La Gran Guerra ha dado mucho juego en los últimos años en el mundo del cine. A este resurgimiento del conflicto le faltaba una nueva incursión del cine francés, que había sido el encargado de mantenerlo vivo en aquellos largos años de olvido (de los 80 hasta la primera década del presente Siglo). Esa incursión ha llegado con un prestigioso actor al frente de esta coproducción franco-senegamesa, Omar Sy. Su título "Padre y soldado".
No hay mucho misterio en una película que aboga por la relación paterno-filial. Si la última crítica hasta la fecha ("El pacto") versaba sobre un hombre dispuesto a jugarse el pellejo por salvar a quien le salvó de una muerte segura, en "Padre y soldado" Omar Sy se lo verá para intentar salvar a su hijo, obligado a enrolarse en el mensaje crítico hacia el colonialismo francés.
Ese inicio con la soberbia francesa dispuesta a tomar por suyo todo aquello que esté dentro de sus colonias se irá disolviendo. La película parece ir sobre esos soldados senegaleses enviados a luchar por una patria que no era suya, muy en la línea de "Indigenes (Days of glory)" film franco-argelino que ponía sobre la mesa la denuncia de aquellos argelinos que liberaron Francia y el Gobierno francés no lo reconoció hasta más de 60 años después, con posterioridad al estreno de la película.
Aquí parece encaminarse hacia la crítica por esos pobres leones enviados a la muerte lejos de sus familias. Sin embargo, pronto la película se convertirá en una lucha por la supervivencia paterno-filial dejando de lado cualquier atisbo que ponga sobre la mesa un llamamiento antirracial o en contra del gobierno francés de turno. Los oficiales son menos fieros que lo que suele visualizarse en los títulos sobre la Gran Guerra, y no hay ni una sola escena racista cuando el entorno pediría a gritos un "Tiempos de gloria" a la francesa. Hablamos de senegaleses en Francia hace un Siglo, y parecen ser reconocidos como heroícos soldados franceses, cuando la realidad, posiblemente, no sería tal.
Al final tenemos como resultado una película de padre queriendo salvar a hijo. De la emancipación del joven con aires de libertad y de conocer mundo y, por si el mensaje no quedase claro, nos ponen otra relación paterno-filial radicalmente opuesta para que comparemos y veamos todavía con mejores ojos lo que el bueno de Omar Sy es capaz de hacer por su hijo en la ficción.
Esa relación entre ambos, unida a la de cada uno de los dos caracteres principales con otros dos personajes de peso harán que la corta duración no se nos haga bola. Puede haber topicazos, el cine bélico viene en pequeñas dosis y no nos invita a la brutalidad de la guerra tanto como otras producciones. Pequeñas pinceladas, apenas, unidas al plano con las ratas campando a sus anchas, nos retrotraerán al cine más crítico sobre el conflicto. Pero "Padre y soldado" no va de eso, ni mucho menos.
El mensaje final hace olvidar de un plumazo los largos años de colonialismo o el racismo que han tenido que vivir generaciones de senegaleses (pongan aquí el país que quieran), llegando a insinuar abiertamente que el soldado desconocido bien pudiera ser un senegalés, que un francés de nacimiento. Lo que el director parece querer dejar por mensaje hacia los que murieron acaba por hacer olvidar al espectador que sus protagonistas no son (oficialmente) franceses. Y, sin embargo, parecen estar orgullosos de haber luchado por ese país que no les acogería con tanto júbilo en su momento.
Con ese símil hijo/zorro, con un oficial francés tan borracho como peculiar, con todo tipo de imperfecciones y, a la vez, algunos aciertos, "Padre y soldado" logra hacerse camino entre las trincheras y llegar al espectador. Quizás es el empacho de cine de la Gran Guerra o quizás sea que lo que se cuenta no parece tan novedoso, además de que su estilo (partiendo de un prólogo que será epílogo) hace que huela a spoiler su primer minuto. Puede ser muy del SigloXXI arrancar así una historia, pero acaba condenándola a no tener ni una sola escena que impacte o sorprenda. El destino de sus personajes está escrito desde ese primer minuto y sus presentaciones.
Poco arte, por lo tanto, para una historia que daba para más. Pero lo importante es que Omar Sy desprende su carisma incluso en un papel tan dado para el dramatismo que no le deja ni medio segundo de comicidad. Consciente de lo que hay en juego, su seguridad, pese a sus errores será similar al de la película. Interesante relato de la Gran Guerra. Y cortito, que no es poco. El resto, poco que recordar dentro de una temática que tiene muchos títulos mejores. Pero ello no debe confundirnos, "Padre y soldado" es una buena película. Sencillita, pero buena.
