Penúltima parada en la Guerra Civil Americana en lo que a la sección de este año se refiere. Toca hablar de un clásico moderno: "Tiempos de gloria", la que posiblemente sea la cinta más marcadamente bélica mejor valorada sobre el conflicto. Fue dirigida por Edward Zwick, director con gran bagaje en el cine bélico o sucedáneos, en 1989. Logró cinco nominaciones a los Óscars, aunque no entró en categorías principales a excepción de la de Denzel Washington como Mejor Actor Secundario. Obtuvo tres premios, incluido el del mencionado Washington, que obtuvo así su primera estatuilla dorada.
Pero tras mencionar sus éxitos, toca hablar un poco del reparto. Además de Washington, que sobresale claramente al tener el papel del muchacho rebelde que acaba haciendo suyas todas las escenas en las que aparece, tenemos a un por entonces actor de moda Matthew Broderick, cuya carrera acabaría en el retrete (y casi la de Jim Carrey, como diría Homer Simpson) por culpa de "Un loco a domicilio". Posiblemente sea el actor de los ochenta y principios de los noventa que menos carisma tiene para mí. Nunca me ha convencido y estamos ante uno de sus papeles más logrados. Y, pese a ello, cualquier secundario acaba destacando más que él en pantalla. Cary Elwes ("La princesa prometida") y Morgan Freeman son las otras cabezas visibles de la película.
Los hechos que narra "Tiempos de gloria" son reales. Nos cuenta los inicios del 54º Regimiento de Massachusetts, el primero formado por afroamericanos libres (no esclavos) y que sería destinado durante un tiempo a otras funciones antes de poder entrar en combate. De hecho, en la película apenas se ve el entrenamiento, el asalto a una población, una escaramuza bélica y la última escena, un tour de force que merece la pena con un asalto suicida a Fort Wagner, cuyo trágico pero glorioso desenlace es lo que queda grabado a fuego en aquellos que ven la película. Siempre he recordado esa escena y, generalmente, muy poco el resto de la película.
El resto de la película es un más que correcto y entretenido drama bélico que dispara directamente al racismo. No se esconde en el mensaje, pues en todo momento recae el protagonismo en los soldados afroamericanos y en esos oficiales (Todos blancos) que les lideran a lo largo de los meses de entrenamiento y maniobras. El hecho de que no les den uniformes, botas o armas indica claramente la imagen que había dentro del propio ejército de la Unión, donde no veían con buenos ojos un regimiento formado por "negros". Los rifirrafes racistas se dejan notar en algún que otro momento, e incluso el personaje protagonizado por Matthew Broderick inicialmente cargará contra alguno de ellos dejándose arrastrar por la ola racista, aunque al final abrazará la causa.
De eso trata la película, de acercar al mundo la gesta y heroicidad del legado dejado por aquellos hombres. Su valiente ataque a Fort Wagner sirvió para que Lincoln diera luz verde a la creación de otros regimientos con afroamericanos que ayudarían a ganar la guerra. Zwick logra su película más aplaudida o aplaudible (con permiso de "El último samurái") y ya deja entrever su buena mano con la epicidad, donde la música de James Horner acompasa los instantes más gloriosos de esta "Glory" (su título original). Por el camino iremos conociendo a ese grupo de hombres y como va creciendo los lazos entre ellos, con mención especial al personaje interpretado por Denzel Washington, ese rebelde huido del Sur que inicialmente parece querer largarse de allí, que será castigado a latigazos en otra de las escenas que quedan grabadas en la retina pero acabará ganándose el corazoncito de todo el grupo y aquel que vea la película.
Especial mención, en el papel de Denzel, a los momentos previos al ataque final, con la conversación con el Coronel Robert Gould Shaw (Broderick). En ella se preguntan porqué luchan en el clásico mensaje antibélico de turno, el soldado duda de que sirva para algo, ya que sólo habrá perdedores, y que ellos no ganarán nada. Shaw le dirá que si no ganan la guerra, "sí que lo perderán todo", en clara alusión a que esa tierra prometida y esos EEUU no serían para los afroamericanos, pero que, al menos, evitarían ser tratados como esclavos. Un pequeño paso adelante, si bien la historia ha dejado claro que 100 años después el racismo seguía a flor de piel en un país multirracial.
