El director JD Dillard se atreve a desenpolvar esa guerra olvidada desde que "Inchon" se convirtió en el mayor fiasco de la historia del cine, para rendir homenaje a un héroe afroamericano: Jesse Brown, que sería el primer piloto de raza negra en servir en la aviación de la Marina. Su relación con otro piloto del que se haría amigo y su vida familiar forman parte intrínseca de este drama bélico sobre la amistad dispuesta a romper barreras en una época donde todavía el racismo estaba a la orden del día (sí, mucho más que en la actualidad).
"Devotion", la película en cuestión, peca de transcendencia en cuanto a un metraje que no la hace nada fácil. Lo que podría ser un drama militar de par de horas justas acaba alargándose 15-20 minutos más de la cuenta en algunas escenas bien resueltas pero con un ritmo que no ayuda al global de la producción, y con un quizás largo epílogo hecho para tocar la fibra. El mundo del cine es así, y no teniendo grandes estrellas en el reparto, la película acaba por no conseguir llenar las salas ni lo más mínimo. Mucho menos en un país al que la guerra en cuestión suena a chino. Perdón por el chiste fácil.Pese a ello, la película tiene la espectacularidad aérea del cine del Siglo XXI. Buenos mimbres, unas buenas (aunque escasas) escenas de acción, y algunos tramos aéreos trabajados para dotar de realismo a la propuesta serán los sellos de identidad del film. Todo ello ayuda a que, con una trama sencilla, clásica, pero con diálogos muy del presente siglo, se deje ver, nos entretenga e incluso, de refilón llegue a tocar la fibra. Digo de refilón porque para ser un drama al uso, no consigue del todo esa sensación.Al final estamos ante otro drama bélico de la Guerra de Corea. Puede sonar a sorprendente cuando hace 60 años que no se hace este tipo de cine. Pero uno ve el endeble drama y lo compara con títulos como "Los puentes de Toko-Ri" o "Himno de batalla" y no distan mucho las películas. A favor de "Devotion" está el hecho de que está rodada en nuestros tiempos y con unos efectos sonoros y visuales que elevan en los tramos que corresponde.
Vistas hoy en día, las mencionadas cintas protagonizadas por William Holden o Rock Hudson pierden mucho, siendo cintas pasables del cine clásico... Casi del Pleistoceno. Posiblemente sea lo que le pase a "Devotion", título que se olvidará fácil y del que vista dentro de unos años posiblemente se le vean las costuras y el esqueleto del avión.
Mirando más a fondo la propuesta, el tramo bélico dista mucho de la gloria o infierno que nos ha trasmitido el cine de otros conflictos como la II Guerra Mundial o Vietnam. Es como si de alguna manera quienes realizan la película tienen poco que hacer en glorificar una guerra que parece no haber existido. Y por mucho que salga el Lago Chosin (o Changjin para los chinos), no logrará meter al espectador la sensación de vértigo o peligro que requiere un conflicto bélico."Devotion", en definitiva, tiene esos dejes, las virtudes y los defectos del cine sobre la Guerra de Corea, repleto de buenas intenciones, buenas interpretaciones, pero cuyos dramas cinematográficos no logran la eternidad que las vidas de los que se basan parecen merecer. Es una película buena, entretenida... Pero en unos años será un título olvidado, pasable... Como la guerra que retrata o como la gran mayoría del cine sobre Corea.
Nota: 5'75
Lo Mejor: Las escenas aéreas y las interpretaciones, sobre todo la del protagonista.
Lo Peor: La guerra de Corea parece no dar para mucho más.
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