71 (Yann Demangre 2014)

Hoy toca hablar de un conflicto que rara vez se cataloga como bélico, pero que tiene un alto componente. La guerra contra el terrorismo del IRA en Irlanda del Norte. Para ello, me valgo de una película que algunos ya conoceréis y que muestra el miedo que puede sentir un soldado perdido en territorio enemigo. "71" es este título dirigido por Yann Demange y con Jack O'Connell ("Invencible") en el papel del jove soldado perdido en las calles de Belfast.

La película, puro cine independiente, arranca con breves fragmentos de instrucción previa a ir a la zona conflictiva. Zona que no debería llamarse de combate pero que será todo un infierno para los que allí deambulen fuera de sitio. Los rostros del personaje interpretado por O'Connell muestran inicialmente el miedo a entrar en una zona de la que probablemente habrá oído hablar. Una vez dentro, son recibidos a pedradas por niños. Y ellos, valientes, sin cascos de antidisturbios. Se dejan caer unas risas tontas. El ambiente es enrarecido pero nada parece conllevar peligro.

Sin embargo la resistencia de parte de la población de un barrio ante el 'opresor' inglés (o británico) desencadena los hechos. De golpe asistimos a una espiral de violencia que irá in crescendo, con un niño robando un arma, con dos soldados abandonados mientras son pateados por civiles. Y con un desenlace de la escena que sobrecoge, impacta. Es el momento clave que determina tanto para nuestro personaje principal como para el espectador, que eso va a ser una lucha por la supervivencia, y unas largas horas de perros.

De pronto asistimos a un difícil juego de quién es quién donde tenemos a una ciudad dividida no ya por los militares y policía, si no por su propia población civil. Algunos han pasado los límites trayendo la muerte a las calles de Belfast y el resultado no puede ser otro que más violencia. Con la policía jugando a dos bandos, no pudiendo confiar en nadie. Con el joven soldado perdido por las calles, y pasando toda una eterna e infinita odisea por salir airoso del atolladero.

Entre medias asistimos a una explosión que nos vuelve a llevar al terrorismo. Una ciudad en guerra constante, con miedo. Y una nueva escena que pone la piel de gallina. Hasta ahí puedo leer, pues quien la haya visto sabe de lo que hablo. Son esas portentosas escenas las que harán mella en espectador y protagonista dentro de su largo periplo vacacional por Belfast.

El film critica y atiza a todo lo que toque de un conflicto que quizás sea difícil de entender. Esa incomprensión queda patente en esa locura que supone no saber en quién confiar y que en ocasiones bandos opuestos en ideales parecen querer el bien común. Todo ello orquestado por una policía corrupta en las sombras y un ejército británico que no se llega a comprender qué hace allí metido. Su final (el que viene antes de un epílogo que no acaba de cuajar) nos deja la sensación de que no pintan nada, y que cualquier intento de ayuda será en balde, pues no tienen allí ni voz ni voto.

En cuanto a la forma de llevar a la pantalla el guión original de Gregory Burke, "71" contiene unos tramos iniciales cámara al hombro bien podrían indicar un falso documental, para, una vez entrado en harina, jugar con los diferentes bandos. No se trata de meternos tanto en la piel del soldado Hook como de comprender la incomprensión del ambiente en el que está involucrado. Esa vertiende nos ofrece un delirante clima político y militar (o de autoridad) pero evita que se produzca el asfixiante clima que podría ofrecer si se hubiese centrado en el soldado perdido.

Es cuando más cerca sentimos el peligro que merodea a Burke, cuando la película logra ser más efectiva y calar en el espectador. Quizás el clima político del Belfast de la época ayude a los entendidos a ver buenos mimbres en lo que ae cuenta. Personalmente, desde la lejanía, "71" no es una película hecha para comprender del todo el ambiente y la problemática de la época, pero sirve para contextualizar al individuo en una zona de combate nueva, fuera de lo común. Donde en cada puerta puede haber un aliado, o un enemigo.

El resultado final es un buen film, con muy buenas intenciones, corto, duro y a la encía. Golpea con la violencia que sacude a sus personajes. Y eso, es de agradecer. Pero, el propio ritmo de la película, con sus constantes pausas y el hecho de abarcar diferentes personajes y, quizás, tramas, la hace algo más enrevesada y difícil de seguir. Queda una buena película que recomiendo, sobre todo para conocer un cachito más de un conflicto marcado por el terror.

Nota: 6'25

Lo Mejor: El asfixiante y peligroso ambiente de violencia

Lo Peor: Muchos frentes en poco tiempo que no acaba por contextualizar ni por ayudar del todo en la trama.

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