El hidalgo de los mares (Raoul Walsh, 1951)

Vuelvo a repescar el cine histórico-bélico, y lo hago con uno de esos clasicazos muy adorados por el público en general: "El hidalgo de los mares". Fue rodada en una época donde Hollywood revivió ese cine de espadas que años atrás había deparado títulos como "El cisne negro" o "El capitán Blood". Ese cine piratil que tuvo en "El temible burlón" su título referencia, con un espléndido Burt Lancaster. Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda. Se trata, aquí, de honrar al cine bélico, y dentro de ese cine de grandes barcos de guerra, con sus cañones, las guerras napoleónicas tuvieron un buen protagonismo. Posiblemente el título que hoy expongo sea la gran película al respecto hasta la llegada de "Master & Commander".

Tras las cámaras, un experto en el cine bélico: Raoul Walsh, al que consideré el director con mayor número de producciones dentro del género, y eso que incluí algún drama bélico pero no así la película que trato hoy. Walsh tuvo, en esos inicios de los 50, una época totalmente dedicada al cine oceánico. "El hidalgo de los mares" sería su primera propuesta antes de dirigir consecutivamente "El pirata Barbanegra" (1952), "El mundo en sus manos" (1952) y "Los gavilanes del estrecho" (1953). En la segunda de ellas, posiblemente la más famosa junto a "El hidalgo de los mares" volvería a contar con Gregory Peck, auténtica estrella de la película en cuestión. Peck que volvería a un barco de corte clásico pocos años después en la notable "Moby Dick" (John Huston, 1956) donde daría vida al Capitán Acab.

Volvamos a las grandes aventuras de "El hidalgo de los mares", que no es otro que el Capitán Horatio Hornblower, un oficial de la Armada Británica capaz de poner en jaque a cualquier enemigo, como muestra Walsh en esas algo escuetas dos horas que dura la producción. Digo escuetas porque la película se basa en la serie de novelas escritas por C.S. Forester, y consigue juntar las tramas de hasta tres de dichas novelas en una sola. Se trata de las novelas "Happy return", "A ship of the line" y "Flying Colours".

La trama de la película, que fue supervisada por el propio escrito autor de las novelas, nos inicia en el Pacífico, cerca de las costas de centroamérica, donde el capitán Horatio Hornblower y su tripulación deberán capturar el buque enemigo "El natividad", buque de guerra español, contra el que el Imperio Británico está en guerra. Sin embargo, las presiones de un tirano dictador centroamericano de la época, dispuesto a invadir el resto de paises limítrofes como Costa Rica, Honduras... hará que Horatio y los suyos, tras una incursión nocturna, "regalen" el barco para evitar presiones con el alto mando británico.

Sin embargo, en su vuelta descubrirán que España ya es aliada británica tras la invasión napoleónica al país, y por lo tanto, el natividad no debería haber sido capturado. Por si fuera poco, el tirano centroamericano se entablará en una dura batalla para conseguir hundir a nuestros protagonistas. Espectacular batalla, posiblemente lo más destacado de la película, que nos muestra con pelos y señales una gran batalla a cañonazo limpio en alta mar.

Esta parte apenas será la primera de una película que se podría dividir en dos claros actos... o en tres. Puesto que la parte final incluirá en un modo algo rápido una incursión en un puerto francés, donde con ingenio (o algo de trampa) conseguirán hundir a cuatro barcos napoleónicos antes de ser hundidos por los cañones. El tercer y aún más corto acto nos hablará de la manera en que logrará escapar y, a bordo de un barco que los franceses requisaron a los británicos, volver a casa.

Todas estas aventuras incluirán, como no puede ser de otra manera, una historia de amor, con Virginia Mayo de protagonista. Una historia de amor aparentemente imposible pero del que no se puede frenar, entre el capitán y Lady Barbara, familia del Duque de Wellington y que está prometida.

Con un ritmo vertiginoso, sobretodo en el tramo inicial, Walsh nos representa las grandes batallas marítimas de la época. Una incursión casi piratil para capturar el barco español y, posteriormente, un gran batalla, representarán un inicio tan demoledor como atractivo para el espectador. Mención especial a dicha contienda donde con una gran maniobra, y pese a ser un buque inferior al Natividad, el bueno de Horatio Hornblower logrará equilibrar la balanza consiguiendo dar dos hondonadas al enemigo antes de que este consiga alcanzarles. 

Eso sí, la crudeza de la batalla acabará con el triunfo británico, pero con un claro horror. El buque, con bastantes destrozos y con la pérdida de algunos miembros ilustres de la tripulación, como un joven con bastante protagonismo hasta ese momento.

Esta será la primera de las dos grandes batallas. La segunda será la gran incursión en el puerto francés, donde Hornblower tirará de ingenio, cambiando la bandera de su barco para poder acceder al puerto. Eso sí, una vez cambian la bandera e inicial el considerable destrozo, desde la fortaleza y las murallas los franceses contraatacarán, provocando no pocas pérdidas entre la tripulación y la obligación de abandonar el barco.

El resultado de la película es notable, con un acabado no tan pulido debido a querer abarcar muchos terrenos. La primera parte, con el tirano centroamericano y la historia de amor con Lady Barbara es la que abarca algo más de medio metraje y resulta lo mejor de la película. En la segunda, tenemos una parte técnica y tácnica interesante, que nos habla del conflicto bélico independentista en España, y de los británicos queriendo ejecutar un plan maestro contra Napoleón. Lástima que tras la vibrante y trabajada escena en el puerto francés, la parte final con la manera de escapar de las garras galas es algo más "justito" de nivel como cine de aventuras.

Se disfruta, eso sí, la película. Y el hecho de tener detalles españoles, como un buque (el natividad) y el hecho de que se nos hable del conflicto en la península ibérica puede resultar atractivo al público español. Si bien la película se centra en las proezas y glorias de un capitán británico, inteligente, modesto y con muchas lecciones de vida por delante. Gregory Peck le da, sin lugar a dudas, la suficiente templanza a su personaje como para poder considerar al mismo como uno de los mejores de su carrera. Y la película, una de las más interesantes dentro de la filmografía de Walsh, uno de los nuestros.

Nota: 7
Lo Mejor: Dos escaramuzas bélicas a cañonazo limpio donde técnicamente lo bordan
Lo Peor: Un final un tanto atropellado. Algo más de metraje en esa parte le hubiera dado a la película una sensación más redonda.

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