Instrucción militar en el cine

Hoy dedico la entrada a un tipo de subgénero que, si bien suele ser incluido dentro del bélico, no lo debería ser tanto: el de entrenamientos militares. Películas que muestran los preparativos para convertir en máquinas de matar a los soldados y que nacieron ya en los inicios del cine. En el breve repaso de hoy, mencionaré los principales títulos y algunas rarezas en las que el entrenamiento es la parte central de la película o una parte importante de la misma.

A la cabeza de todo el mundo le vendrá, si menciono "Entrenamiento militar" la película "La chaqueta metálica". Sus primeros cuarenta minutos son cine cuartelero en toda regla, que muestran como ninguna otra la dureza de la preparación física y mental a la que se ven sometidos, con un Sargento Instructor (brillante Lee Ermey haciendo de sí mismo) que es el alma de esa parte de la producción. Kubrick y Ermey lo bordaron y en el imaginario colectivo ha quedado como la parte más jugosa de la película. No son pocos quienes ven en la segunda parte una película tan diferente que no la soportan.

Pero para llegar a ese hito del cine de entrenamientos militares todo comenzó con un actor de la era del cine mudo como Buster Keaton. Él puso título y lideró la producción de "Reclutas" una comedieta de 1930 que venía a ser de las primeras películas sonoras del actor. Rareza que está disponible en DVD por si alguien le apetece probar la experiencia. Otro par de humoristas como Abbott y Costello (el gordo y el flaco, pero los segundos.) rodarían en 1941 una película que en España tiene el mismo título de "Reclutas".

La II Guerra Mundial trajo consigo mucho cine propagandístico donde era inevitable mostrar los entresijos de la preparación militar más allá del belicoserismo puro y duro. En esas aparece alguna rareza como "Hacia las playas de Tripoli" con Randolph Scott de protagonista. Típica película propagandística de esos años con romanticismo de por medio y absolutamente nada de guerra, pues acaba centrándose en la parte puramente formativa. Pero si toca destacar un título donde el entrenamiento sí se nos muestra con buen tino esa es "Arenas sangrientas" (1949) que supuso la primera nominación de John Wayne al Óscar. En ella vemos hasta dos desembarcos bélicos, pero es el inicio, y la parte central, con entrenamientos y maniobras donde Wayne se gana su nominación a pulso.

Y si hablamos del cine clásico norteamericano no podemos olvidar dos películas bien dispares de los años 50. Por un lado la multioscarizada "De aquí a la eternidad" que pasa muy de puntillas los entrenamientos, pero tiene en una base militar todo su nudo. Únicamente los cinco o diez minutos finales presentan el famoso bombardeo del 7 de diciembre. Pero las historias amorosas y el drama familiar ocupan buena parte de la película. Por otro lado, el maestro Ford rindió homenaje a su querida West Point con "Cuna de héroes". Sin lugar a dudas, la gran película militar. Sin necesidad de conflictos bélicos muestra una vida dedicada a servir al Ejército y lo que ello conlleva. Junto a este par de títulos me gustaría añadir, ambientada durante la Guerra de Corea, "Hombres de infantería" con Richard Widmark y Karl Malden, no tanto por su calidad, como por estar al 100% ambientada en el campamento militar.

Pegamos un buen salto temporal para hablar de los siguientes títulos militares, si bien en los años 60 tenemos "Doce del patíbulo" donde hora y media de película se nos pasa pipa con la formación de esos indeseables. Pero mirando detenidamente el metraje, no hay tanto entrenamiento militar en su interior y sí mucho más de fondo de personajes. Una gran película que tocaba mencionar antes de dar el salto a los años 80, la era dorada de este subgénero.

Aquellos maravillosos ochenta

Los años 80 nacieron ya con el cine militar a la orden del día. Fue ese año cuando se estrenó "La recluta Benjamin", comedieta con Goldie Hawn de protagonista que ponía ese toque femenino rara vez empleado en este tipo de género. A Hawn le valdría una nominación al Óscar de Mejor Actriz pese a que la calidad de la película no sea muy allá. Y, supuso, un impulso al cine de formación militar, ya que a raíz del mismo se sucederían las películas. Apenas un año más tarde llegaba otra comedia, con el gran Bill Murray de protagonista: "El pelotón chiflado".

Ese año, 1981, trajo consigo un drama militar que recuerdo gratamente de mi infancia: "TAPS, más allá del honor", con un siempre brillante George C Scott como general de turno y dos pipiolillos como Tom Cruise y Sean Penn en el reparto. La película narra una sublevación militar dentro de un Cuartel que será cerrado para ser derribado y edificar en ese terreno. Los cadetes allí presentes querrán impedir dicha maniobra y se levantarán en armas.

No obstante, los tres títulos de esa década más famosos sobre entrenamiento militar datan entre 1982 y 1987. Por un lado, "Oficial y caballero" , película a mayor gloria de Richard Gere y su romance en la pantalla con Debra Winger, pero donde sobresalía el a la postre ganador del Óscar Louis Gosset Jr. como ese sargento instructor de turno, malhablado. Comentar que algunas de las frases de esta película se utilizarían en la mencionada "La chaqueta metálica", título con el que he arrancado este texto y que cerraba el trío de grandes obras de los ochenta. El otro que falta, una película que veréis pronto en el blog: "El sargento de hierro" y cuyos primeros 90 minutos tienen mucho que ver con la instrucción. Clint Eastwood nos regala numerosas frases para la posteridad. La antirracista "Hombres de hierro" (1983) podría ser otro título a tener en cuenta.

Los años noventa vieron ligeramente reducida esa fama noventera, si bien a principios de esa década se estrenó "Algunos hombres buenos", gran título sobre justicia militar (¿Eso existe?, Tal y como pensaría Groucho Marx) con un cuartel como telón de fondo. Y pasado mitad de siglo, "La teniente O'Neill", película que si bien su calidad no me parece la panacea, cumple los requisitos estipulados para pertenecer esta lista. Título hecho para lucimiento de Demi Moore con el pelo rapado, pero película fallida del gran Ridley Scott. Muy en la línea, aunque inferior, a "El sargento de hierro" en cuanto al esquema.

A caballo entre dos siglos, tenemos el que quizás sea el último gran ejemplo: "Tigerland". Película de muy bajo presupuesto dirigida por Joel Schumacher y con una prometedora estrella que respondía al nombre de Colin Farrell. El irlandés lo borda y la película está realmente bien pese a sus limitaciones mostrando las semanas finales del entrenamiento militar de cara a combatir en Vietnam. Tigerland es un campamento que intenta simular la jungla, en el bosque, y con una extrema dureza para quienes lo vivieron... Pero peor lo pasarían en el Sudeste asiático.

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