Ya que este mes la película del mes ha sido la espectacular "55 días en Pekín" y como he aprovechado la coyuntura para comentar diferentes títulos protagonizados por Charlton Heston, creo que era conveniente dedicarle una pequeña entrega con un quinteto de títulos ordenados según mi gusto personal. Se trata de poner sobre la mesa los cinco títulos que se podrían considerar más "bélicos" del bueno de Heston, dentro de que, oficialmente, únicamente tiene dos películas bélicas a sus espaldas.
Actorazo que creció en la década de los 50 y 60, dos décadas muy belicoseras, sus papeles en "Los diez mandamientos" y "Ben Hur" le catapultaron a estrella del momento. Era el actor ideal para una buena película repleta de epicidad, de carácter histórico. Toca ahí detenerse, pues el que interpretara a Judah Ben Hur tiene a sus espaldas títulos como "El Cid" que no he querido incluir en esta lista al considerar la Edad Media lejana a lo que se puede considerar puramente bélico.
Porque de belicismo Heston sabe y entiende mucho. Affaires pistoleros aparte (véase el documental "Bowling for Columbine"), el actor ha luchado en el cine con los romanos en una espectacular batalla en el mar, ha huído de Egipto abriendo aguas, ha luchado contra ejércitos de moros, todo un batallón de simios en "El planeta de los simios" o incluso contra un ejército de hormigas en "Cuando ruge la marabunta". Además, pese a su poca participación en cine de la II Guerra Mundial, sí le hemos visto combatir contra los bandos japonés y alemán. He aquí los cinco títulos que he considerado incluir, dos de los cuales son puramente bélicos, otros dos entran de lleno en el cine histórico-bélico y el último va a caballo entre el Western y este último género.
5. Una tumba al amanecer
Posiblemente más de uno no conozca este clásico sesentero en el cuál Charlton Heston es el director de orquesta de una banda que acaba perdida por los parajes de Bélgica durante la Batalla de las Ardenas, cuando iba camino de un recital navideño para las tropas en el frente. Como consecuencia acabarán siendo prisioneros de un melomaniaco y obsesivo oficial alemán (Maximilian Schell) que querrá, a toda costa, que la banda toque para él un concierto. Una de prisioneros de guerra diferente, que cumple los requisitos mínimos de manera holgada pero que se olvida fácil. Entretenida.
4. Mayor Dundee
A riesgo de que me acribillen cual Apache de la película, defenderé mi postura con lo mismo con la que la defendieron en su momento Charlton Heston, los productores o incluso el propio Sam Peckinpah. La película fue capada en unos 40 minutos, y la versión que vio el mundo (y que he visto) entretiene, está bien hecha, pero tiene suficientes carencias como para no elevarla al podio de la presente lista. Además, no es puramente bélica, así que ante la duda barro para casa. "Mayor Dundee" es un buen Western pero es, sin lugar a dudas, un ejemplo de lo que podría haber sido... y no fue.
3. La batalla de Midway
Siempre criticaré las escenas de combate de este título que tiene bastantes lagunas derivadas del presupuesto. Claro, el dinero se fue en contratar a Charlton Heston, Henry Fonda, Robert Mitchum y otras estrellas para pequeños papeles. Heston, al menos, es el cabeza de cartel visible y de los que mayor protagonismo tienen a lo largo de las poco más de dos horas que dura este entretenimiento. Inferior a su hermana mayor "Tora Tora Tora", pero que muestra muy bien mezclando la realidad histórica con el tono cinematográfico los prolegómenos de una batalla decisiva. Es en esa primera hora de película donde la película mejor se encuentra. Una pena que los medios no hicieran espectacular la parte bélica. Pero era un tipo de cine que estaba en decadencia tras el fracaso de la cinta sobre el bombardeo a Pearl Harbor.
2. Kartum
Interesante relato de cine histórico-bélico que no ocupa el primer puesto porque en el entramado bélico baja enteros. Y eso pese a que las dos escenas bélicas tienen planos muy logrados... pero un tanto escasos de metraje. La espectacularidad de ese tipo de cine requería de un clímax final mucho más épico, del que carece. Como puntos favorables, un gran Charlton Heston, un villano (con poco papel) interpretado por Lawrence Olivier y alguna macabra escena como la del "anillo" que pone los pelos de punta. Además, cuenta un relato poco conocido, y el hecho de que "Kartum" no fuera un gran pelotazo ni sea hoy en día uno de los títulos más míticos (ni mucho menos) sobre el colonialismo, la mantiene escondida en algún rincón de los cinéfilos sesenteros.
1. 55 días en Pekín
Charlton Heston no podría estar de acuerdo con mi apreciación. No le gustó su participación en un proyecto sin guion, que se iba haciendo cada día. El director, Nicholas Ray, no acabaría la película ya que el productor acabó hasta las narices. Fue un ejemplo más del despilfarro económico de la grandilocuencia de Samuel Bronston. Y la taquilla no acompañó dejando herida de muerte una productora que, eso sí, regaló cine épico rodado en España durante un lustro. Pero Heston y Niven se valen por sí solos (lo de Ava va aparte) para, junto a unas espectaculares escenas de multitudes, destinarnos a esa China de palo (porque fue rodado en Madrid) de finales del SXIX y a las puertas del XX (estamos en 1900) donde miembros de diferentes embajadas con sus respectivos ejércitos resistieron una rebelión. Tiene muchos ingredientes de ese cine de resistencia que la hacen especial, pese a todos los problemas del rodaje y un montaje que (como con "Mayor Dundee") adolece el tener muchas manos ahí metidas.
