto modo del mensaje realista de hombres atrapados en la nieve y por un enemigo que les tiene rodeado. Aunque queda justificado porque sirve para no bajar la moral debilitada de quienes se preguntan porqué están luchando en ese lugar de Europa cuyo nombre desconocen, ya que inicialmente pensarán que van hacia Francia y, al final, uno de los protagonistas dirá que creía que estaban luchando en Luxemburgo.
El final, mítico también donde los haya, con las tropas norteamericanas de refuerzo yendo en dirección al enemigo mientras los apaleados bastardos de Bastogne se ganan su merecido descanso al tono y ritmo (con cojera incluida) del sargento, es otra de las señas de identidad de una película que cumple holgadamente su propósito. Muchos quizás la hayan olvidado, pero no está de más recordar que "Fuego en la nieve" es una de las primeras grandes películas sobre la II Guerra Mundial y que merece ser visionada, al menos, par de veces en la vida.
Nota: 8
Lo Mejor: El realismo con el que trata la propuesta, con el belicismo necesario pero centrándose en las personas sin caer en topicazos innecesarios.
Lo Peor: Que se note, pese a su buen intento, que está rodada en plató cuando es un título necesario para exteriores. Pero, igual que hiciera Raoul Walsh en "Objetivo: Birmania", cuela.
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