La última orden (Frank Lloyd, 1955)

Hoy viene cierto aroma texano al blog. "El Álamo", dirigida por John Wayne, es un clásico del cine histórico-bélico, muchas veces mal ubicado en el género del Western. Lo que muchos quizás desconocían era que unos pocos años antes, en 1955 ya se había llevado esa historia al cine. La productora Republic rechazó que Wayne dirigiera y protagonizara una película sobre "El Álamo" y acabó dando las riendas del proyecto a Frank Lloyd, con Sterling Hayden de protagonista en el papel de Jim Bowie (El que haría Richard Widmark en "El Álamo"). Wayne, años después, se saldría con la suya.

Y pese al riesgo que podría suponer repetir una temática que se ha llevado al cine recientemente, la historia recuerda el mito, con Wayne dirigiendo y protagonizando, y ha olvidado este título que traigo hoy y que, de no haber mediado la notable obra del Duke, quizás tendría algo más de reconocimiento como pionera en la trama del asedio final a "El Álamo". Si bien en esta película de unos 105 minutos se abarca desde los comienzos del problema que derivaría en tal desenlace.

Director
Tras las cámaras está Frank Lloyd en la que sería su última película. Un repaso a su cv nos muestra como caería en el olvido un director de los primeros grandes de Hollywood. Pese a que sus películas hoy en día han sido algo olvidadas, estamos hablando de un director ganador del Óscar a mejor Dirección en dos ocasiones (las mismas que, por ejemplo, Steven Spielberg). En 1930 recogió el premio por su labor en "Trafalgar" ("The divine lady") una de las últimas películas de la era muda, y pocos años después, en 1934, se llevaba el doblete con "Cabalgada" título mítico y éxito en EEUU y Gran Bretaña,basado en una obra de Noel Coward. Dos años después repetía en la categoría de Mejor Película, aunque sólo obtuvo nominación a Director con "La tragedia de la Bounty" protagonizada por Clark Gable y Charles Laughton. Como curiosidad, ese año recibió el de Director un tal John Ford.

Se trata, pues, de un director con un currículum cercano al cine de aventuras y la epicidad, con no pocos títulos relacionados con el mar, como los mencionados "Trafalgar" o "La tragedia de la Bounty". Su llama se iría apagando, con escasas aportaciones de prestigio a partir de "La tragedia de la Bounty", y con un parón largo entre 1945 y 1954 sin títulos antes de rodar sus dos últimas obras. Esta que tenemos entre manos llegaba en 1955 y fue su retirada del cine antes de fallecer en 1960.

La película
Con aroma a Western y cine de aventuras, pues no podría ser de otra manera, "La última orden" es un título olvidado y, en apariencia, olvidable. Pero que, curiosamente tiene no pocos de los ingredientes que hicieron grandiosa a la épica "El Álamo". Pero Sterling Hayden no es John Wayne, un gran secundario con muy buenos papeles pero que en los cincuenta llegó a liderar proyectos como cabeza de cartel... proyectos muy olvidados e incluso olvidables como "Mar eterno". Y aunque la Banda Sonora la firma el sensacional Max Steiner y realiza, como siempre, una gran labor... no es la magistral composición que Tiomkin regaló al mundo.

Así pues, tenemos una obra épica que tiene todos los ingredientes para ser una gran película, menos el presupuesto. Una legión de secundarios donde tenemos a Ernest Borgnine pero es inevitable tener la sensación de que no hay un gran reparto, y que el carisma de su estrella protagonista no da para tanto. Tampoco ayuda, en el intento guionístico de narrar los precedentes que desembocaron en el famoso asedio, que tengas toda una hora para ir calentando el ambiente, con alguna buena escena de aventuras, pero un tono pausado y el romanticismo sibilino de fondo, para que el espectador vaya picoteando. Todo ello con un General Santa Ana algo más noble que el que recrearía Wayne.

Se trata, en esa primera hora de una correcta producción que no aporta nada interesante pero se deja ver. Es, sin embargo, en esos 45 minutos finales donde se saca la artillería, con las escenas del asedio final como punta de lanza. Quien diga que esas escenas no desprenden epicidad, miente. Porque, de ser así, ¿Qué ofrece el bueno de Wayne en su "El Álamo"? Un análisis comparativo de ambas escenas muestran que el tipo de planos utilizados, así como el montaje de escenas es sospechosamente idéntico. No digo que Wayne no rodase, pues rodó, la batalla final. Lo que intento deciros es que cae en cierta manera un mito, pues la batalla final ya estaba ahí.

Sí, "El Álamo" tiene ese tono épico que la distancia de su predecesora, pero resulta curioso observar como, pese a que hay más de mito y leyenda que de historia, pues pocas personas pueden corroborar qué sucedió durante el asedio, las muertes más importantes se dan bajo las mismas circunstancias. El Davy Crocket (Arthur Hunnicut) de esta producción y el Wayne Crocket acaban antorcha en mano cayendo mientras hacen volar todo por los aires; con Bowie muriendo cojo defendiendo su posición pistolas en mano... y con, repito, no pocos planos y estilos iguales. Incluso la transición del final de la batalla a la escena posterior con los muertos es prácticamente calcada.

Ese afán de recrear unos hechos de la misma manera resta, en cierta manera, a un título mítico y que siempre me ha encantado. Y, sirve para valorar en su justa medida a Frank Lloyd. Su dirección en esa batalla final elevan el tono de la película, con extras realizando una labor bastante trabajada como extras en un Hollywood donde la torpeza de los extras lastraba muchas escenas de combate.

Destacar que otros momentos de la película, con sus diferencias, recuerdan a "El Álamo". O, mejor dicho, "El Álamo" recuerda a "La última orden". Tales momentos como una pelea a puñal que acaba sirviendo para hacer amigos y que podría recordarnos a la pelea con plumas. Una historia romántica sin un final claro, como sucede en ambas producciones. En definitiva, muchas cosas de "El Álamo" ya estaban ahí antes. Sin embargo, por diferentes motivos, una desprende epicidad en todo momento y la otra parece ir a ratos. Ni Steiner ni la batalla final hacen olvidar que parte de la película no deja de ser un Western de los de Serie B de los años 50.

Nota: 6

Lo Mejor: El asedio final al Álamo, del que Wayne y su equipo tomaron no pocos apuntes.
Lo Peor: Que pese a tener todos los ingredientes para una película épica, le faltan cosas.

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