
El film obtuvo el premio a la Mejor Dirección Novel en el festival de Cannes de 1977, iniciando así una prometedora carrera del joven Ridley Scott, que en pocos años cambiaría de registro para llegar al Top del cine de Ciencia Ficción gracias a dos de sus obras más reconocidas: "Alien" y "Blade Runner". Destacar que está basada en una novela de Joseph Conrad, autor de "El corazón de las tinieblas", que serviría para la realización de "Apocalypse now", estrenada dos años después de la obra de Scott.
Sinopsis
La película nos mostrará los diferentes duelos que tuvieron lugar entre dos oficiales del ejército francés a lo largo de los años de gloria (y decadencia) del ejército napoleónico. Comienza en Estrasburgo, 1880, donde Feraud (Harvey Keitel), amante de los duelos vencerá el duelo matinal clavando su sable al sobrino de un Mayor importante (dato que él desconocía). El marrón de ir a buscarle y obligarle a permanecer bajo arresto le corresponderá a D'Hubbert (Keith Carradine), que tras buscarle por diferentes sitios acabará en casa de una aburguesada mujer para informar a Feraud. Éste último se lo tomará como ofensa y lo pagará con D'Hubert, que únicamente era el mensajero.


En Ausburgo, en 1881, vemos como Feraud aún no tiene el brazo 100% recuperado de la herida que le propino su rival en el duelo del año anterior. Sin embargo, se entera de que por ahí estaba su desde entonces archienemigo y decide retarle. Este segundo duelo, también a espada, acabará con victoria fácil de Feraud, que marcha enfadado debido a que la herida propinada no ha significado la muerte, pero sí la indisposición para seguir combatiendo, de su enemigo.


Feraud sería enviado a España mientras D'Hubert continuaba por Europa. Coincidirán en Rusia, en 1812, bajo un infierno helado que provoca muertes por congelación. Ahí el personaje interpretado por Keitel pedirá voluntarios para ir en busca de los cosacos (o de comida, o de qué se yo), sólo se presentará voluntario D'Hubert. Juntos harán frente al enemigo, a punta de pistola, momento en el que (cierta ironía) Keith Carradine le dice a Keitel que "el siguiente duelo, a pistola". No pelearán en el frío invierno ruso, pero demostrarán cierta camaradería a pesar de sus disputas.

París, 1816. Feraud ha sido arrestado por ser favorable al Emperador Napoleón. D'Hubert decide entonces ir a pedir que liberen a Feraud (siempre, desde el anonimato). Teniendo por fin a su archienemigo apresado decide salvarle simplemente porque cree que así debe de ser, o porque su relación de duelos no ha llegado a su fin. D'Hubert será enviado a Rennes, dato del que Feraud (ya liberado) se entera, retándole a un último duelo.
Recordemos que el marcador era 2-1 para D'Hubert, pero este duelo vale doble (así le damos emoción). Quien venza, ganará en "Los duelistas". Los "agentes" de Feraud deciden que sea a pistola (se había olvidado D'Hubert de que así debía ser), pero el día del duelo este último decide que sí, a pistola pero poniendo él las normas. En un bosque con un castillo en ruinas cerca, se buscarán el uno al otro con dos pistolas, con una bala en cada pistola. Dos oportunidades para cada uno.
La Escena
Debido a que la mejor escena de la película es esta última, esta vez para no repetirme coloco el final de la Sinopsis y la Mejor Escena del film en la misma categoría.

Feraud verá primero a D'Hubert, dispara... y contempla, desde abajo (estaban a diferentes alturas) que el pie de su rival tiembla... deja de temblar. En ese momento y tras dudar, Feraud se asoma, D'Hubert le disparará y él hará lo propio. Pero los dos han fallado. Y ahí están, uno tumbado en el suelo y con una pistola disponible. El otro, sin balas, de pie... aún así intenta disparar de nuevo, pero no tiene balas. Resignado tira la pistola y le pide, por favor, que dispare ya, asumiendo su final.

Crítica
Con una historia sencilla de base pero rebuscada en las formas, Ridley Scott puso su primera piedra en su carrera cinematográfica con esta notable obra sobre guerras napoleónicas. Se aleja del run run de cualquier conflicto bélico. Nos muestra los duelos de dos personajes a lo largo de 16 años de sus vidas. Centrada en la vida de D'Hubert (Keith Carradine), y con un Harvey Keitel al que le vemos siempre retando y metiendo zizaña, nos labran una historia entretenidísima para pasar un rato agradable.

Con pulso firme se ven las maneras de Scott en un género que no ha tocado en excesivas ocasiones pero al que se podría decir que volvió (el de los duelos a espada) en "Gladiator", una de sus obras más reconocidas y la única que obtuvo el Oscar a la Mejor Película. "Los duelistas" desprende adrenalina en todos ya cada uno de sus duelos, donde nos vamos sorprendiendo de como se van desencadenando uno tras otro y como van acabando.
Heridas que parecen más graves de lo que serán pero que marcarán de por vida a los protagonistas. Pero, sobretodo, una tensión in crescendo. Cada duelo parece más feroz y peligroso que el anterior.. De las primeras trifulcas se pasa a ese duelo donde acaban ambos como el rosario de la aurora, para posteriormente sobrevivir juntos al frío invierno ruso, a un duelo a caballo y ese final, con un duelo fascinante.

El resto de tiempo uno acaba con la sensación de que no aportan mucho a esos duelos deportivos que van teniendo lugar de tanto en cuanto. Scott, no obstante, firma una obra más que interesante y que debería ser considerada claramente de las mejores de su irregular filmografía.
Nota: 7
Lo Mejor: Ese duelo final a pistola y jugando al escondite
Lo Peor: Cuando no coinciden en pantalla, el film decae en interés.
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