No soy muy aficionado al cine de aviación bélico. De los tres posibles frentes (tierra, mar y aire) es el que me resulta menos atractivo o, con películas que no acaban de atraparme. Eso no quita que haya defendido, y defenderé, el cine de aviación de la Gran Guerra como el más interesante para mi gusto. Por ello, hoy traigo una lista de 7 magníficas del conflicto.
Alas (1927)
Wellman se convirtió en el director de la primera película ganadora del Óscar. "Alas" ya por ello es historia del celuloide. Pero, por si fuera poco, considero que todavía no se ha superado su calidad como película. Teniendo en cuenta las limitaciones de la época y que estamos ante un film de cine mudo, el mérito es enorme. Y, para mí, hasta la reciente llegada de "Top gun:Maverick" no ha habido nada igual de rompedor en el cine de aviación. Gracias a su éxito, el cine de aviones tuvo su época dorada.
Los ángeles del infierno (1930)
Prevista para 1927, donde se rodó completamente, la irrupción del cine sonoro y la excentricidad de su director y productor Howard Hughes implicó que el proyecto se retrasase hasta 3 años teniendo que rodarse de nuevo algunas escenas. En concreto se sonorizaron las aéreas pero la mayoría de las escenas en tierra volvieron a rodarse. Sobre todo debido a que la actriz contratada inicialmente no tuviese una voz nada adecuada para el nuevo cine (algo que pasó con muchos actores de la era muda). Hughes sustituiría a la actriz rodando nuevamente todas sus escenas y colocando a la rubia del momento (con la que tendría una relación) como reclamo del cartel pese a tener poco peso en la trama. A destacar la escena del Zeppelin sobre Londres.
La escuadrilla del amanecer (1930)
Howard Hawks dirige un título de la gran cosecha de 1930. La película narra la dureza moral a la que se enfrentan tanto los oficiales como los pilotos en una guerra donde era difícil sobrevivir en el tiempo. Ese afán por destacar esos dramas por encima de la pura aventura bélica y diversión la sitúan en una vertiente algo diferente a los dos títulos mencionados con anterioridad. Menos conocida, por desgracia, que las otras dos pese a merecer combatir a la misma altura. Eso sí, la Academia destacó su gran guion premiándola con una estatuilla. Tendría un remake pocos años más tarde.
La escuadrilla de la aurora (1938)
Aunque el título en España varió, no lo hizo su original: "The dawn patrol", y tiene la particularidad de haber sido rodada al haber pasado el boom del género. Entre 1927 y 1934 se rodaron películas de aviación bélicas a pares todos los años. Pero a partir de ahí el cine de aviación siguió teniendo algo de tirón pero obviando la guerra. Entonces llegó Edmund Goulding para dirigir este remake y puso al frente del reparto a Errol Flynn. Junto a él, un David Niven con el que había compartido rodaje en "La carga de la brigada ligera". La trama es la misma, pero es inevitable adorar este remake si se es fan del diablo de Tasmania.
Las águilas azules (1965)
Damos un salto gigante en el tiempo, dejando atrás la era dorada del cine de aviación de la Gran Guerra y del cine en general sobre el conflicto, para pasar a los años 60-70 donde aunque con cuentagotas, se resucitó brevemente el subgénero. Y la culpa de ese resurgir es de esta producción dirigida por John Guillermin con George Peppard de protagonista brillando casi como nunca. La trama de un piloto que viene de familia humilde aunque su ego le pide ser el mejor y más mortal piloto alemán aunque tenga que jugarse el pellejo o actuar de manera miserable ya merece la pena. Si a eso le sumamos una gran fotografía y unas escenas aéreas muy logradas, tenemos el combo perfecto. Un gran resurgir del subgénero y, en mi opinión, la segunda mejor.
El escuadrón diabólico (1969)
Cuelo una serie en la lista, no sin dudas de si era lo debido. Sin embargo, si tengo que quedarme con 7 productos sobre aviación de la WWI, aunque sea con truco, esta serie de animación debería tener hueco. Pierre Nodoyuna y su inseparable mascota Patán van a bordo de un avión durante la Gran Guerra, liderando el "Escuadrón diabólico" compuesto por tres aviones. La misión, abatir al palomo mensajero. Al más puro estilo del Coyote y el Correcaminos, tendrán ideas cada cuál más rocambolesca, aunque el resultado, como no podía ser otro, siempre será el fracaso. La manera en que Nodoyuna quita condecoraciones a Patán, marca de la casa.
El barón rojo (1971)
No podía faltar en la lista el ilustre Von Ritchtoffen, conocido con el mote de "El barón rojo". Basada en hechos reales y en las vidas tanto de este as de la aviación como del piloto que acabó (supuestamente) con su vida, Brown, la película dirigida por un especialista del cine de terror como Roger Corman cumple con todos los requisitos. Buenos combates, buena trama, buen montaje. Todo cumple pese a que presupuestariamente no fuera una gran película, como la mayoría de la carrera de Corman. Aún así, posiblemente sea lo mejor que hizo el director fuera de su elemento. Y, pese a no ser de las míticas del cine bélico, se echa de menos cine como este.