Toca la fibra la película, no lo vamos a negar, pese a que su mensaje inunda la pantalla y nos hace partícipes de ello. Venden su película pero lo hacen bien, con buen gusto, tocando las teclas necesarias y no alargando en exceso la propuesta. Apenas par de horas de película que se hacen ligeras al ir contemplando los diferentes pasos por los que tuvieron que pasar antes de entrar en combate, guardándose ese as en la manga con forma de escenón bélico muy bien resuelto. Y es que poco cine de la Guerra de Secesión tiene una escena bélica visualmente tan obtenida como ella.
Hasta esa batalla final, el mejor momento (o al menos el más impactante) de la película había sido el del asalto a un pueblo sureño. Allí, el oficial al mando les dejará a sus hombres asaltar y robar todo, cometer todo tipo de fechorías, en una imagen que deja en muy mal lugar a los afroamericanos que ejecutaron la acción. Señalar que el Coronel Shaw y sus hombres no tuvieron nada que ver (según la película), si bien sí prendieron fuego al pueblo al recibir órdenes directas de su superior. Un pueblo apenas habitado por mujeres, niños y ancianos, todos ellos civiles.
Ese mensaje antibelicista se ve en pequeños momentos de la película pero, ante todo, su título "Glory" está perfectamente apuntado para lanzar al espectador a la trama. Sin duda, el mensaje que más predomina en el film es el antirracista, cosa lógica vista la trama. En ello cumple a la perfección la obra de Zwick. Y esa "gloria" se apodera de sus personajes. Antes del asalto final veremos como son animados y aplaudidos por su valentía por el resto del Ejército. Y esa batalla final, con Horner a la cabeza, donde el espectador va observando como van pasando zonas de difícil acceso confiando en que llegarán a vencer, pone el broche de oro a la propuesta.
Tiene sus buenos momentos, y ese álgido al final para elevar la nota de la película. Estamos ante una notable producción bélica que es, sin duda alguna, de lo mejor del conflicto tal y como destaqué incluyéndola en el #belicómetro en un puesto cerca de la zona media o noble.
Nota: 7,25
Lo Mejor: El asalto final
Lo Peor: En el aspecto guionístico es, aunque eficaz, bastante básica.
Pero tras mencionar sus éxitos, toca hablar un poco del reparto. Además de Washington, que sobresale claramente al tener el papel del muchacho rebelde que acaba haciendo suyas todas las escenas en las que aparece, tenemos a un por entonces actor de moda Matthew Broderick, cuya carrera acabaría en el retrete (y casi la de Jim Carrey, como diría Homer Simpson) por culpa de "Un loco a domicilio". Posiblemente sea el actor de los ochenta y principios de los noventa que menos carisma tiene para mí. Nunca me ha convencido y estamos ante uno de sus papeles más logrados. Y, pese a ello, cualquier secundario acaba destacando más que él en pantalla. Cary Elwes ("La princesa prometida") y Morgan Freeman son las otras cabezas visibles de la película.
Los hechos que narra "Tiempos de gloria" son reales. Nos cuenta los inicios del 54º Regimiento de Massachusetts, el primero formado por afroamericanos libres (no esclavos) y que sería destinado durante un tiempo a otras funciones antes de poder entrar en combate. De hecho, en la película apenas se ve el entrenamiento, el asalto a una población, una escaramuza bélica y la última escena, un tour de force que merece la pena con un asalto suicida a Fort Wagner, cuyo trágico pero glorioso desenlace es lo que queda grabado a fuego en aquellos que ven la película. Siempre he recordado esa escena y, generalmente, muy poco el resto de la película.
El resto de la película es un más que correcto y entretenido drama bélico que dispara directamente al racismo. No se esconde en el mensaje, pues en todo momento recae el protagonismo en los soldados afroamericanos y en esos oficiales (Todos blancos) que les lideran a lo largo de los meses de entrenamiento y maniobras. El hecho de que no les den uniformes, botas o armas indica claramente la imagen que había dentro del propio ejército de la Unión, donde no veían con buenos ojos un regimiento formado por "negros". Los rifirrafes racistas se dejan notar en algún que otro momento, e incluso el personaje protagonizado por Matthew Broderick inicialmente cargará contra alguno de ellos dejándose arrastrar por la ola racista, aunque al final abrazará la causa.
