Hoy dejo a un lado el cine puramente bélico pero no por ello la temática belicosera para hablaros de "Juego de armas" (War dogs), película dirigida por Todd Philips ("Joker") y protagonizada por Jonah Hill y Milles Teller. La temática del film es el del tráfico de armas y está basada en hechos reales.
La sinopsis nos muestra a dos jóvenes judíos, residentes en Miami Beach, uno de los cuales, Efrain Diveroli (Hill), tiene un negocio de compra-venta armamentística. Convencerá a su amigo de la infancia, David Packouz de colaborar juntos. Interesados inicialmente en las migajas que nadie quiere pero que les reportan dinero, conseguirán un contrato suculento del Ejército de los EEUU durante la Guerra de Afganistán, pero la munición que han conseguido en Albania es de origen chino, cuya utilización estaba vetada por los EEUU.
La película juega con el tono de humor necesario para ser más fácil de digerir pese a ser, sobre su base, un thriller dramático. Como buen cine scorseseniano, aprovecha la voz en off de un narrador (Milles Teller) para contar las desventuras de esta increíble pareja. Lo de increíble es porque dos 'mocosos' de 20 años lograron lo que lograron. El hecho de tener a Jonah Hill y una temática un tanto ilegal nos retrotrae indirectamente a "El lobo de Wall Street" de cuyos aires bebe, y mucho, Philips a la hora de elaborar su película.
La duración de la misma, inferior a dos horas, la hace también fácil de visualizar y el hecho de que con un montaje desenfrenado se nos muestren diferentes momentos de la vida y obra de estos personajes, la hace lo suficientemente atractiva. No estamos ante un largometraje memorable, pero sí ante una obra con un envoltorio bonito y un acabado acorde. Hecha para disfrutar por quienes adoren este tipo de productos, sobretodo con una temática como la del tráfico de armas, que en este Siglo ha tenido otras obras interesantes como "El señor de la guerra" o "Harry Seal", con Nicolas Cage o Tom Cruise por protagonistas.
En "War dogs" tenemos la escena cumbre y más memorable con la Guerra de Irak de fondo. La manera en la que se moverán nuestros protagonistas para conseguir hacer llegar el armamento al Ejército USA, tiene puntos cómicos que chocan con la tensión de la situación. Pues no debe ser fácil viajar a Jordania y, una vez allí, pasar la frontera con Irak de la manera que lo hacen. Acompañados por Marlboro, un secundario "50-50" que apenas aparece cinco minutos en la película pero toca adorarle. El momento en el que echa gasolina a su camioneta con el coche en marcha es Top.
Como muestra la escena, queda claro el tono algo jocoso de la propuesta. Que si bien en su globalidad no debiera ser considerada ni una comedia ni una parodia, acaba riéndose de todo aquello a lo que pretende criticar. Estos tiburones del tráfico de armas lograrían su momento de gloria (personal y en la cuenta corriente) si bien acabarían como acabarían, pues la mayoría de este cine acaba teniendo su moraleja, donde la realidad acaba golpeando, por dura que sea y por muy edulcorada que sea la obra ("Harry Seal" sería un buen ejemplo).
Al final son dos las escenas clave de la producción, los puntos calientes de la misma. El mencionado raid sobre Irak desde Jordania, y la parte albanesa de la obra, con la colaboración especial de Bradley Cooper en un pequeño pero clave papel. Personaje cuyo nombre no es real pero sí inspirado en un traficante de armas suizos que nuestros protagonistas conocerían en una exposición sobre armamento.
Lo gordo y grave que propone la película, por desgracia, sí es real. Y no es otra cosa que en EEUU el Gobierno tenía una web pública donde ponía las ofertas para la compra de munición y armamento. Un nicho del que se aprovecharían perfectamente estos piratas del tráfico de armas. Eso sí, toca destacar que la mencionada escena cumbre es totalmente ficticia. Y es que nuestros protagonistas hacían sus movimientos desde las oficinas y sus vidas no llegaron a correr peligro. Es más, el traslado de dichas armas de fabricación italiana nunca llegó a darse al no conseguir hacerlas llegar, perdiendo así una buena cantidad de dinero que sí les vemos recibir en la película. De hecho, en la misma cobrarán en billetes iraquíes incautados por el Ejército, en toda una crítica a las fechorías y piratería que pudieran ejercer los USA.
Nota: 6'5
Lo Mejor: Toda la escena entre Jordania e Irak acompañados de Marlboro.
