Era imprescindible reconocer a un título del cine mudo su importancia dentro del cine bélico. Podría haber puesto a "El gran desfile" ya que la considero precursora en algunos aspectos del género, pero considero que "Alas" debía estar en la lista. No sólo por ser historia del cine desde el momento en que venció en los Óscars en su primera edición, sino por poner las bases de un subgénero, el de aviación, que no existía. En los años siguientes fue un tema recurrente en el cine y grandes títulos de aviones deben a William Wellman y a su gran labor tras las cámaras su existencia. Todavía hoy asombra como con los conocimientos técnicos de la época pudieron hacer semejante película.
Si no he puesto a "El gran desfile" (pero aprovecho para volver a mencionarla) es porque considero que el honor de ser pionera en el cine bélico se le debe a Milestone. Suya fue la primera gran película sonora. Aprovechó los conocimientos del cine bélico mudo que estaba en pañales y les añadió el realismo del sonido, e incluso algunos planos puramente gore como esas manos agarradas a una alhambrada. Una gran novela llevada al cine con mucho mimo y delicadeza. Da igual que sea una obra alemana y se trate de Hollywood, honra a todos los seres humanos por igual y muestra la crueldad de la guerra como ninguna película había logrado anteriormente. El cine antibelicista le debe mucho, pero el cine puramente bélico, también.
Estamos ante la película mejor valorada y más recordada que el cine bélico made in Hollywood produjo durante la II Guerra Mundial. Se trata de un film víctima de su tiempo, con un deje no únicamente patriótico, sino dedicado a insultar al enemigo japonés. Sigue el ABC del cine que se realizaba en aquellos tiempos, al que le añade un espíritu de supervivencia aventurero digno del Hollywood de los años 30, con reminiscencias a un clásico como "Paso al Noroeste". El resultado final es una obra bastante cuidada de Raoul Walsh, mítica e imprescindible para conocer el tiempo histórico en que fue concebida. Su único pero es que se estrenó con la guerra ya decantada, pero ello no quita que sea el mejor ejemplo del cine de aquellos tiempos.
David Lean se convirtió en un director superestrella cuando acabó dirigiendo esta superproducción que, en un principio, no estaba destinada para él. Fueron rechazándola posibles directores ante el exotismo de rodar en la jungla...y el resultado final es una obra de arte que catapultó a un muy buen director al olimpo de los grandes. Una mezcla de cine de prisioneros de guerra y de misiones suicidas cuyo tema principal, silbado, es historia del cine bélico. Además, le dio al cine bélico un status nunca antes logrado y que lo mantendría durante la década siguiente. Respetando al enemigo, se trataba de hablar de hazañas bélicas, pero sin necesidad de ser cine probélico o patriótico.
Me ha costado decidirme por el séptimo título en la lista ya que tenía algunas opciones abiertas como premiar el antibelicismo, ya presente en el listado, o el SigloXXI (cuya importancia en el género dependerá del futuro del mismo), pero lo que es indudable es que "El día más largo" fue clave en un subgénero ya en desuso, el de las grandes superproducciones repletas de estrellas y un intento casi documental. Fue pionera, con tres directores a las órdenes de su productor y un reparto que reunió a John Wayne, Henry Fonda, Robert Mitchum o Richard Burton. Pocos repartos habrá habido con tantas estrellas, y fue un exitazo de taquilla. Todo ello derivó en que en los siguientes 15 años se repitiera la fórmula no sólo en USA, sino en Inglaterra, Francia o Yugoslavia (e incluso Italia si aceptamos "La batalla de Anzio", de pretensiones más modestas).
No estamos hablando de una película de Vietnam, "es Vietnam". Al menos así lo definió su director, un Coppola que en la cresta de la ola se aventuró en una película que dejó secuelas en todo aquel que participó en esa locura. Una producción que costó llevar a cabo, que estuvo en numerosas ocasiones a punto de no ser acabada, y que llegó un año más tarde que "El cazador". Pero no hay ni punto de comparación en cuanto a cine bélico y locura se refiere. Como un mal viaje tras drogarse, la película golpea al espectador de principio a fin. Fue la primera gran película de Vietnam, inaugurando una década (la de los 80) donde todo gran director parecía querer hacer su película del conflicto (Stone, Kubrick, De Palma...). Gracias Coppola por dejarte casi la vida, y el riesgo de arruinarse (algo que haría posteriormente) para llevar a cabo la misión.
No podía faltar la película que resucitó un género en decadencia y abandonado. El cine bélico tras 1970 fue perdiendo peso, y aunque la década de los 80 con Vietnam tuvo nivel, la realidad es que el cine de la IIGM estaba olvidado y lejos del público. Entonces llegó el Rey Midas de Hollywood, puso de enemigo a sus enemigos favoritos ("La lista de Schindler" o la saga Indiana Jones así lo corroboran) y nos regaló 23 minutos en Omaha Beach que resucitaron y modernizaron el género. El realismo en cuanto a sangre y vísceras fue su punto fuerte al que han seguido muchas obras de este Siglo. Todas ellas le deben mucho a Spielberg y su afán por "Salvar al soldado Ryan". Para gran parte del público la mejor o, cuanto menos, más mítica película bélica. Sin ser mi preferida, sí es la película que más he disfrutado en una sala de cine, e imprescindible en el género, a la par que clave en la historia moderna del mismo.
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