Actorazo que creció en la década de los 50 y 60, dos décadas muy belicoseras, sus papeles en "Los diez mandamientos" y "Ben Hur" le catapultaron a estrella del momento. Era el actor ideal para una buena película repleta de epicidad, de carácter histórico. Toca ahí detenerse, pues el que interpretara a Judah Ben Hur tiene a sus espaldas títulos como "El Cid" que no he querido incluir en esta lista al considerar la Edad Media lejana a lo que se puede considerar puramente bélico.
Porque de belicismo Heston sabe y entiende mucho. Affaires pistoleros aparte (véase el documental "Bowling for Columbine"), el actor ha luchado en el cine con los romanos en una espectacular batalla en el mar, ha huído de Egipto abriendo aguas, ha luchado contra ejércitos de moros, todo un batallón de simios en "El planeta de los simios" o incluso contra un ejército de hormigas en "Cuando ruge la marabunta". Además, pese a su poca participación en cine de la II Guerra Mundial, sí le hemos visto combatir contra los bandos japonés y alemán. He aquí los cinco títulos que he considerado incluir, dos de los cuales son puramente bélicos, otros dos entran de lleno en el cine histórico-bélico y el último va a caballo entre el Western y este último género.
5. Una tumba al amanecer
Posiblemente más de uno no conozca este clásico sesentero en el cuál Charlton Heston es el director de orquesta de una banda que acaba perdida por los parajes de Bélgica durante la Batalla de las Ardenas, cuando iba camino de un recital navideño para las tropas en el frente. Como consecuencia acabarán siendo prisioneros de un melomaniaco y obsesivo oficial alemán (Maximilian Schell) que querrá, a toda costa, que la banda toque para él un concierto. Una de prisioneros de guerra diferente, que cumple los requisitos mínimos de manera holgada pero que se olvida fácil. Entretenida.
4. Mayor Dundee
A riesgo de que me acribillen cual Apache de la película, defenderé mi postura con lo mismo con la que la defendieron en su momento Charlton Heston, los productores o incluso el propio Sam Peckinpah. La película fue capada en unos 40 minutos, y la versión que vio el mundo (y que he visto) entretiene, está bien hecha, pero tiene suficientes carencias como para no elevarla al podio de la presente lista. Además, no es puramente bélica, así que ante la duda barro para casa. "Mayor Dundee" es un buen Western pero es, sin lugar a dudas, un ejemplo de lo que podría haber sido... y no fue.
3. La batalla de Midway
Siempre criticaré las escenas de combate de este título que tiene bastantes lagunas derivadas del presupuesto. Claro, el dinero se fue en contratar a Charlton Heston, Henry Fonda, Robert Mitchum y otras estrellas para pequeños papeles. Heston, al menos, es el cabeza de cartel visible y de los que mayor protagonismo tienen a lo largo de las poco más de dos horas que dura este entretenimiento. Inferior a su hermana mayor "Tora Tora Tora", pero que muestra muy bien mezclando la realidad histórica con el tono cinematográfico los prolegómenos de una batalla decisiva. Es en esa primera hora de película donde la película mejor se encuentra. Una pena que los medios no hicieran espectacular la parte bélica. Pero era un tipo de cine que estaba en decadencia tras el fracaso de la cinta sobre el bombardeo a Pearl Harbor.
2. Kartum
Interesante relato de cine histórico-bélico que no ocupa el primer puesto porque en el entramado bélico baja enteros. Y eso pese a que las dos escenas bélicas tienen planos muy logrados... pero un tanto escasos de metraje. La espectacularidad de ese tipo de cine requería de un clímax final mucho más épico, del que carece. Como puntos favorables, un gran Charlton Heston, un villano (con poco papel) interpretado por Lawrence Olivier y alguna macabra escena como la del "anillo" que pone los pelos de punta. Además, cuenta un relato poco conocido, y el hecho de que "Kartum" no fuera un gran pelotazo ni sea hoy en día uno de los títulos más míticos (ni mucho menos) sobre el colonialismo, la mantiene escondida en algún rincón de los cinéfilos sesenteros.
1. 55 días en Pekín
Charlton Heston no podría estar de acuerdo con mi apreciación. No le gustó su participación en un proyecto sin guion, que se iba haciendo cada día. El director, Nicholas Ray, no acabaría la película ya que el productor acabó hasta las narices. Fue un ejemplo más del despilfarro económico de la grandilocuencia de Samuel Bronston. Y la taquilla no acompañó dejando herida de muerte una productora que, eso sí, regaló cine épico rodado en España durante un lustro. Pero Heston y Niven se valen por sí solos (lo de Ava va aparte) para, junto a unas espectaculares escenas de multitudes, destinarnos a esa China de palo (porque fue rodado en Madrid) de finales del SXIX y a las puertas del XX (estamos en 1900) donde miembros de diferentes embajadas con sus respectivos ejércitos resistieron una rebelión. Tiene muchos ingredientes de ese cine de resistencia que la hacen especial, pese a todos los problemas del rodaje y un montaje que (como con "Mayor Dundee") adolece el tener muchas manos ahí metidas.
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