De un tiempo a esta parte el cine español parece haber encontrado interesante la temática de la II Guerra Mundial. Se trata de un conflicto que aquí pasó de refilón al no haber participado España tan activamente. Por ello, es raro que el cine español viera interesante abordar aquellos años en Europa. Pero historias de nazis en España, o de republicanos en campos de concentración han abierto la veda a un cine emergente.
Hasta hace pocos años apenas se había hecho referencia al conflicto con películas sobre la División Azul, tales como "Embajadores en el infierno" o "La patrulla", donde tocaría incluir, ya en el SXXI, "Silencio en la nieve", más centrada en un thriller policial en medio de la guerra. Junto a ellas, algunas War Movies cutrillas que seguían la estela del cine bélico italiano de Serie B (por no decir C o D): "Consigna matar al comandante en jefe" a la cabeza.
Pero he aquí que llegamos a estos últimos años y nos topamos con títulos como "El fotógrafo de Mauthausen", donde Mario Casas nos obsequia con una de sus mejores interpretaciones dando vida a un republicano español que estuvo prisionero en aquel infernal lugar y pudo realizar unas fotografías que, posteriormente, serían utilizadas en los juicios de Nuremberg. Se podría decir que, si bien no es el primer título en su especie, sí que abrió las puertas a futuros títulos.
De hecho, la idea de este texto ha venido con el reciente estreno de "Un cel de plom" (un cielo de plomo) con Naussica Bonín de protagonista principal y que trata sobre una republicana en un campo de concentración en Checoslovaquia en el que tuvo que trabajar en la construcción de armamento militar. Obviamente, al igual que en la austriaca "Los falsificadores" se acaba por hacer todo lo posible para boicotear la labor del III Reich. Este título lo he confundido con otra catalana estrenada hace escasos meses: "El frió que quema", con Greta Fernández y ambientada en los Pirineos con la llegada de alemanes a la zona tras invadir Francia. Película que fue nominada en la pasada edición de los Premios Gaudí a la Mejor Película.
Pero en esta lista el gran titulo por encima del resto, en cuanto a calidad es "El amor en su lugar", dirigida por Rodrigo Cortés e injustamente olvidada en los Premios Goya, muy probablemente por tener actores extranjeros (en su mayoría polacos) y una trama alejada de España, ya que nos muestra a un grupo de actores polacos ante una representación teatral en medio de la barbarie nazi.
"El ángel de Budapest", "El jugador de Ajedrez", "Red de libertad" y "Lobos sucios" son otras cuatro producciones a mencionar en la lista. En la primera Francis Lorenzo da vida a un embajador español que ayudó a judíos a escapar de las garras de Eichmann; ena segunda, Marc Clotet acaba siendo acusado de espía por los nazis; En "Red de libertad " volvemos a la temática de salvar judíos pero en este caso aunque la actriz es española, no lo es el papel que interpreta. Pkr último, en "Lobos sucios" se elogia la importante labor de dos mineras en el boicot a la lucha por el Wolframio que los alemanes intentaban conseguir en Galicia.
Mencionar que, junto a estas películas hay que añadir la de nazis en España de vacaciones tras la IIGM. La serie de Netflix "Jaguar", intérpretada por Blanca Suárez, es un buen ejemplo de ello, donde un grupo de agentes se dedican a buscar nazis para acabar con ellos. En esa misma línea se aprovecha del nazismo la película policiaca "El sustituto", con Ricardo Gómez y Vicky Luengo. Para acabar, y enclavada como Tv movie, en 2006 Eduard Cortés dirigió "El payaso y el Führer", sobre una representación teatral en París con el objetivo de poder acabar con Hitler de por medio. Así dicha, me recuerda a cierta bastardada estrenada dos años después por Quentin Tarantino.
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