Richard Burton y el cine bélico

La sección de actores de prestigio del cine bélico últimamente tiene algo así como la Cara B en marcha. Agotados los principales intérpretes y sospechosos habituales de nuestro amado género, tocaba repasar a otros como Cliff Robertson, por ejemplo. Sin embargo, repasando la sección me di cuenta de que faltaba uno de los imprescindible, no tanto por su gran aportación como por ser un monstruo de la interpretación: Richard Burton. Y es que Burton era, del Top4 de rostros de "El día más largo" el único que no tenía su merecido homenaje.

Y eso que, por los pelos y con algo de trampa, el bueno de Burton es de los que realizó el triplete tierra, mar y aviación... Digo aviación y no aire porque nunca llegó a pilotar un avión en una película bélica en ninguna escena. Sin embargo, en la épica "El día más largo" era piloto. Y aunque cobró entre medio del rodaje de "Cleopatra" por aparecer en dos escenas, su personaje es importante para valorar la contienda. Primero, lamentando la pérdida de un buen amigo en el Canal para, posteriormente, acabar lesionado conversando con un soldado perdido, y comentando el error del oficial alemán al ponerse las botas del revés.

Esa es la punta del iceberg en importancia belicosera del gran Richard Burton que, sin embargo, llegaría a protagonizar una gran película de hazañas bélicas y misiones suicidas titulada "El desafío de las águilas" con Clint Eastwood. Poco importa que no llegue mucho de alemán (menos pegaba el duro de Clint) o de que renegaran un poco del resultado. El hijo de Richard Burton, algo venido a menos su padre, quería verle en un título de acción. Y aunque gran parte es de suspense bélico, el tour de force final repleto de tiros, explosiones y una sensacional escena en un teleférico bien pueden tildarla de cine de acción. Objetivo cumplido.

Antes de esas dos películas, Richard Burton había aparecido en el cine bélico de los años 50 en par de títulos que merece la pena recordar y otro que no ha llegado a nuestros días siendo toda una rareza. Su primera vez como militar fue en la Campaña del Norte de África con "Las ratas del desierto" ejerciendo de heroico soldado australiano que combatía y resistía el avance del temible Erwin Rommel (encarnado, como no podía ser de otra manera, por James Mason). La experiencia debió de gustarle porque en 1957 volvió al desierto para protagonizar "Amarga victoria" junto a Curt Jurgens. Título a reivindicar donde es más importante el volver de la misión que la misión en sí, un poco en la línea de "Objetivo:Birmania".

La otra película de esa década, también de 1957, es "La esposa del mar". Drama bélico a bordo de una barcaza donde sobrevive como puede la tripulación de un barco hundido durante la II Guerra Mundial. Destacar que esta es su 'aportación' marítima, poco glamourosa pues no comanda un submarino ni mucho menos un buque bélico.

En los sesenta apenas le seguirían los dos títulos Top de su filmografía bélica, ya comentados en los primeros párrafos. Y después, ya en los setenta llegaría el despelote, con un Burton ya en plan "coge el dinero y corre" protagonizando lo que le ofrecían y aceptándolo de buen agrado. Lejos de la estrella que fuera. Ahí entraba "Comando en el desierto", su tercera aportación en la Campaña del Norte de África. Una Tv Movie dirigida por Henry Hathaway que acabó siendo llevada a cines con el tirón que daba el nombre del director y, sobre todo, del protagonista. El aprovechar todo plano bélico de "Tobruk" y encasquetarlo como se podía o daba la real gana estropeó una aceptable o entretenida película.

El cine europeo fue su siguiente parada con dos títulos estrenados en 1973. Por una parte la italiana "Muerte en Roma" donde hacía el papel de oficial nazi encargado de descubrir o castigar a los artífices de un atentado contra las tropas alemanas. Por otro, su viaje a Yugoslavia para liderar el proyecto de "La quinta ofensiva" como el General Tito. Cabe comentar aquí la existencia (y éxito en su país) de "La batalla del río Neretva" como precursora de esta nueva superproducción yugoslava con Burton como la estrella de renombre a precio de saldo. Prescindible.

Como prescindible o evitable sería su última película bélica. Antes, eso sí, aparecía en "Comando patos salvajes" una de esas películas de mercenarios que gustan a bastante gente y donde compartía cartel con Roger Moore, Richard Harris y Hardy Kruger. Viejas glorias, sí, pero todas en plena forma ante lo que se podría decir que fue el canto de Cisne de algunos de ellos. Eso ocurrió en 1978. Un año después, Burton, junto a otra vieja gloria llamada Robert Mitchum, protagonizaba "Cerco Roto" la innecesaria y horripilante secuela de "La cruz de hierro". Donde Coburn estaba en buena forma, Burton estaba pasado de rosca. Por no mencionar todo lo demás que rodeaba el invento.

Así pues, Richard Burton alternó el aparecer en dos grandes del cine bélico, con un final de carrera con títulos como "Comando en el desierto", "La quinta ofensiva" y "Cerco roto". Quizás por ello no le veía a la altura de actores que sí habían dado mucho al cine bélico. Pero, he aquí el homenaje que una leyenda de su calibre merecía tener en el blog.

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