Hoy nos vamos de aventuras al Norte de África para tratar una película que tenía pendiente, con un ambiente (en apariencia) poco bélico, pero que contiene par de secuencias bélicas, además de una fuerte dosis de incidente bélico político quizás poco conocido. Se trata de "El viento y el león", dirigida por el peculiar John Milius, y protagonizada por un siempre brillante Sean Connery.
La película trata el "incidente Perdicaris", donde El Raisuli, un enviado de Mahoma y, según muchos marroquís, heredero al trono de Marruecos secuestró a un embajador norteamericano cuyo apellido es Perdicaris. Durante una serie de semanas el hecho estuvo a punto de derivar en un conflicto mucho más serio, pero finalmente se pudo resolver con el rescate de Perdicaris tras las negociaciones.
La película, obviamente, coge los hechos reales y los transforma. En lugar de un ya entrado en edad embajador, aquí tenemos a la viuda Perdicaris y sus dos hijos (un niño y una niña). Son dos detalles a tener en cuenta, pues para hacerla más atractiva cinematográficamente, nos pone a una mujer que repudiará los métodos de El Raisuli pero acabará abrazando su filosofía hasta el punto de interceder para salvarle del ejército alemán que lo tiene prisionero. También la tierna infancia es otro detalle peliculero para que nos acerquemos más a los protagonistas principales.
De esta manera se nos muestra una aventura en el desierto, donde se va conociendo la cultura de aquella época y la manera de funcionar de esa tribu liderada por El Raisuli, a la par que vemos los movimientos políticos en una especie de partida de ajedrez donde el destino del mundo parece depender de lo que suceda en ese pequeño territorio alejado de Europa (pero a sus puertas) y de EEUU. No obstante, se nos intenta vender que Roosevelt y EEUU eran un gigante en crecimiento, y que este incidente (que por el nombre no llega a conflicto) de 1904 es uno de esos movimientos precursores de la Gran Guerra.
Juega, en algunos momentos con esa atractiva idea, con una escena donde el cinismo de sus peculiares protagonistas vaticina una posible guerra a escala mundial. La mera idea les parece enorgullecer, en una clara crítica a esa aristocrácia y políticos que acabaron provocando el primer gran conflicto mundial en el Siglo XX: La Gran Guerra. Muchos problemas vinieron, sin duda, de las tensas relaciones internacionales y de alianzas y, por ello, se incide en que el asunto Perdicaris podía influir si acababa en catástrofe.
Lo curioso del asunto es que visualizando la película los EEUU perfectamente podrían haber provocado una guerra Mundial. La manera de acabar con las tropas que defienden el Palacio del Rey de Marruecos, escena saldada con un ataque de los marines ejecutado en apenas medio minuto y con una comparsa musical acompañando la secuencia, es buena muestra de ello. Como lo es esa resolución final donde un puñado de marines y una mujer, armamento en mano, acabarán asaltando una posición alemana y rescatando a El Raisuli para salir huyendo.
Son dos ejemplos bélicos que, en la historia real no acontecieron, puesto que su mera existencia podría provocar una catástrofe sin precedentes al tratarase de una invasión en toda regla de los marines USA en territorio marroquí, entonces todavía como protectorado de España, que ni pincha ni corta en este incidente según la película. Se trata de escenas bélicas planificadas para hacer un envoltorio más aventurero y con acción, para no centrar toda la trama en El Raisuli y sus métodos y filosofía de vida, y en Roosevelt y su lucha en el poder.
El resultado final es una atractiva cinta de aventuras fácil de digerir, pero quizás también de olvidar. Pero con planos bellos como ese inicio con el asalto a la casa de la familia Perdicaris a galope, con caballos y espadas aniquilando o hiriendo a su paso. Una secuencia bellamente desarrollada y concluida con el secuestro y la presentación del personaje estrella de la película. A partir de ahí, Sean Connery nos parecerá, primero deleznable y, poco a poco, un gran personaje con mucho corazón y alma. Una especie de espíritu libre que lidera a sus hombres.
Os recomiendo "El viento y el león" para quien no la haya visto. No es una película puramente bélica, trastoca la historia real, pero acaba siendo un efectivo y buen thriller político con aventuras incluidas en el siempre atractivo escenario del Desierto. Sean Connery hace el resto, aunque el guion tire de clichés obvios en lo que respecta a los niños que endulza la película convirtiéndola, como digo, más en un espectáculo de aventuras familiar que en un denso thriller político.
