Las 7 magníficas de las guerras napoleónicas

En la sección de las 7 magníficas toca irnos al cine histórico-bélico y, más concretamente, a las películas en territorio europeo más reconocidas, que no son otras que las guerras napoleónicas, con "Waterloo" como batalla de mayor renombre. Se trata de ubicar siete títulos, a mi parecer imprescindibles, sobre este conflicto. En la presente lista podéis encontrar un biopic, dos de aventuras marítimas, una novela universal o una gran y famosa batalla, entre otras películas.

Napoleón (1927)
Abel Gance fue un gran inventor. Quizás el mundo del cine no haya reconocido lo suficiente el arte del francés que en 1919 había rodado "J'acusse" una de las obras importantes sobre la Gran Guerra que el tiempo, por desgracia, ha ido haciendo desaparecer del imaginario colectivo. En 1927 estrenó la que fue su obra más ambiciosa: "Napoleón". Una película muda de 4 horazas donde realizó virguerías técnicas dignas de elogio como colocar la cámara a lomos de un caballo o sobre un péndulo para una escena de tormenta. Además de la famosa Polyvision (Que años más tarde derivaría en el Cinemascope), un invento que no duró mucho pero que hace especial y única su "Napoleón". Destacar que pretendía realizar hasta cinco obras sobre el Emperador francés, pero únicamente pudo costear esta obra que abarca sus inicios y su primer conflicto bélico en Italia.

El hidalgo de los mares (1951)
Raoul Walsh tras las cámaras y Gregory Peck de protagonista de una de aventuras marítimas. Sin duda, el tándem perfecto de principios de los años 50. Y en esas llegó "El hidalgo de los mares" cuya fuerza está, sobre todo, en su tramo inicial. Muy buenas escenas marinas con una batalla sobre el mar brillante para la época. Una de piratería sin piratas, basada en las novelas del Capitán Horatio Hornblower. Quizás su mayor defecto radica en querer abarcar fragmentos de diferentes novelas y eso se acaba notando en exceso en el montaje. Pese a ello, notable producción que, hasta la llegada de este Siglo era la mejor de cine marítimo sobre las Guerras Napoleónicas, donde otra a destacar sería "La fragata infernal", si bien su condición de cine judicial a bordo de un barco me haya hecho decantarme más por las aventuras de Walsh y Peck.

Guerra y Paz (1956 y 1966)
Hago trampas al solitario y aprovecho el mismo título para abarcar dos películas y, así, poderos hablar de más títulos napoleónicos. La famosa obra de Leon Tolstoi tuvo dos versiones cinematográficas. Ambas notables, una desde la vertiente espectacular de Hollywood y otra dentro del instrumento propagandístico de la Unión Soviética. La primera, la que es más fácil de encontrar, la dirigía King Vidor y contó en su reparto con Audrey Hepburn o Henry Fonda, entre otros. La versión soviética corrió a cargo de Sergei Bondarchuk, a quien mencionaré un poco más adelante... el resultado son dos obras cada cuál más extensa. Los 208 minutazos de la norteamericana los supera los 400 minutos de la soviética. En el caso de la primera, obtuvo 3 nominaciones a los Óscars incluyendo Mejor Director. Añadir que recientemente, en 2013 se realizó una Miniserie por parte de la BBC.

Waterloo (1970)
Sergei Bondarchuk, apenas cuatro años después de su "Guerra y Paz" volvería a la temática napoleónica para esta notable superproducción de Dino De Laurentiis que pretendía, desde Italia, realizar una obra magna, de las de reparto estelar al más puro estilo "El día más largo". En ese sentido, "Waterloo" cumple los requisitos, ya que en la misma tenemos los rostros de Rod Steiger, Christopher Plummer, Orson Welles o Jack Hawkins. Los prolegómenos de la batalla así como la misma con los detalles más importantes en el momento en que corresponde fueron narrados a modo casi documental como las películas que se venían haciendo sobre grandes batallas. Cumple holgadamente pese al aroma europeo que hace que le falte cierto tono grandilocuente made in Hollywood.

La última noche de Boris Grushenko (1975)
De pequeño apenas recordaba esa icónica secuencia de Woody Allen escondiéndose dentro de un cañón en pleno combate. Suficiente para captar mi atención. Cuando, años más tarde, revisioné la película o, quizás, la vi por primera vez en su plenitud, quedé fascinado ante el poderío cómico de Woody Allen y su verborrea. Al menos la que tenía en su día. No soy fan de su cine y creo que tiene mucha película del montón. Pese a ello, dentro de su extensísima filmografía hay obras de muy buen gusto y "Love and Dead" titulada en España "La última noche de Boris Grushenko" es una de ellas. Quizás, la mejor junto a "Annie Hall". Ambientada en la rusa de la época de las Guerras napoleónicas, contiene escenas de amor y muerte, con algún que otro combate contra tropas napoleónicas y, como no, esa icónica escena del cañón.

Los duelistas (1977)
 
Ópera prima de Ridley Scott, director autor de grandes obras como las dos que le seguirían: "Alien" y "Blade Runner". Curioso que su fama llegase con un cine fantasioso futurista o galáctico, cuando su debut fue una película algo más minimalista, con dos principales protagonistas a lo largo y ancho de cada plano. Keith Carradine y Harvey Keitel son esos dos duelistas que dan título a la película y que a lo largo de los años se han ido picando y viendo las caras, retando a duelo como única manera de vivir. Incluso la dureza de la guerra o la crudeza del invierno ruso serán protagonistas, si bien la guerra no es más que una excusa para que estos dos militares se vayan encontrando en diferentes campañas para realizar su sanguinario juego. Notable.

Master & Commander (2003)
Llegamos a la última gran película. Una dirección de un magistral Peter Weir, e interpretaciones como la de Russell Crowe al frente de ese barco bajo la corona británica son los ingredientes de una propuesta que merecía mejor suerte. Porque pese a que sus nominaciones a los Óscars la catalogaron de gran fenómeno marítimo, el caso es que en cuanto a taquilla fracasó, superando por poco lo invertido. Ese mismo año otra de aventuras marítimas como "Piratas del Caribe: La maldición de la Perla negra" ganaría millones en taquilla, el resto de la historia está escrita. Una tuvo secuelas, mientras la otra (Que concluye pidiendo a gritos una secuela e inicialmente iba a ser una trilogía) se quedó en medio del Océano. Una lástima porque esas aventuras merecían mejor suerte.

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