Michael Collins

Hoy toca una de guerra diferente. No se trata de un conflicto bélico considerado como tal, pero sin duda debería entrar dentro del catálogo de películas bélicas. Su título: "Michael Collins". Se trata de un film dirigido en 1996 por Neil Jordan, autor consagrado director de "Mi pie izquierdo" o "En el nombre del padre". Aquí no contó con un Daniel Day Lewis que se pegaría un descanso del mundo del cine. A cambio, tuvo a otro actor irlandés, si bien nacido en Irlanda del Norte: Liam Neeson. Un Neeson que venía de protagonizar poco tiempo atrás "La lista de Schindler".

Se juntaban, por lo tanto, un director de moda que adoraba su querida Irlanda, con un actor de moda que pisaba fuerte. Además, la temática irlandesa de turno, referente a los inicios del IRA y de su líder, Michael Collins, era lo suficientemente atractiva para hacer de ella una obra magnífica. Sin embargo, aunque todo son buenas intenciones y está bien hecha, queda la sensación de que fue un intento de hacer algo grande que se quedó en algo pequeño. Buen título, no os asustéis, recomendable sí o sí, pero en menor escala.

La producción muestra paso a paso como se fue gestando el liderazgo de Michael Collins y la creación del Ejército de la República de Irlanda (IRA), hasta sus últimos momentos. En ese aspecto sirve de clase de historia para conocer un poco más de fondo el tema de Irlanda e Irlanda del Norte. Como de un movimiento revolucionario para lograr la Independencia del país con respecto a Gran Bretaña, se acaba llegando a un acuerdo que, en boca de Michael Collins, es lo mejor que podían lograr. Sin embargo, dicho acuerdo, que "libera" a una parte de Irlanda, pero no del todo, y deja bajo dominio británico a la otra parte, derivaría en una Guerra Civil.

Precisamente el tramo final de la película, y quizás el más caótico, sea el referente a la Guerra Civil. Como ese líder que fue Michael Collins acabó teniendo que dar la espalda o ir en contra de los que eran amigos suyos que querían algo mejor. Durante esa Guerra Civil tiene lugar el asesinato de Michael Collins. Rodado de una manera tan fría como cercana. Sin epicidad innecesaria, un tiro y el cuerpo sin vida del protagonista. Así Neil Jordan despide a ese líder político tan adorado por ciertos sectores de Irlanda.

Pero cualquiera que lea esas líneas pensará que se trata de un personaje afín al Gobierno Británico, quien le honraría en su muerte. El caso es que Michael Collins luchó por la Independencia de Irlanda con las armas que tenía, y ello derivó en esa nueva guerra, cercana a la de guerrillas pero que comúnmente se llama Terrorismo. A base de matar a miembros británicos y sus ayudantes convirtió Dublín y los alrededores en un campo de batalla. Una guerra de desgaste, sobre todo moral, a la corona. Sí, "Michael Collins" es un film que alaba a un héroe revolucionario manchado de sangre.

Y ahí Neeson nos ofrece y obsequia con una de sus mejores interpretaciones. No llega a la magnitud de su Schindler, pero Collins permanecerá en el cine gracias a la interpretación del gigante norirlandés que logró ser nominado al BAFTA o al Globo de Oro como Actor Dramático, aunque finalmente no obtuvo plaza en la Gala de los Óscars de un año donde el cine bélico estuvo representado con el drama "El paciente inglés". Muy bien representado, por cierto.

La producción sí tendría nominación en dos categorías: Fotografía y Banda Sonora Original. Dos de esas técnicas que denotan bastante buen mimo por el acabado. También merecía su mención la Dirección Artística y los decorados y, por qué no, el vestuario. Porque, ante todo, estamos ante un drama de época con ambiente bélico de fondo que cuidó cada detalle minuciosamente. El director quería una película que honrase la historia de Irlanda y vaya si lo consiguió. Pero, como digo en otras líneas, quizás la indefinición de abarcar tantos saltos temporales o giros provoca sensación de caos donde todo debería estar bien ordenado.

Arranca con una pequeña escaramuza bélica, y con fusilamientos alternados con el mensaje del que sería Presidente del Gobierno, avisando de que se debía continuar luchando. En eso emerge la figura de Michael Collins, con un sensacional Neeson, y el momento en que se empieza a asesinar pone los pelos de punta. Es la manera de hacer la guerra que otros grupos terroristas han calcado a posteriori. No esperéis, por lo tanto, cine bélico puro. Estamos ante un drama político donde hay sangre y hay uniformes militares. Y una Guerra de Independencia diferente a otras... y una Guerra Civil de la que conoceremos breves retazos. Suficiente para saciar el apetito.

Recuerdo por aquella época el estreno de "Michael Collins" en alguna revista de cine que mantuve años en mi casa. Y fue un título que siempre me llamó la atención al ver ejércitos y uniformes militares... pero que al ser consciente de que era más un drama político fui esquivando hasta estos días. Me alegra haber saldado una deuda de la infancia con una película que no pasará a la historia pero que está bien realizada y merece la pena ver para conocer algo más de historia.

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