Vals con Bashir (Ari Folman, 2008)

Hoy toca cine de animación en el blog. Pero no cualquier película de animación, si no la que posiblemente sea considerada por muchos como mejor película bélica de animación: "Vals con Bashir". Se trata de una producción israelí del director Ari Folman que estuvo presente en la carrera de premios logrando el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera y siendo nominada al Óscar en la misma categoría, premio que no obtuvo. Sorprende que la Academia no la tuviese en consideración (eran otros tiempos) para entrar como nominada en la categoría de Mejor Film de Animación.

La película tiene carácter en parte autobiográfico, pues cuenta las vivencias del propio Ari Folman durante la guerra, y lo hace siguiendo un tono documental. Folman echa mano de los recuerdos de otros compañeros suyos durante el combate en los años 80 en Líbano, donde con apenas 19 años sería testigo de la matanza de Sabra y Chatila, donde un grupo militar atentó contra civiles provocando numerosas muertes en un genocidio en toda regla en una zona supuestamente defendida por tropas israelís que tenían órdenes de dejarles pasar.

Una escena de un bar donde el propio Folman habla con un compañero de guerra que le cuenta un sueño recurrente en el que le persiguen numerosos perros es el pistoletazo de salida para este drama bélico que bebe mucho de esa música ochentera que inundó el cine sobre Vietnam. Muy bien escogida, y con temas que recuerdan lo vivido en la guerra en Líbano, el director construye una notable película de animación donde se van visualizando diferentes "sketches" o secuencias de violencia.

Entre algún que otro momento onírico reflejado en sueños de sus protagonistas recordando aquellos días, el film arranca con el asesinato de perros para "no ser descubiertos" Y va in crescendo en su escala de violencia, con tiroteos a coches de civiles, tanques haciendo de las suyas por las ciudades y el combate cara a cara con el enemigo en algún que otro momento. Todo ello para servir de documento del combate entre Israel y el Líbano a principios de los 80.

Pero el fin máximo es mostrar la masacre en sí. De esa masacre se habla a lo largo y ancho de los 85 minutos de la película y el espectador acaba esperando a que suceda. Folman muestra la masacre desde fuera en su mayoría, desde lo que vieron los propios soldados israelitas primero escuchando los disparos, después entrando a contemplar ese carnaval del horror en que se había convertido la zona. Las imágenes de reportajes de la época, único momento que no es de animación de la película, para contrastar con los dibujos y dotar de mayor realismo a la masacre llegan a tocar la fibra. Si bien la falta de postura en ese trozo final pueda estropear el invento.

Folman no llega a criticar lo que sucedió. Ni siquiera se llega a explicar al 100%. Se limita a ofrecer la visión suya y de sus compañeros de una guerra en la que no pintaban nada y que les tocó vivir, para ver ese horror en los cuerpos sin vida esparcidos por los callejones, taponando algunos de ellos de la cantidad industrial de cuerpos tiroteados. Sangre inocente que pone al espectador en sobre aviso, pero hasta ahí. El gobierno israelí no llega a parecer tener mucha culpa en ello a tenor de los acontecimientos, si bien algo deberían decir.

Pese a ello el resto de la película es una buena propuesta bélica de carácter documental, pero con el sello de cine de animación y el hecho de que el propio director de la misma sea quien nos narra los hechos como agente sobre el terreno. No tanto como protagonista principal, pues si bien seguimos sus vivencias vamos viendo lo que sucede y narran otros ex combatientes, como otro instrumento bélico en el campo de batalla que pasaba por allí. El horror de la guerra, aunque no fuera de Vietnam, con similitudes a "Apocalypse now" en esas imágenes saliendo del agua en la costa, o de "Platoon" en cuanto a como parecía ir la campaña, o "La chaqueta metálica" en la parte de Beirut. Sin duda, Folman parece haber mamado buen cine sobre Vietnam para poner imágenes y música a "Vals con Bashir".

La escena del Vals que da título a la película, por real o irreal que parezca, es otro ejemplo claro del infierno que tuvieron que vivir y la locura en la que acaban enfrascados esos soldados. Algunos de los cuales, a lo largo de la película, parecen haber olvidado o querer olvidar aquellos años en los que casi perdieron la vida. Quizás sea eso, o no querer decir abiertamente en público que ellos estuvieron allí, en Sabra y Chatila, y no evitaron aquella espeluznante secuencia de hechos que no deberían ser considerados bélicos.

"Vals con Bashir" se erige, por lo tanto, en una buena película de carácter documental. Rara en su especie al ser narrada en forma de cine de animación (ojo, para adultos). Pero precisamente ese tono es el que hace que haya sido más fácil que haya llegado a traspasar fronteras. Es ese sello de identidad de la obra la que la hará perdurar. No es una grandísima película, pero muestra una parte de la historia que el cine made in Hollywood o el europeo nunca nos ofrecerán, y solo por eso, y por el buen mimo con el que está ejecutada, merece la pena el viaje.

Nota: 7,25

Lo Mejor: Ser un documental animado con muy buen gusto por el género.
Lo Peor: El tono de algunos momentos es menos crítico de lo que quizás la propuesta pida a gritos.

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