Nota: 7
Lo Mejor: El Raisuli y su modo de vida.
Lo Peor: La ñoñería o niñería de algunos momentos para aceptar a El Raisuli como un buen tipo.
La película trata el "incidente Perdicaris", donde El Raisuli, un enviado de Mahoma y, según muchos marroquís, heredero al trono de Marruecos secuestró a un embajador norteamericano cuyo apellido es Perdicaris. Durante una serie de semanas el hecho estuvo a punto de derivar en un conflicto mucho más serio, pero finalmente se pudo resolver con el rescate de Perdicaris tras las negociaciones.
La película, obviamente, coge los hechos reales y los transforma. En lugar de un ya entrado en edad embajador, aquí tenemos a la viuda Perdicaris y sus dos hijos (un niño y una niña). Son dos detalles a tener en cuenta, pues para hacerla más atractiva cinematográficamente, nos pone a una mujer que repudiará los métodos de El Raisuli pero acabará abrazando su filosofía hasta el punto de interceder para salvarle del ejército alemán que lo tiene prisionero. También la tierna infancia es otro detalle peliculero para que nos acerquemos más a los protagonistas principales.
De esta manera se nos muestra una aventura en el desierto, donde se va conociendo la cultura de aquella época y la manera de funcionar de esa tribu liderada por El Raisuli, a la par que vemos los movimientos políticos en una especie de partida de ajedrez donde el destino del mundo parece depender de lo que suceda en ese pequeño territorio alejado de Europa (pero a sus puertas) y de EEUU. No obstante, se nos intenta vender que Roosevelt y EEUU eran un gigante en crecimiento, y que este incidente (que por el nombre no llega a conflicto) de 1904 es uno de esos movimientos precursores de la Gran Guerra.
Juega, en algunos momentos con esa atractiva idea, con una escena donde el cinismo de sus peculiares protagonistas vaticina una posible guerra a escala mundial. La mera idea les parece enorgullecer, en una clara crítica a esa aristocrácia y políticos que acabaron provocando el primer gran conflicto mundial en el Siglo XX: La Gran Guerra. Muchos problemas vinieron, sin duda, de las tensas relaciones internacionales y de alianzas y, por ello, se incide en que el asunto Perdicaris podía influir si acababa en catástrofe.
Lo curioso del asunto es que visualizando la película los EEUU perfectamente podrían haber provocado una guerra Mundial. La manera de acabar con las tropas que defienden el Palacio del Rey de Marruecos, escena saldada con un ataque de los marines ejecutado en apenas medio minuto y con una comparsa musical acompañando la secuencia, es buena muestra de ello. Como lo es esa resolución final donde un puñado de marines y una mujer, armamento en mano, acabarán asaltando una posición alemana y rescatando a El Raisuli para salir huyendo.
Son dos ejemplos bélicos que, en la historia real no acontecieron, puesto que su mera existencia podría provocar una catástrofe sin precedentes al tratarase de una invasión en toda regla de los marines USA en territorio marroquí, entonces todavía como protectorado de España, que ni pincha ni corta en este incidente según la película. Se trata de escenas bélicas planificadas para hacer un envoltorio más aventurero y con acción, para no centrar toda la trama en El Raisuli y sus métodos y filosofía de vida, y en Roosevelt y su lucha en el poder.
El resultado final es una atractiva cinta de aventuras fácil de digerir, pero quizás también de olvidar. Pero con planos bellos como ese inicio con el asalto a la casa de la familia Perdicaris a galope, con caballos y espadas aniquilando o hiriendo a su paso. Una secuencia bellamente desarrollada y concluida con el secuestro y la presentación del personaje estrella de la película. A partir de ahí, Sean Connery nos parecerá, primero deleznable y, poco a poco, un gran personaje con mucho corazón y alma. Una especie de espíritu libre que lidera a sus hombres.
Os recomiendo "El viento y el león" para quien no la haya visto. No es una película puramente bélica, trastoca la historia real, pero acaba siendo un efectivo y buen thriller político con aventuras incluidas en el siempre atractivo escenario del Desierto. Sean Connery hace el resto, aunque el guion tire de clichés obvios en lo que respecta a los niños que endulza la película convirtiéndola, como digo, más en un espectáculo de aventuras familiar que en un denso thriller político.
Nota: 7
Lo Mejor: El Raisuli y su modo de vida.
Lo Peor: La ñoñería o niñería de algunos momentos para aceptar a El Raisuli como un buen tipo.
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