Nota: 6
Lo Mejor: Omar Sy tirando del proyecto
Lo Peor: Que todo esté tan telegrafiado desde prácticamente el inicio, con esa idea tan común como en ocasiones innecesaria de tener que meter un Flash-back con calzador.
No hay mucho misterio en una película que aboga por la relación paterno-filial. Si la última crítica hasta la fecha ("El pacto") versaba sobre un hombre dispuesto a jugarse el pellejo por salvar a quien le salvó de una muerte segura, en "Padre y soldado" Omar Sy se lo verá para intentar salvar a su hijo, obligado a enrolarse en el mensaje crítico hacia el colonialismo francés.
Ese inicio con la soberbia francesa dispuesta a tomar por suyo todo aquello que esté dentro de sus colonias se irá disolviendo. La película parece ir sobre esos soldados senegaleses enviados a luchar por una patria que no era suya, muy en la línea de "Indigenes (Days of glory)" film franco-argelino que ponía sobre la mesa la denuncia de aquellos argelinos que liberaron Francia y el Gobierno francés no lo reconoció hasta más de 60 años después, con posterioridad al estreno de la película.
Aquí parece encaminarse hacia la crítica por esos pobres leones enviados a la muerte lejos de sus familias. Sin embargo, pronto la película se convertirá en una lucha por la supervivencia paterno-filial dejando de lado cualquier atisbo que ponga sobre la mesa un llamamiento antirracial o en contra del gobierno francés de turno. Los oficiales son menos fieros que lo que suele visualizarse en los títulos sobre la Gran Guerra, y no hay ni una sola escena racista cuando el entorno pediría a gritos un "Tiempos de gloria" a la francesa. Hablamos de senegaleses en Francia hace un Siglo, y parecen ser reconocidos como heroícos soldados franceses, cuando la realidad, posiblemente, no sería tal.
Al final tenemos como resultado una película de padre queriendo salvar a hijo. De la emancipación del joven con aires de libertad y de conocer mundo y, por si el mensaje no quedase claro, nos ponen otra relación paterno-filial radicalmente opuesta para que comparemos y veamos todavía con mejores ojos lo que el bueno de Omar Sy es capaz de hacer por su hijo en la ficción.
Esa relación entre ambos, unida a la de cada uno de los dos caracteres principales con otros dos personajes de peso harán que la corta duración no se nos haga bola. Puede haber topicazos, el cine bélico viene en pequeñas dosis y no nos invita a la brutalidad de la guerra tanto como otras producciones. Pequeñas pinceladas, apenas, unidas al plano con las ratas campando a sus anchas, nos retrotraerán al cine más crítico sobre el conflicto. Pero "Padre y soldado" no va de eso, ni mucho menos.
El mensaje final hace olvidar de un plumazo los largos años de colonialismo o el racismo que han tenido que vivir generaciones de senegaleses (pongan aquí el país que quieran), llegando a insinuar abiertamente que el soldado desconocido bien pudiera ser un senegalés, que un francés de nacimiento. Lo que el director parece querer dejar por mensaje hacia los que murieron acaba por hacer olvidar al espectador que sus protagonistas no son (oficialmente) franceses. Y, sin embargo, parecen estar orgullosos de haber luchado por ese país que no les acogería con tanto júbilo en su momento.
Con ese símil hijo/zorro, con un oficial francés tan borracho como peculiar, con todo tipo de imperfecciones y, a la vez, algunos aciertos, "Padre y soldado" logra hacerse camino entre las trincheras y llegar al espectador. Quizás es el empacho de cine de la Gran Guerra o quizás sea que lo que se cuenta no parece tan novedoso, además de que su estilo (partiendo de un prólogo que será epílogo) hace que huela a spoiler su primer minuto. Puede ser muy del SigloXXI arrancar así una historia, pero acaba condenándola a no tener ni una sola escena que impacte o sorprenda. El destino de sus personajes está escrito desde ese primer minuto y sus presentaciones.
Poco arte, por lo tanto, para una historia que daba para más. Pero lo importante es que Omar Sy desprende su carisma incluso en un papel tan dado para el dramatismo que no le deja ni medio segundo de comicidad. Consciente de lo que hay en juego, su seguridad, pese a sus errores será similar al de la película. Interesante relato de la Gran Guerra. Y cortito, que no es poco. El resto, poco que recordar dentro de una temática que tiene muchos títulos mejores. Pero ello no debe confundirnos, "Padre y soldado" es una buena película. Sencillita, pero buena.
Nota: 6
Lo Mejor: Omar Sy tirando del proyecto
Lo Peor: Que todo esté tan telegrafiado desde prácticamente el inicio, con esa idea tan común como en ocasiones innecesaria de tener que meter un Flash-back con calzador.
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