De eso trata la película, de acercar al mundo la gesta y heroicidad del legado dejado por aquellos hombres. Su valiente ataque a Fort Wagner sirvió para que Lincoln diera luz verde a la creación de otros regimientos con afroamericanos que ayudarían a ganar la guerra. Zwick logra su película más aplaudida o aplaudible (con permiso de "El último samurái") y ya deja entrever su buena mano con la epicidad, donde la música de James Horner acompasa los instantes más gloriosos de esta "Glory" (su título original). Por el camino iremos conociendo a ese grupo de hombres y como va creciendo los lazos entre ellos, con mención especial al personaje interpretado por Denzel Washington, ese rebelde huido del Sur que inicialmente parece querer largarse de allí, que será castigado a latigazos en otra de las escenas que quedan grabadas en la retina pero acabará ganándose el corazoncito de todo el grupo y aquel que vea la película.
Especial mención, en el papel de Denzel, a los momentos previos al ataque final, con la conversación con el Coronel Robert Gould Shaw (Broderick). En ella se preguntan porqué luchan en el clásico mensaje antibélico de turno, el soldado duda de que sirva para algo, ya que sólo habrá perdedores, y que ellos no ganarán nada. Shaw le dirá que si no ganan la guerra, "sí que lo perderán todo", en clara alusión a que esa tierra prometida y esos EEUU no serían para los afroamericanos, pero que, al menos, evitarían ser tratados como esclavos. Un pequeño paso adelante, si bien la historia ha dejado claro que 100 años después el racismo seguía a flor de piel en un país multirracial.
Toca la fibra la película, no lo vamos a negar, pese a que su mensaje inunda la pantalla y nos hace partícipes de ello. Venden su película pero lo hacen bien, con buen gusto, tocando las teclas necesarias y no alargando en exceso la propuesta. Apenas par de horas de película que se hacen ligeras al ir contemplando los diferentes pasos por los que tuvieron que pasar antes de entrar en combate, guardándose ese as en la manga con forma de escenón bélico muy bien resuelto. Y es que poco cine de la Guerra de Secesión tiene una escena bélica visualmente tan obtenida como ella.
Hasta esa batalla final, el mejor momento (o al menos el más impactante) de la película había sido el del asalto a un pueblo sureño. Allí, el oficial al mando les dejará a sus hombres asaltar y robar todo, cometer todo tipo de fechorías, en una imagen que deja en muy mal lugar a los afroamericanos que ejecutaron la acción. Señalar que el Coronel Shaw y sus hombres no tuvieron nada que ver (según la película), si bien sí prendieron fuego al pueblo al recibir órdenes directas de su superior. Un pueblo apenas habitado por mujeres, niños y ancianos, todos ellos civiles.
Ese mensaje antibelicista se ve en pequeños momentos de la película pero, ante todo, su título "Glory" está perfectamente apuntado para lanzar al espectador a la trama. Sin duda, el mensaje que más predomina en el film es el antirracista, cosa lógica vista la trama. En ello cumple a la perfección la obra de Zwick. Y esa "gloria" se apodera de sus personajes. Antes del asalto final veremos como son animados y aplaudidos por su valentía por el resto del Ejército. Y esa batalla final, con Horner a la cabeza, donde el espectador va observando como van pasando zonas de difícil acceso confiando en que llegarán a vencer, pone el broche de oro a la propuesta.
Tiene sus buenos momentos, y ese álgido al final para elevar la nota de la película. Estamos ante una notable producción bélica que es, sin duda alguna, de lo mejor del conflicto tal y como destaqué incluyéndola en el #belicómetro en un puesto cerca de la zona media o noble.
Nota: 7,25
Lo Mejor: El asalto final
Lo Peor: En el aspecto guionístico es, aunque eficaz, bastante básica.
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