En el título que comento hoy me traslado a un frente no muy transitado por el cine de la II Guerra Mundial como fue el de Birmania. "Llanura roja" es el título de este drama bélico cuyo mayor reclamo es un actorazo como Gregory Peck, que da vida al capitán protagonista de esta aventura.
El film nos muestra a un veterano piloto a bordo de un Mosquito, que no parará de demostrar que no sólo no tiene miedo a la muerte, sino que la desea. Dentro de su particular manera de afrontar la guerra y con pesadillas nocturnas incluidas, encontrará el amor en una birmana que hará cambiar radicalmente al personaje, ahora dispuesto a sobrevivir, y a salvar la vida de sus compañeros tras caer su avión en una llanura del país asiático en una misión aparentemente sencilla.
Explicada la sinopsis toca mencionar que la producción se divide bastante bien en dos actos o apartados, como la gran parte del cime bélico con historia romántica de por medio. La presentación del personaje, alguna incursión bélica (la única que aparece en toda la película) y los flirteos amorosos junto a un bombardeo japonés son los ingredientes de una correcta pero típica primera mitad.
Justo a mitad de película (50 minutos de los 100 que tiene la película) tiene lugar el despegue del bombardeo que tripulan tres hombres y que será el detonante a ese cine de supervivencia que enganchará al espectador a la butaca. Pese a tener bastantes momentos tópicos, y pese a no tener protagonismo japonés que le dé más suspense a la trama, la película logra enganchar en ese tramo final.
Es digno de elogiar como, sujetándose en sus dos principales actores, Robert Parrish logra mantener la atención y la tensión en los siguientes 45 minutos. Partiendo de un fallo en el motor, el aterrizaje forzoso y un duelo interpretativo donde se acabarán cambiando los roles y, pese a hacernos dudar de cuál era el movimiento correcto, demuestra que el Capitán protagonista pasará de la locura a ser el cuerdo, mientras otro de los supervivientes irá abrazando esa locura.
Choca también la manera de afrontar la vida de ambos personajes, lo cuál marca gran parte de la trama. En par de ocasiones se nos dice que la ausencia de una familia o mujer esperando al protagonista es el motivo de que este actúe sin preocuparse por su vida, mientras otros sí lo hacen. Sin embargo el que acaba actuando movido por la locura y olvidándose de su familia es su compañero de penurias. Dos maneras diferentes de afrontar la vida y una problemática común: Sobrevivir al calor, la falta de víveres y la fatiga.
Poco recordaba de "Llanura roja" que creía haber visto de pequeño (estoy convencido casi del todo) por el recuerdo del plano con la camilla a cuestas por la jungla... O ese demoledor inicio con Peck durmiendo y despertándose tras un bombardeo que, finalmente, resulta estar sólo en su cabeza.
Esa escena, de lo mejor de la película, tendrá dos momentos posteriores que beben de ella. Por un lado, el del protagonista escuchando un bombardeo japonés cuando está en la aldea, pero en esta ocasión sí que tendrá razón y las bombas no están en su cabeza, sino en la de todos los pobres birmanos que la recibirán. La segunda escena es ese emotivo y romántico final, que acaba siendo el cierre perfecto para dicha escena inicial. El personaje, fatigado por la guerra pero recuperado gracias al amor, se tumbará junto a su amada. Una bella estampa donde Peck vuelve a su posición inicial en el film (dormido) aunque en esta ocasión acompañado.
Otro de los detalles importantes de la película es el hecho del amor interracial al que se hace referencia. Estamos en 1954 y no era tan típico algo así, si bien el cine de Hollywood sí había flirteado con ello en películas bélicas donde los protagonistas estaban en algún país asiático. Chirría, no obstante, el desenfoque constante y deliverado en los planos de la protagonista femenina. Un efecto óptico hecho para remarcar cierto tono onírico, como de ensueño, por parte de los ojos del Capitán. Mientras a él le vemos con fondos cercanos y todo casi enfocado, en ella únicamente le vemos a ella, con constantes fondos lejanos, coloridos y desenfocados.
El resultado final de "Llanura roja" se disfruta como cine de supervivencia a pesar de un clímax final tan poco trabajado que brilla por su ausencia. Es, también una película que muestra algunas problemáticas del combate y de la moral o autoestima. Como ejercicio de cine romántico, no deja de ser pasable con los tópicos de este tipo de películas. Eso sí, quien quiera ver algo bélico, que la evite, pues no tiene más que su tramo inicial estrechamente vinculado al género.
Nota: 6
Lo Mejor: La presencia de Peck y cómo es su personaje en el principio, y la trama de supervivencia.
