Tres sargentos (John Sturges, 1962)

En 1963 John Sturges realizaba la que para la gran mayoría es su obra maestra: "La gran evasión". Era un director que había ido creciendo y había tocado el cielo pocos años antes con "Los siete magníficos", remake en clave Western del clásico de Akira Kurosawa "Los siete samuráis". Lo que mucha gente quizás no recuerde o conozca, es que entre ambas, en 1962 se lanzó a dirigir uno de esos títulos de encargo que, vistos hoy en día, mancillan la filmografía de todo buen director que se precie : "Tres sargentos". 

Hoy he venido a pasármelo bien. Por ello os traigo en la sección de Western militar, una comedia de caballería. Se trata de la segunda en el subgénero que analizo tras "La batalla de las colinas del Whisky". Como curiosidad, destacar que ambas tienen la firma de Sturges. En la que comento hoy, "Tres sargentos ", el reparto está encabezado por dos ilustres de los teatros, los cantantes Frank Sinatra y Dean Martin. Junto a ellos, completan el reparto otras dos patas del banco de ese grupete de amigos que protagonizaría "La cuadrilla de los once" (Ocean's eleven). 

La temática de la película es bien sencilla: ¿Habéis visto Gunga Din? Sí, ese clásico de aventuras coloniales en la India. Pues, en caso afirmativo, ya sabéis lo que pasa en esta película de principio a fin, ya que todo el argumento es una copia/remake del mismo. Se ve que a Sturges se le daba  bien trasladas historias ambientadas en continente asiático y llevarlas al Lejano Oeste. Para quien no conozca el mencionado clásico de los años treinta, resumo: Un grupo de indios nativos renegados y que forman una secta de lo más peculiar la lían por el Lejano Oeste. Para contrarrestarlos estarán un grupo de tres sargentos afines a las peripecias.

El desenlace, idéntico también en ambas propuestas, aunque con un acabado rococó (o rocambolesco, no sé) en este Western con la trompetita anunciando a la cabellería del peligro que les acecha, es de lo que más recordaba de esta amable, entrañable y (aquí que cada uno ponga su calificativo) comedia en clave western. El caso es que en mi infancia en casa de mis abuelos la vi varias veces, ya que la tenía original. Hacía más de dos décadas que no la veía, y que posiblemente no veía "Gunga Din". Y, pese a ello, recordaba alguna escena o frase. 

Sé que mi cariño a la infancia me hace verla con buenos ojos, y que quien la descubra hoy en día se lance a mi yugular cuál oriundo de Transilvania por hacer el siguiente comentario: "Tres sargentos es cutre, pero divertida. Cumple su propósito". Su 4'7 FilmAffinity no le hace justicia en mi opinión. Hablamos de una película con no pocos defectos en el rodaje y montaje. Un film donde un Sturges de trazo grueso no demuestra lo buen director que fue. Pero Sinatra, Martin y compañía se las ingenian para, entre chascarrillos, peleas de Saloon e indios que parecen salidos de una comuna Hippie de los setenta, hacernos pasar un buen rato.

No busquen duelos bien llevados. Ni siquiera los planos de esa gloriosa batalla final tienen el deje del buen cine. No busquen un argumento sólido, y no busquen grandes decorados. Apenas en cinco o seis escenas largas se cuenta la película con ese inicio para ubicar acción y personajes, ese primer contacto con los indios, la calma chicha con coñas baile incluido, y todo el tramo final. Un poblado, un fuerte en medio de la nada y una cueva a la que se accede por un puente de esos que hacen salivar a los fans de Indiana Jones son los tres decorados habituales de esta peliculilla de sobremesa o de después de la siesta en los canales habituales del Oeste.

¿Alguien pidió más? Hablamos de una cuadrilla de amiguetes unidos por la causa para hacerlo pasar bien. Obviamente el humor de los sesenta y el de hoy en día no es el mismo. Y si no son Wilder, Marx o los Phyton... Ni siquiera Jerry Lewis, pues más en contra de echarse las risas. Pero hay que ver la película con los ojos  de quien asiste a un clásico sesentero olvidado con el paso de los años, pero con un reparto de rostros conocidos. 

Como puntos a favor, ese trio protagonista (al ayudante no lo tolero tanto) con Dean Martin como auténtico crack de la pantalla en esta ocasión pese a ser Sinatra el cabeza de cartel. Sus chascarrillos y las bromas de solterones incendian la pantalla. La pelea en el saloon que no falte, es otro punto fuerte junto a pequeñas escenas cómicas como la peculiar partida de póker o cómo dejar seco a un sargento. 

En contra, eso sí, un clímax que desprende cutrerío visto hoy en día por casi cada plano. Todo lo que sucede en la cueva en esos últimos 20 minutos (a ojo) es bastante mejorable. Indios cayendo como almohadas por el barranco, poca resistencia, peleas bastante poco trabajadas pero, sobre todo, unos indios que son denunciables por cualquier comunidad nativa americana. Pero todo sea por la diversión y el espectáculo. Quién acepte sus defectos y los pueda convertir en virtudes, verá que "Tres sargentos" no es tan mala Película como las buenas lenguas dicen.

Nota: 5'5

Lo Mejor: Dean Martin y su cuadrilla. Queriendo o sin querer, son divertidos y entrañables.

Lo peor: El cartón piedra desde un guion mal ejecutado, hasta unos secundarios y extras de vergüenza ajena, indios al frente.