Lo Peor: Había poco más de trama que poder rascar de estos dos mequetrefes, y eso se nota estirando el chicle en su parte final.
La sinopsis nos muestra a dos jóvenes judíos, residentes en Miami Beach, uno de los cuales, Efrain Diveroli (Hill), tiene un negocio de compra-venta armamentística. Convencerá a su amigo de la infancia, David Packouz de colaborar juntos. Interesados inicialmente en las migajas que nadie quiere pero que les reportan dinero, conseguirán un contrato suculento del Ejército de los EEUU durante la Guerra de Afganistán, pero la munición que han conseguido en Albania es de origen chino, cuya utilización estaba vetada por los EEUU.
La película juega con el tono de humor necesario para ser más fácil de digerir pese a ser, sobre su base, un thriller dramático. Como buen cine scorseseniano, aprovecha la voz en off de un narrador (Milles Teller) para contar las desventuras de esta increíble pareja. Lo de increíble es porque dos 'mocosos' de 20 años lograron lo que lograron. El hecho de tener a Jonah Hill y una temática un tanto ilegal nos retrotrae indirectamente a "El lobo de Wall Street" de cuyos aires bebe, y mucho, Philips a la hora de elaborar su película.
La duración de la misma, inferior a dos horas, la hace también fácil de visualizar y el hecho de que con un montaje desenfrenado se nos muestren diferentes momentos de la vida y obra de estos personajes, la hace lo suficientemente atractiva. No estamos ante un largometraje memorable, pero sí ante una obra con un envoltorio bonito y un acabado acorde. Hecha para disfrutar por quienes adoren este tipo de productos, sobretodo con una temática como la del tráfico de armas, que en este Siglo ha tenido otras obras interesantes como "El señor de la guerra" o "Harry Seal", con Nicolas Cage o Tom Cruise por protagonistas.
En "War dogs" tenemos la escena cumbre y más memorable con la Guerra de Irak de fondo. La manera en la que se moverán nuestros protagonistas para conseguir hacer llegar el armamento al Ejército USA, tiene puntos cómicos que chocan con la tensión de la situación. Pues no debe ser fácil viajar a Jordania y, una vez allí, pasar la frontera con Irak de la manera que lo hacen. Acompañados por Marlboro, un secundario "50-50" que apenas aparece cinco minutos en la película pero toca adorarle. El momento en el que echa gasolina a su camioneta con el coche en marcha es Top.
Como muestra la escena, queda claro el tono algo jocoso de la propuesta. Que si bien en su globalidad no debiera ser considerada ni una comedia ni una parodia, acaba riéndose de todo aquello a lo que pretende criticar. Estos tiburones del tráfico de armas lograrían su momento de gloria (personal y en la cuenta corriente) si bien acabarían como acabarían, pues la mayoría de este cine acaba teniendo su moraleja, donde la realidad acaba golpeando, por dura que sea y por muy edulcorada que sea la obra ("Harry Seal" sería un buen ejemplo).
Al final son dos las escenas clave de la producción, los puntos calientes de la misma. El mencionado raid sobre Irak desde Jordania, y la parte albanesa de la obra, con la colaboración especial de Bradley Cooper en un pequeño pero clave papel. Personaje cuyo nombre no es real pero sí inspirado en un traficante de armas suizos que nuestros protagonistas conocerían en una exposición sobre armamento.
Lo gordo y grave que propone la película, por desgracia, sí es real. Y no es otra cosa que en EEUU el Gobierno tenía una web pública donde ponía las ofertas para la compra de munición y armamento. Un nicho del que se aprovecharían perfectamente estos piratas del tráfico de armas. Eso sí, toca destacar que la mencionada escena cumbre es totalmente ficticia. Y es que nuestros protagonistas hacían sus movimientos desde las oficinas y sus vidas no llegaron a correr peligro. Es más, el traslado de dichas armas de fabricación italiana nunca llegó a darse al no conseguir hacerlas llegar, perdiendo así una buena cantidad de dinero que sí les vemos recibir en la película. De hecho, en la misma cobrarán en billetes iraquíes incautados por el Ejército, en toda una crítica a las fechorías y piratería que pudieran ejercer los USA.
Nota: 6'5
Lo Mejor: Toda la escena entre Jordania e Irak acompañados de Marlboro.
Lo Peor: Había poco más de trama que poder rascar de estos dos mequetrefes, y eso se nota estirando el chicle en su parte final.
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