Lo Peor: Ni es bélica, ni sabe concluir bien su parte esencial, con un final que nos pilla muy "de sopetón".
El film nos muestra a un veterano piloto a bordo de un Mosquito, que no parará de demostrar que no sólo no tiene miedo a la muerte, sino que la desea. Dentro de su particular manera de afrontar la guerra y con pesadillas nocturnas incluidas, encontrará el amor en una birmana que hará cambiar radicalmente al personaje, ahora dispuesto a sobrevivir, y a salvar la vida de sus compañeros tras caer su avión en una llanura del país asiático en una misión aparentemente sencilla.
Explicada la sinopsis toca mencionar que la producción se divide bastante bien en dos actos o apartados, como la gran parte del cime bélico con historia romántica de por medio. La presentación del personaje, alguna incursión bélica (la única que aparece en toda la película) y los flirteos amorosos junto a un bombardeo japonés son los ingredientes de una correcta pero típica primera mitad.
Justo a mitad de película (50 minutos de los 100 que tiene la película) tiene lugar el despegue del bombardeo que tripulan tres hombres y que será el detonante a ese cine de supervivencia que enganchará al espectador a la butaca. Pese a tener bastantes momentos tópicos, y pese a no tener protagonismo japonés que le dé más suspense a la trama, la película logra enganchar en ese tramo final.
Es digno de elogiar como, sujetándose en sus dos principales actores, Robert Parrish logra mantener la atención y la tensión en los siguientes 45 minutos. Partiendo de un fallo en el motor, el aterrizaje forzoso y un duelo interpretativo donde se acabarán cambiando los roles y, pese a hacernos dudar de cuál era el movimiento correcto, demuestra que el Capitán protagonista pasará de la locura a ser el cuerdo, mientras otro de los supervivientes irá abrazando esa locura.
Choca también la manera de afrontar la vida de ambos personajes, lo cuál marca gran parte de la trama. En par de ocasiones se nos dice que la ausencia de una familia o mujer esperando al protagonista es el motivo de que este actúe sin preocuparse por su vida, mientras otros sí lo hacen. Sin embargo el que acaba actuando movido por la locura y olvidándose de su familia es su compañero de penurias. Dos maneras diferentes de afrontar la vida y una problemática común: Sobrevivir al calor, la falta de víveres y la fatiga.
Poco recordaba de "Llanura roja" que creía haber visto de pequeño (estoy convencido casi del todo) por el recuerdo del plano con la camilla a cuestas por la jungla... O ese demoledor inicio con Peck durmiendo y despertándose tras un bombardeo que, finalmente, resulta estar sólo en su cabeza.
Esa escena, de lo mejor de la película, tendrá dos momentos posteriores que beben de ella. Por un lado, el del protagonista escuchando un bombardeo japonés cuando está en la aldea, pero en esta ocasión sí que tendrá razón y las bombas no están en su cabeza, sino en la de todos los pobres birmanos que la recibirán. La segunda escena es ese emotivo y romántico final, que acaba siendo el cierre perfecto para dicha escena inicial. El personaje, fatigado por la guerra pero recuperado gracias al amor, se tumbará junto a su amada. Una bella estampa donde Peck vuelve a su posición inicial en el film (dormido) aunque en esta ocasión acompañado.
Otro de los detalles importantes de la película es el hecho del amor interracial al que se hace referencia. Estamos en 1954 y no era tan típico algo así, si bien el cine de Hollywood sí había flirteado con ello en películas bélicas donde los protagonistas estaban en algún país asiático. Chirría, no obstante, el desenfoque constante y deliverado en los planos de la protagonista femenina. Un efecto óptico hecho para remarcar cierto tono onírico, como de ensueño, por parte de los ojos del Capitán. Mientras a él le vemos con fondos cercanos y todo casi enfocado, en ella únicamente le vemos a ella, con constantes fondos lejanos, coloridos y desenfocados.
El resultado final de "Llanura roja" se disfruta como cine de supervivencia a pesar de un clímax final tan poco trabajado que brilla por su ausencia. Es, también una película que muestra algunas problemáticas del combate y de la moral o autoestima. Como ejercicio de cine romántico, no deja de ser pasable con los tópicos de este tipo de películas. Eso sí, quien quiera ver algo bélico, que la evite, pues no tiene más que su tramo inicial estrechamente vinculado al género.
Nota: 6
Lo Mejor: La presencia de Peck y cómo es su personaje en el principio, y la trama de supervivencia.
Lo Peor: Ni es bélica, ni sabe concluir bien su parte esencial, con un final que nos pilla muy "de sopetón".
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