Alas (1927)
Wellman se convirtió en el director de la primera película ganadora del Óscar. "Alas" ya por ello es historia del celuloide. Pero, por si fuera poco, considero que todavía no se ha superado su calidad como película. Teniendo en cuenta las limitaciones de la época y que estamos ante un film de cine mudo, el mérito es enorme. Y, para mí, hasta la reciente llegada de "Top gun:Maverick" no ha habido nada igual de rompedor en el cine de aviación. Gracias a su éxito, el cine de aviones tuvo su época dorada.
Los ángeles del infierno (1930)
Prevista para 1927, donde se rodó completamente, la irrupción del cine sonoro y la excentricidad de su director y productor Howard Hughes implicó que el proyecto se retrasase hasta 3 años teniendo que rodarse de nuevo algunas escenas. En concreto se sonorizaron las aéreas pero la mayoría de las escenas en tierra volvieron a rodarse. Sobre todo debido a que la actriz contratada inicialmente no tuviese una voz nada adecuada para el nuevo cine (algo que pasó con muchos actores de la era muda). Hughes sustituiría a la actriz rodando nuevamente todas sus escenas y colocando a la rubia del momento (con la que tendría una relación) como reclamo del cartel pese a tener poco peso en la trama. A destacar la escena del Zeppelin sobre Londres.
La escuadrilla del amanecer (1930)
Howard Hawks dirige un título de la gran cosecha de 1930. La película narra la dureza moral a la que se enfrentan tanto los oficiales como los pilotos en una guerra donde era difícil sobrevivir en el tiempo. Ese afán por destacar esos dramas por encima de la pura aventura bélica y diversión la sitúan en una vertiente algo diferente a los dos títulos mencionados con anterioridad. Menos conocida, por desgracia, que las otras dos pese a merecer combatir a la misma altura. Eso sí, la Academia destacó su gran guion premiándola con una estatuilla. Tendría un remake pocos años más tarde.
La escuadrilla de la aurora (1938)
Aunque el título en España varió, no lo hizo su original: "The dawn patrol", y tiene la particularidad de haber sido rodada al haber pasado el boom del género. Entre 1927 y 1934 se rodaron películas de aviación bélicas a pares todos los años. Pero a partir de ahí el cine de aviación siguió teniendo algo de tirón pero obviando la guerra. Entonces llegó Edmund Goulding para dirigir este remake y puso al frente del reparto a Errol Flynn. Junto a él, un David Niven con el que había compartido rodaje en "La carga de la brigada ligera". La trama es la misma, pero es inevitable adorar este remake si se es fan del diablo de Tasmania.
Las águilas azules (1965)
Damos un salto gigante en el tiempo, dejando atrás la era dorada del cine de aviación de la Gran Guerra y del cine en general sobre el conflicto, para pasar a los años 60-70 donde aunque con cuentagotas, se resucitó brevemente el subgénero. Y la culpa de ese resurgir es de esta producción dirigida por John Guillermin con George Peppard de protagonista brillando casi como nunca. La trama de un piloto que viene de familia humilde aunque su ego le pide ser el mejor y más mortal piloto alemán aunque tenga que jugarse el pellejo o actuar de manera miserable ya merece la pena. Si a eso le sumamos una gran fotografía y unas escenas aéreas muy logradas, tenemos el combo perfecto. Un gran resurgir del subgénero y, en mi opinión, la segunda mejor.
El escuadrón diabólico (1969)
Cuelo una serie en la lista, no sin dudas de si era lo debido. Sin embargo, si tengo que quedarme con 7 productos sobre aviación de la WWI, aunque sea con truco, esta serie de animación debería tener hueco. Pierre Nodoyuna y su inseparable mascota Patán van a bordo de un avión durante la Gran Guerra, liderando el "Escuadrón diabólico" compuesto por tres aviones. La misión, abatir al palomo mensajero. Al más puro estilo del Coyote y el Correcaminos, tendrán ideas cada cuál más rocambolesca, aunque el resultado, como no podía ser otro, siempre será el fracaso. La manera en que Nodoyuna quita condecoraciones a Patán, marca de la casa.
El barón rojo (1971)
No podía faltar en la lista el ilustre Von Ritchtoffen, conocido con el mote de "El barón rojo". Basada en hechos reales y en las vidas tanto de este as de la aviación como del piloto que acabó (supuestamente) con su vida, Brown, la película dirigida por un especialista del cine de terror como Roger Corman cumple con todos los requisitos. Buenos combates, buena trama, buen montaje. Todo cumple pese a que presupuestariamente no fuera una gran película, como la mayoría de la carrera de Corman. Aún así, posiblemente sea lo mejor que hizo el director fuera de su elemento. Y, pese a no ser de las míticas del cine bélico, se echa de menos cine como este.
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